El casquete craneal del “Hombre de Java” fue descubierto por Eugène Dubois en 1891 en Trinil, ...

El “Hombre de Java” vuelve a casa: la historia del primer Homo erectus que cambió la ciencia para siempre

El famoso fósil, excavado con mano de obra colonial y enviado a los Países Bajos, está siendo repatriado a Indonesia junto con otros 28.000 fósiles.

El casquete craneal del “Hombre de Java” fue descubierto por Eugène Dubois en 1891 en Trinil, Java Oriental. Desempeñó un papel crucial en nuestra comprensión de la evolución humana y será repatriado a Indonesia tras más de un siglo en los Países Bajos.

Fotografía de Naturalis Biodiversity Center
Por Dyna Rochmyaningsih
Publicado 3 nov 2025, 17:00 GMT-3

En 1866, Raden Saleh, un noble javanés y pintor naturalista, viajó a la parte oriental de Java para ver el llamado “campo de batalla de los gigantes”. Los agricultores locales encontraron huesos enormes que, según afirmaban, pertenecían al rey demonio gigante Arimba, figura de la versión javanesa de la epopeya sánscrita Mahabharata. Intrigado, Saleh visitó el campo de batalla e identificó los grandes huesos como fósiles de animales del pasado antiguo.

Décadas después, el informe fósil de Saleh llegó a manos de Eugène Dubois, médico y naturalista neerlandés que buscaba el eslabón perdido de la evolución humana. Creía que debía estar oculto en las islas tropicales del sudeste asiático, hogar de diversas especies de simios como orangutanes y gibones (la mayor parte era una colonia neerlandesa y se convirtió en Indonesia en 1945). Buscó en Sumatra sin éxito. Pero convencido por la abundancia de fósiles que encontró Saleh, Dubois puso sus ojos en Java Oriental.

Allí, en Trinil, en 1891, encontró lo que creía buscar. Dubois utilizó trabajadores forzados javaneses, excavó un cráneo, una muela y un fémur pertenecientes a un antiguo homínido.

Retrato de Eugène Dubois, médico y naturalista holandés, cuya misión de vida fue encontrar “el eslabón ...

Retrato de Eugène Dubois, médico y naturalista holandés, cuya misión de vida fue encontrar “el eslabón perdido” en la evolución humana.

Fotografía de Naturalis Biodiversity Center

En comparación con los neandertales, que fueron nombrados formalmente como una nueva especie en 1864, este nuevo espécimen tenía un volumen cerebral menor, cercano al de un simio, y su fémur indicaba que podía caminar erguido. En un artículo de 1894, Dubois presentó los fósiles como “Pithecanthropus erectus o “el hombre-mono que camina erguido”. Más tarde, en la década de 1950, los científicos lo clasificaron como la primera evidencia del Homo erectus.

El descubrimiento del llamado “Hombre de Java” conmocionó a la comunidad científica porque fue visto como una prueba más de la teoría de la evolución de Charles Darwin.

“Fue la primera prueba de que el origen humano no es una excepción en la evolución darwiniana”, afirma Soefwan Noerwidi, paleoantropólogo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Indonesia (BRIN). “El campo de la evolución humana nació aquí, en Java”.

Sin embargo, a pesar de las contribuciones de Indonesia a la comprensión de los orígenes humanos, su fósil más preciado no regresó a su hogar durante 130 años. Dubois llevó el cráneo a los Países Bajos en 1895. Diversos esfuerzos diplomáticos fracasaron para ubicarlo de vuelta en Java.

Tras más de un siglo residiendo en el Centro de Biodiversidad Naturalis de Leiden, el "Hombre de Java" está a punto de regresar a Indonesia. El famoso fósil, junto con otros 28.000 fósiles que Dubois recopiló en los campos de batalla, será devuelto a los museos indonesios, anunció Naturalis el 26 de septiembre, tras la firma del tan esperado acuerdo entre los ministros de cultura de ambos países.

El regreso del "Hombre de Java" a Indonesia forma parte de la presión continua sobre los museos norteamericanos y europeos para que repatrien a sus orígenes los objetos de historia natural éticamente problemáticos. En 2016, Estados Unidos repatrió fósiles de dinosaurios expoliados a Mongolia, y Alemania envió huesos de dinosaurio de 110 millones de años a Brasil. Para los científicos indonesios, estas restituciones significan más que corregir la injusticia colonial del pasado. La mayor proximidad a sus objetos de investigación también supone una liberación, una mayor oportunidad de participar en la investigación paleontológica global, indica Noerwidi.

“La ausencia de las colecciones de Dubois fue una gran pérdida para la ciencia de indonesia”, explica Anton Wibisono, subdirector de Promoción Cultural del Ministerio de Cultura de Indonesia. Wibisono, quien estudió arqueología, se muestra entusiasmado por poder ver finalmente en persona los famosos fósiles de su tierra natal, sobre los que aprendió en libros de texto y conferencias. “Me conmueve profundamente la noticia”.

Esfuerzos para recuperar al “Hombre de Java”

La repatriación del "Hombre de Java" era necesaria desde hacía tiempo, asegura Caroline Drieenhuizen, historiadora de la Universidad Abierta de Heerlen. Los Países Bajos ya aprobaron varias solicitudes de repatriación de objetos culturales y restos humanos, pero el acuerdo sobre el "Hombre de Java" supone la primera restitución de colecciones de historia natural en el país, añade.

