En algunos países, los árboles de Navidad artificiales están eclipsando a los árboles naturales como la ...

¿Árboles de Navidad artificiales o naturales? La historia detrás de esta elección navideña

Los árboles artificiales existen desde hace más tiempo de lo que se podría pensar, pero ¿cómo se comparan con los árboles naturales en cuanto a sostenibilidad y salud?

En algunos países, los árboles de Navidad artificiales están eclipsando a los árboles naturales como la opción preferida para esta época del año. Algunos argumentan que son más sostenibles porque se pueden reutilizar, pero los expertos dicen que es un poco más complicado.

Fotografía de Rebecca Hale, National Geographic
Por Brian Handwerk
Publicado 17 dic 2025, 08:15 GMT-3

Ese inconfundible olor a árbol de hoja perenne. Las agujas caídas que cubren los regalos. Los árboles de Navidad recién cortados evocan gratos recuerdos de Navidades pasadas.

Sin embargo, los árboles artificiales también han formado parte de las fiestas durante siglos, evolucionando desde pequeños árboles de metal hasta los árboles de plástico sorprendentemente realistas que tenemos hoy en día.

De hecho, en las últimas décadas se ha producido un cambio constante hacia los árboles artificiales. El Reino Unido ha experimentado el mayor cambio, con un 61 % de los adultos que planean poner un árbol artificial frente a solo un 20 % que elige uno real. Y según una encuesta realizada en 2024 por Statista Consumer Insights, más estadounidenses celebrarán con un árbol artificial, con un 46 % frente a un 26 %.

Pero, ¿por qué nos decantamos por los árboles artificiales en primer lugar? ¿Y cómo se comparan con los árboles naturales en cuanto a sostenibilidad e incluso salud? Hemos profundizado en las grandes preguntas sobre los árboles artificiales.

Vista aérea de un bosque nevado de árboles de hoja perenne en las montañas Goodsir, en ...

Vista aérea de un bosque nevado de árboles de hoja perenne en las montañas Goodsir, en Columbia Británica (Canadá). Los árboles de Navidad artificiales surgieron a finales del siglo XIX como respuesta a la preocupación por la deforestación.

Fotografía de Peter Essick, Nat Geo Image Collection

¿Por qué celebramos con árboles artificiales?

Al igual que los árboles de Navidad reales, los árboles artificiales nacieron en Alemania. Pero estos nacieron por necesidad. “Los árboles naturales presentaban problemas y los inventores buscaron formas de resolverlos, de crear algo mejor y de obtener beneficios con ello”, rememora Chris Cascio, conservador del Museo y Biblioteca Hagley.

Uno de esos problemas era la deforestación, que había provocado una escasez de árboles de Navidad reales en el siglo XIX. Para mantener la alegría y el brillo de las fiestas, los alemanes crearon sus propios árboles colocando varillas metálicas a modo de ramas y adornándolos con plumas de pájaros, todo ello pintado de verde, por supuesto. Ese primer prototipo de árbol de Navidad artificial pronto se extendió a la Inglaterra victoriana, los Estados Unidos y otras naciones que celebraban esta fecha.

La gente de todo el mundo también empezaba a preocuparse por el peligro de los incendios domésticos provocados por las ramas secas. En 1899, el Minneapolis Times pedía: “Es hora de que algún inventor dé un paso al frente con un árbol de Navidad de alambre que garantice un regalo para cada miembro de la familia y que sea absolutamente ignífugo”.

En realidad, los inventores ya estaban trabajando en ello. La primera patente estadounidense para un árbol artificial se concedió a August Wengenroth, de Troy, Nueva York, en 1882, y él era solo uno de los muchos inventores de todo el mundo.

Los primeros inventores crearon árboles falsos con todo tipo de materiales: troncos de madera o metal que podían sostener ramas reales cortadas o toques artificiales como “follaje” de papel de aluminio verde, árboles hechos con pelo reutilizado o cepillos de alambre para inodoros, y “árboles de oropel” hechos de aluminio que incluso podían iluminarse con una rueda de colores que cambiaba de tono al girar.

Pero a medida que la década de 1960 llegaba a su fin y el aluminio quedaba en desuso, creció el interés por los árboles realistas y un hombre estaba listo para aprovechar el momento: el ex piloto de bombarderos de la Segunda Guerra Mundial Si Spiegel

Spiegel era maquinista en The American Brush Machine Company, que durante años había intentado sin éxito reutilizar sus cepillos para árboles de Navidad, hasta que Spiegel, utilizando árboles reales como modelos, finalmente logró perfeccionar el proceso.

A Spiegel se le asignó su propia división de la empresa, llamada American Tree and Wreath, y en la década de 1970 ya producía 800 000 árboles al año, uno cada cuatro minutos. “No se trata solo de que diseñara la maquinaria para fabricar árboles de mayor calidad, rápidamente y a menor costo”, explica Cascio. “Lo hizo en el momento adecuado, justo cuando los estadounidenses estaban preparados”.

(Ver también: De la basura a las muertes: la crisis que obligó a Nepal a crear normas estrictas para salvar el Everest)

¿Qué es más sostenible, los árboles reales o los artificiales?

