
Tu comida favorita podría estar aumentando silenciosamente tu riesgo de diabetes, según la ciencia
No todas las patatas son iguales, según un nuevo estudio que analizó casi cuatro décadas de datos de salud para comprender los posibles vínculos entre el consumo de patatas y el riesgo de diabetes.
Quizás deberías pensarlo dos veces antes de comerte esa última papa frita del fondo de la bolsa. Un nuevo estudio de un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard descubrió que comer demasiadas papas fritas se asociaba con un riesgo significativamente mayor de desarrollar diabetes tipo 2.
En el estudio publicado en BMJ, los investigadores analizaron casi cuatro décadas de datos dietéticos autodeclarados por 205.000 enfermeros y profesionales de la salud, lo que lo convierte en uno de los estudios más completos sobre el consumo de papa y la diabetes hasta la fecha.
Los resultados mostraron que quienes consumían tres porciones de papas hervidas, en puré o al horno a la semana, tenían un riesgo ligeramente mayor de diabetes tipo 2, del 1%. Sin embargo, quienes consumían tres porciones de papas fritas a la semana tenían un riesgo del 20%.
“¿La gran conclusión? No todas las papas son iguales”, asegura Seyed Mohammad Mousavi, investigador principal e investigador postdoctoral del departamento de nutrición de la Universidad de Harvard.
Si los hallazgos te incomodan un poco, no temas: hay algunas advertencias que podrían tranquilizarte. Entonces, ¿debes preocuparte si solo comes papas fritas ocasionalmente o si prefieres las de batata?
Y si de todas formas vas a seguir comiendo papas fritas, ¿hay algo que puedas hacer para reducir el riesgo de diabetes? National Geographic planteó estas preguntas a los expertos.
(Descubre: Dejar la carne no es solo moda: así se transforma tu cuerpo con un giro vegano)
¿Por qué las papas son el principal sospechoso de padecer diabetes?
Los científicos sospecharon durante años que las patatas blancas podrían aumentar el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Esto se debe a que, cuando nuestro cuerpo descompone el almidón de la patata, este se convierte rápidamente en glucosa que entra en el torrente sanguíneo y puede provocar un pico de insulina.
Para comprender mejor esta relación, el equipo de Mousavi se basó en un estudio de 2015 que ya había analizado esta cuestión con los mismos datos de la encuesta. Sin embargo, esta vez, el estudio del BMJ realizó un seguimiento más prolongado de los participantes e incluyó a 7000 encuestados con nuevos casos de diabetes tipo 2.
El estudio también realizó un metaanálisis adicional de investigaciones similares a nivel mundial. “Esto nos permitió aclarar la información y demostrar que el mayor riesgo de diabetes se centra realmente en las papas fritas, no en todas las papas”, asegura Mousavi.
Pratik Pokharel, investigador postdoctoral del Instituto Danés del Cáncer, quien no participó en el estudio, explica que la investigación coincide con los hallazgos de su equipo sobre el consumo de papas. "Un mayor consumo de papas fritas se asoció con una menor tolerancia a la glucosa y una menor sensibilidad a la insulina. Estos efectos, con el tiempo, podrían aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2".


Un estudio publicado en The BMJ reveló que comer papas fritas tres veces por semana aumentaba el riesgo de diabetes mellitus tipo 2 hasta en un 20%. Los investigadores observaron que otras presentaciones de papa, como las hervidas o las asadas, no mostraron la misma correlación.
Los investigadores de Harvard y la Universidad de Nueva York señalaron que solo las papas fritas estaban relacionadas con una mayor incidencia de diabetes, mientras que otras formas de papa, como las hervidas o asadas, no mostraban la misma correlación.
¿Debo preocuparme si solo como papas fritas una vez a la semana?
El estudio definió una porción de papas fritas como de 113 a 177 gramos, equivalente aproximadamente a unas papas fritas medianas o grandes de McDonald's. Tres porciones a la semana es donde los científicos identificaron el aumento del 20% en el riesgo de diabetes.