Esto es importante porque “los museos de historia natural escaparon durante mucho tiempo al escrutinio decolonial, mientras que sus colecciones también están arraigadas en la práctica y el pensamiento coloniales”, escribió Drieenhuizen en un artículo de 2021. En su informe, que explica la decisión, el Comité de Colecciones Coloniales de los Países Bajos señaló que los fósiles de Dubois fueron excavados en una época de “violencia, explotación y desequilibrio de poder”.

Los esfuerzos diplomáticos para recuperar el fósil comenzaron en la década de 1950, cuando Indonesia empezó a construir una narrativa nacional que une a personas de cientos de idiomas diferentes y miles de islas.

“Los fósiles del ‘Hombre de Java’ sirvieron entonces como prueba científica de la grandeza e importancia de Indonesia para el mundo”, explica Fenneke Sysling, historiadora de la ciencia en la Universidad de Leiden.

Pero la propuesta de los años 50 y otra de los 70 no tuvieron éxito.

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    La Colección Dubois comprende unos 40.000 objetos recopilados por Eugène Dubois en Indonesia entre 1887 y ...

    La Colección Dubois comprende unos 40.000 objetos recopilados por Eugène Dubois en Indonesia entre 1887 y 1900, incluido el "Hombre de Java".

    Fotografía de Taco van der Eb, Naturalis Biodiversity Center

    La solicitud de las colecciones Dubois tardó cinco décadas en resurgir. Drieenhuizen afirma que podría deberse a la creciente concienciación de los académicos holandeses para reconocer la injusticia de su pasado colonial.

    A partir de 2016, la solicitud de restitución de objetos problemáticos en los museos neerlandeses se convirtió en un tema de debate público. Hasta la fecha, el país aprobó varias repatriaciones de objetos culturales y restos humanos a diversos países, como la de 119 bronces de Benín a Nigeria en 2025, la de 233 artefactos prehispánicos a México en 2022 y la de 1500 artefactos culturales a Indonesia en 2022.

    En medio de estos movimientos de restitución, el gobierno indonesio presentó otra propuesta de repatriación a los Países Bajos en 2022. Al principio, Naturalis se opuso, y argumentó que los fósiles enterrados son diferentes de los tesoros artísticos, pero las evaluaciones legales finalmente convencieron al gobierno holandés de dejar ir al "Hombre de Java".

    "Es la primera vez que las cuestiones legales dominan un argumento de repatriación", dice Drieenhuizen, destacando la reticencia pasada de los holandeses a devolver el fósil.

    “Las piezas formaban parte de nuestra identidad y eran un punto culminante de la colección de nuestro museo”, comenta Bart Braun, portavoz del Centro de Biodiversidad Naturalis. “Pero somos conscientes de que este es un momento muy importante para los indonesios, ya que corrige una injusticia del pasado”.

    El museo está registrando y digitalizando los 28.000 fósiles. El proceso podría llevar muchos meses antes de que se concrete la repatriación.

    Una nueva era en la ciencia de Indonesia

    Desde el lado indonesio, Wibisono, el funcionario del Ministerio de Cultura de Indonesia, dice que su equipo hará seguimiento del aspecto técnico de los esfuerzos de repatriación a finales de año.

    “Estamos más que dispuestos a aceptar estos ejemplares”, afirma Wibisono.

    Un posible lugar para los fósiles, indica, es el Museo del Hombre Primitivo de Sangiran, en Java Central. Este ya alberga miles de especímenes antiguos de plantas y animales, incluyendo fragmentos de fósiles de H. erectus hallados tras la excavación de Dubois en 1891. La Universidad Gadjah Mada de Yogyakarta y la oficina de Noerwidi en BRIN también albergan miles de fósiles, incluyendo el legendario H. floresiensis, afirma Rusyad Adi Suriyanto, paleoantropólogo de la universidad.

    Dwirahmi Suryandari, investigador predoctoral del Instituto Max Planck de Historia de la Ciencia en Berlín, explica que Indonesia podría utilizar el tiempo de espera para preparar cómo se podrían conectar los especímenes al entorno de investigación global.

    “Como cualquier otra colección de museo, el 'Hombre de Java' no debería limitarse a la exposición, sino que debemos darle vida mediante la investigación activa”, aclara Suryandari. Considerado el holotipo, o la principal referencia, de los fósiles de H. erectusel "Hombre de Java" desempeña un papel crucial en la investigación paleoantropológica.

    El fósil fue esencial para la comprensión temprana de la evolución humana por parte de los científicos, e incluso se utilizó como evidencia en defensa de la teoría de la evolución en el Juicio del Mono Scopes de 1925 en los Estados Unidos.

    El regreso de los fósiles podría cambiar el acceso a la investigación sobre los fósiles, y también poner ese control nuevamente en manos de Indonesia”, asegura Frido Welker, un paleoantropólogo de la Universidad de Copenhague que ahora está colaborando con Noerwidi en BRIN para analizar “la proteína preservada en el material esquelético de la colección de Dubois”.

    Ahora, con el regreso del "Hombre de Java" a Indonesia y con el surgimiento de laboratorios avanzados en ADN antiguo, proteómica y tecnologías de tomografía computarizada en Indonesia, Noerwidi está entusiasmado.

    De la misma manera que el pintor javanés Raden Saleh añadió un significado científico a los huesos gigantes que encontró en “los campos de batalla”, los científicos indonesios de hoy tendrán ahora la oportunidad de añadir más significados a los fósiles encontrados en su tierra natal, como el “Hombre de Java”.

    “El regreso de estos fósiles es realmente liberador”, afirma Noerwidi.

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