Es posible que hayas oído a gente discutir sobre qué tipo de árbol es realmente más ecológico, si los reales o los artificiales. Algunos argumentan que hay que comparar la huella de carbono de los árboles reales con la de los artificiales, que pueden utilizarse y reutilizarse durante décadas.

Pero los expertos afirman que el carbono es solo una parte de esta historia navideña.

“Se calcula que hay unas 15 000 granjas de árboles de Navidad en Estados Unidos, casi todas ellas de propiedad y gestión familiar”, detalla Bert Cregg, experto en producción de árboles de Navidad y silvicultura de la Universidad Estatal de Míchigan.

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    Una joven sentada junto a su árbol de aluminio el día de Navidad en la década ...

    Una joven sentada junto a su árbol de aluminio el día de Navidad en la década de 1970. Las primeras versiones de los árboles navideños artificiales solían ser estas variedades diminutas de mesa.

    Fotografía de Martyn Evans, Alamy

    Cada año, esas granjas plantan muchos más árboles nuevos que los 25 a 30 millones que se venden en Navidad, por lo que, en lugar de contribuir a la deforestación como lo hacían en el siglo XIX, los árboles naturales están creando bosques que albergan fauna silvestre, protegen las cuencas hidrográficas, mantienen la tierra fuera del desarrollo y actúan como importantes absorbedores naturales de dióxido de carbono. Por estas razones, señala Cregg, la sostenibilidad medioambiental, económica y social supone “un gran éxito para los árboles reales”.

    Por su parte, los árboles artificiales están fabricados con plásticos y metales y requieren procesos de producción que consumen mucha energía. Además, la mayoría se producen en China y luego se envían al extranjero.

    Tienen una vida útil mucho más larga que los árboles naturales de una sola temporada. Pero no está claro exactamente cuánto tiempo hay que conservar un árbol artificial para que su huella de carbono sea menor que la de la alternativa natural: las estimaciones varían enormemente, desde cinco años hasta dos décadas.

    “A menudo se reduce a las suposiciones que se hacen sobre cuántas veces se reutiliza el árbol falso y si el árbol real se recicla”, dice Cregg. La mayoría de las comunidades tienen programas que convierten los árboles reales en mantillo o compost. Por su parte, los árboles artificiales no son reciclables y acaban en un vertedero, aunque Mac Harmon, director ejecutivo de la empresa proveedora de árboles artificiales Balsam Hill, dice que espera encontrar una forma de reciclar los árboles artificiales en el futuro. 

    ¿Puedes distinguir cuál de estas ramas proviene de un árbol de Navidad real y cuál es ...

    ¿Puedes distinguir cuál de estas ramas proviene de un árbol de Navidad real y cuál es artificial? (Pista: las agujas de un árbol real tienen puntas redondeadas).

    Fotografía de Rebecca Hale, National Geographic

    ¿Deberías preocuparte por los productos químicos que contiene tu árbol?

    Los científicos siguen descubriendo más cosas sobre cómo los pesticidas, los productos químicos y los microplásticos perjudican tu salud, pero ¿se aplica eso también a los árboles que traes a casa?

    Aún no hay una respuesta clara ni para los árboles reales ni para los artificiales. Pero hay algunas cosas que sí sabemos.

    Durante sus años de crecimiento, los árboles de Navidad naturales son tratados con diversos herbicidas, pesticidas o fungicidas que están relacionados con diversos daños para la salud y el medio ambiente. Aunque aún se desconoce mucho sobre sus posibles efectos en la salud, la Organización Mundial de la Salud ha calificado algunos de estos insecticidas como probables carcinógenos.

    Si te preocupan los posibles efectos de estos productos químicos agrícolas, podrías considerar la posibilidad de comprar un árbol orgánico

    Por otra parte, los árboles de Navidad artificiales suelen estar fabricados con cloruro de polivinilo (PVC), un plástico que contiene un grupo de sustancias químicas disruptoras endocrinas llamadas ftalatos, que se utilizan para ablandar la vegetación artificial y darle un aspecto realista. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha advertido que una exposición elevada a los ftalatos puede estar relacionada con problemas de salud, entre ellos problemas reproductivos y de desarrollo infantil, y la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo ha prohibido muchos ftalatos en los juguetes infantiles. 

    Sin embargo, no está claro qué riesgo se corre simplemente por exhibir un árbol de Navidad cargado de ftalatos durante unas pocas semanas al año, y hasta ahora los reguladores estadounidenses no han impuesto ninguna restricción.

    Del mismo modo, algunos árboles de plástico también contienen plomo tóxico, aunque las investigaciones demuestran que la exposición al plomo no suele ser un problema de salud importante en los árboles artificiales modernos.

    Pero no dejes que las preocupaciones arruinen tu alegría navideña. A la hora de elegir un árbol, Harmon sostiene que en realidad no hay malas opciones. “Nos encantan todos los tipos de árboles de Navidad”, sostiene. “El mejor árbol de Navidad es aquel alrededor del cual celebras con tus amigos y familiares”. 

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