Avatar 3: cómo el equipo de James Cameron creó el fantástico mundo de la nueva película “Fuego y cenizas”
El diseñador de coproducción de la película explica cómo los organismos de la vida real sirvieron de inspiración para el mundo de Pandora.
Una escena de la película Avatar: Fuego y cenizas que muestra las nuevas criaturas creadas especialmente para esta trama: los medusoides.
No es ningún secreto que el fantástico mundo de Pandora, creado por el célebre cineasta y Explorador de National Geographic James Cameron, refleja nuestro planeta Tierra e imagina a sus habitantes en una relación más armoniosa con su entorno. Y con el estreno de Avatar: Fuego y cenizas de Disney en diciembre, los espectadores conocerán a una emocionante serie de nuevos clanes y animales. (Disney es la empresa matriz de National Geographic).
Una intrigante criatura de la película hace las veces de medio de transporte utilizado por un nuevo clan llamado los Comerciantes del Viento. El ser, parecido a un dirigible y conocido como Medusoide, surca el cielo con sus alas translúcidas desplegadas mientras transporta a sus preciados pasajeros.
“Básicamente, es como un galeón pirata colgado de una medusa gigante”, explica Dylan Cole, coproductor de diseño de la película, que ayudó a crear esta peculiar forma de vida.
Aunque las criaturas de estas películas son ficticias, el proceso para darles vida se acerca más a la ciencia de lo que se podría pensar. A continuación, explicamos cómo los artistas que trabajaron en la película crearon las extrañas criaturas, a menudo bioluminiscentes, del mundo de Pandora de Avatar.
Escena de la tercera película de Avatar. La naturaleza es la gran inspiración para los ecosistemas de la franquicia creada por James Cameron.
El proceso de construcción de un nuevo mundo en Avatar
Los protagonistas de Avatar son una especie alienígena llamada los Na'vi, que tienen una profunda relación con el mundo natural. A menudo establecen vínculos estrechos con las criaturas que les rodean, siendo el Medusoide una de las más recientes de la película.
Como parte del equipo que les da vida, Cole toma las semillas de las ideas del director James Cameron y les ayuda a florecer hasta convertirse en creaciones completamente formadas. Cameron a veces “tiene una visión borrosa”, dice Cole. “Nuestro trabajo es enfocarla”.
Al principio, el equipo a menudo no sabe exactamente qué es lo que busca. “Es como hacer un retrato de uno de tus hijos sin haberlos conocido”, dice. La intuición los guía hasta el producto final.
Afortunadamente, la naturaleza es la mejor fuente de inspiración. Copiar el mundo natural es “una estrategia que ha funcionado durante mucho tiempo”, confiesa Leif Ristroph, físico experimental de la Universidad de Nueva York, que no participó en la película, pero que a menudo basa sus propias investigaciones en organismos vivos. “Se puede recurrir a la naturaleza para ampliar los tipos de soluciones con las que se puede soñar”.
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Aunque Avatar es ciencia ficción, los diseñadores tratan de ver el mundo que la rodea como un lugar real, tomando fragmentos de la Tierra y reimaginándolos o recontextualizándolos. “Es bastante arrogante pensar, en un boceto de una tarde, que podríamos hacerlo mejor que millones de años de naturaleza”, sostiene Cole.
En las películas, el equipo quiere que todo sea lo más realista posible, lo que significa buscar inspiración en organismos reales interesantes y extravagantes que puedan aportar atributos a sus criaturas. Crear diseños basados en la investigación es importante para Cameron, un intrépido aventurero, y no es de extrañar que muchos de los animales de Pandora estén influenciados por la vida marina; al fin y al cabo, Cameron ha visitado el punto más profundo del océano.
Los bocetos que ayudaron al equipo de producción a darle vida a Medusoide.
Más ilustraciones del Medusoide, el nuevo animal en la historia de Avatar 3.
En la película, el Medusoide (que se ve arriba) y otras criaturas están muy influenciados por la naturaleza y la vida silvestre.
La creación del Medusoide de Avatar
El Medusoide es una medusa bioluminiscente de 150 metros que produce gas hidrógeno para flotar y tiene tentáculos colgantes para alimentarse, similares a los de la carabela portuguesa. Dado que su función en la película es transportar por el cielo las góndolas del clan Tlalim, los Comerciantes del Viento, los diseñadores dotaron al Medusoide de velas en forma de pajarita para que los miembros del clan pudieran dirigirlo.
Para controlar al Medusoide, los Tlalim colocan aparejos en las venas de sus velas. Sabiendo que los Na'vi, los pueblos de Pandora, considerarían demasiado cruel perforar el cuerpo de un animal, Cole incorporó nódulos naturales similares a espinas en las velas para engancharlos.
El Medusoide es remolcado por el rayo marino, similar a una medusa. “Básicamente, tomamos la idea de una sepia y le dimos un cuerpo con una bolsa de gas”, cuenta Cole. “Tiene ese manto delgado y singular alrededor de su cuerpo que se mueve con un movimiento sinusoidal [ondulatorio]”.
Nuevas formas de volar en Avatar: Fuego y cenizas
De todas las criaturas que podrían inspirar al Medusoide volador, las medusas podrían parecer una elección extraña, ya que se dejan llevar por la corriente sin apenas control sobre el lugar al que llegan. Aunque las aves son una inspiración más obvia para el vuelo, muchas criaturas marinas vuelan a su manera, dice Ristroph. Los líquidos y los gases son fluidos, por lo que siguen las mismas reglas de la física. “Desdibujar la línea entre nadar y volar te permite observar a una criatura nadando y preguntarte: ‘¿se puede utilizar esa misma estrategia o una similar para volar?’".
En el agua, se puede reducir el efecto de la gravedad ajustando la flotabilidad, por lo que conseguir que algo “vuele” bajo el agua “es realmente un paso hacia el vuelo en el aire”, afirma Ristroph.
Como parte de su propia investigación, Ristroph creó una máquina voladora que imitaba el movimiento de una medusa para generar sustentación, y funcionó. “Tiene algunas propiedades de estabilidad, lo que significa que la aeronave no se vuelca tan fácilmente”, explica.
Las ideas iniciales de los investigadores suelen verse limitadas por lo que es posible en el mundo real. Los experimentos científicos están “muy condicionados por la gravedad, la física y las matemáticas”, sostiene Ristroph. “Tenemos estas bonitas barreras de seguridad”.
Pero Cole tiene sus propias barreras para garantizar que los espectadores conecten con la historia. “No podemos alejarnos demasiado”, comenta, “porque es necesario que el público se identifique con ella”. Si los personajes parecen demasiado “ajenos”, la gente no puede creer en sus vidas, sus luchas y sus éxitos, y la película simplemente no funciona.
Además de asegurarse de que la gente disfrute de la película, Cole espera que la empatía por el mítico mundo de Pandora tenga un impacto en el mundo real. Gran parte de Pandora se inspira en ecosistemas, criaturas y comunidades reales de nuestro propio planeta, y los diseñadores desean que sus representaciones inspiren un asombro por la naturaleza en general.
“Al enamorarse de Pandora, se enamoran a su vez de la Tierra”, afirma, “«y se interesan por nuestro mundo y la conservación de nuestro medio ambiente”.