Sin embargo, como sabemos, la gente no siempre cumple con las porciones recomendadas, sobre todo en Estados Unidos. "Todo lo engordamos", asegura Walter Willett, coautor del estudio y profesor de epidemiología y nutrición en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.
Así que, si comes un montón de papas fritas una vez a la semana, quizá debas prestar atención.
Porcionar puede ser útil. Johanna Lampe, dietista titulada y nutricionista experimental del Centro Oncológico Fred Hutchinson, argumenta que las papas pueden ser más fáciles de calcular a simple vista que otros alimentos para asegurarse de consumir la porción correcta. "Las papas fritas, que normalmente se consumen como un componente independiente, pueden cuantificarse con mayor precisión", indica.
(Recomendado: Un cuerno de rinoceronte lanudo rompe el récord: es el más largo del mundo y revela secretos de la Edad de Hielo)
Si bien ninguna cifra es “segura”, explica Mousavi, está claro que “cuanto más se come, mayor es el riesgo”.
¿Son todavía seguras las papas fritas de boniato o batata?
Aunque el estudio no se centró específicamente en las batatas, investigaciones contradictorias sugieren que probablemente tengan un índice glucémico más bajo. Al descomponer alimentos con bajo índice glucémico, la glucosa ingresa al torrente sanguíneo de forma más gradual.
Aun así, son carbohidratos y podrían aumentar el riesgo de diabetes si se consumen en grandes cantidades, afirma Willett. El aceite, la grasa y la sal también influyen en el riesgo. En general, se necesita más investigación.
¿Qué puedo hacer para reducir mi riesgo?
Sabiendo el gran valor que tiene la papa, es el tercer cultivo más consumido, según el Centro Internacional de la Papa, los investigadores querían ofrecer alternativas saludables. Y resulta, indica Willett, que “las decisiones marcan una gran diferencia”.
Descubrieron que reemplazar las papas horneadas, en puré o hervidas por granos integrales, podría reducir el riesgo de diabetes en un 4%, mientras que reemplazar las papas fritas por granos integrales reduce el riesgo en un 19%.
¿Una sorpresa en sus hallazgos? Sustituir las papas hervidas, horneadas o en puré por arroz aumentó el riesgo de diabetes, probablemente debido al alto índice glucémico del alimento.
Si no te entusiasman los cereales integrales, puedes empezar poco a poco, explica Hilary Seligman, directora del Programa de Investigación sobre Políticas Alimentarias, Salud y Hambre de la Universidad de California en San Francisco. "Para empezar, simplemente sustitúyelos por cereales refinados en los dos o tres productos que te resulten más apetecibles", aconseja Seligman. Las galletas, los cereales o el pan integrales son excelentes opciones.
(Podría interesarte: Lo que debes saber antes de adoptar un perro, según los expertos)
¿Qué hago si de todas formas quiero comer papas fritas?
Una salvedad es que, durante el estudio, las papas fritas se cocinaban principalmente con aceites con grasas trans, "muchas de las cuales están prohibidas ahora", reconoce Mousavi. Por lo tanto, conviene reconsiderar el tema.
Cuando se trata de patatas, “hay que centrarse en una preparación más saludable”, asegura Pokharel.
(Ver más: El “Hombre de Java” vuelve a casa: la historia del primer Homo erectus que cambió la ciencia para siempre)
Piense en papas fritas horneadas con aceite de oliva. ¿Y qué hay de freír con aire? Mousavi explica: “Si bien no comparamos la fritura con aire directamente, probablemente represente un riesgo menor que la fritura tradicional, pero se necesitan más estudios”.
O empieza poco a poco. La próxima vez, pide una ensalada para acompañar tu hamburguesa. Y opta por porciones más pequeñas, aconseja Mousavi. "La clave está en que las pequeñas decisiones cotidianas realmente suman".