
Científicos de China realizan el primer trasplante de pulmón de cerdo a humano
Científicos chinos informaron del trasplante de un pulmón de cerdo modificado genéticamente a un ser humano. El paciente de 39 años presentaba muerte cerebral y los pulmones permanecieron viables y funcionales durante nueve días después de la cirugía. Violet, una cerda de seis meses, pertenece a eGenesis, una empresa que realiza xenotrasplantes, pero que no participó en este estudio de trasplante de pulmón.
Por primera vez en la historia, trasplantaron un pulmón de cerdo a un humano, según anunciaron científicos chinos el lunes 25 de agosto de 2025 en un estudio publicado en Nature Medicine. El trasplante, que tuvo lugar en mayo de 2024 en Guangzhou, fue de corta duración: el paciente tenía muerte cerebral y la respuesta inmunitaria solo se monitorizó durante nueve días.
Los científicos dijeron a National Geographic que detuvieron el experimento una vez que “se lograron nuestros principales objetivos científicos” (evaluar al paciente en busca de infecciones incontroladas y rechazo de órganos) y también a petición de la familia.
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El estudio marca otro hito fundamental para el xenotrasplante, o la práctica de intercambiar órganos entre especies, y se produce tras los recientes trasplantes de riñones y corazones de cerdo a pacientes humanos.
El paciente de 39 años no rechazó de forma inmediata e intensa el pulmón, que procedía de un cerdo modificado genéticamente, señalaron los autores del estudio, aunque sí mostró una respuesta inmunitaria y algunos daños en los órganos. Los científicos añadieron que aún quedan “retos importantes” antes de que el xenotrasplante de pulmón pueda realizarse de forma segura en un entorno médico, entre ellos cómo gestionar mejor esa respuesta inmunitaria.
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Un corazón de cerdo de la Universidad de Minnesota sigue latiendo horas después de haber sido infundido con una versión sintética del ácido biliar de oso. Este corazón de cerdo no participó en el estudio.
“Debemos ser cautelosos: las pruebas actuales no respaldan su uso clínico en pacientes vivos”, declaró Jianxing He, autor principal del artículo, a National Geographic. Es necesario realizar más estudios, incluidos ensayos más prolongados en pacientes con muerte cerebral, para reducir las lesiones pulmonares “antes de cualquier consideración clínica”.
Expertos externos aseguran que el estudio, aunque sus resultados no son especialmente sorprendentes, supone un paso crucial para los trasplantes de cerdo a humano. “Si establecemos la seguridad y la eficacia... esto podría suponer un cambio de paradigma a largo plazo”, sostiene Ankit Bharat, jefe de cirugía torácica de Northwestern Medicine.
Cada año, los cirujanos realizan miles de trasplantes de pulmón en Estados Unidos, pero los tiempos de espera pueden ser muy largos. Sin embargo, la demanda está creciendo y, dependiendo de la prioridad, los receptores pueden esperar meses o años para obtener un número limitado de pulmones humanos sanos y compatibles.
Y recibir un órgano de un donante humano “es como comprar un coche usado”, afirma Bharat, señalando que “no sabes lo que vas a recibir”, ya que la salud del donante y el estado del órgano pueden variar mucho. Un suministro constante de órganos animales sanos podría, al menos hipotéticamente, estandarizar la calidad de los trasplantes, añadió.


Una pantalla muestra imágenes fluoroscópicas del cerebro de un cerdo a la izquierda y del corazón y la cavidad torácica de un cerdo a la derecha, tomadas en 2022.
La sangre humana se filtra a través de pulmones de cerdo en un laboratorio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland. Estos pulmones de cerdo no participaron en este estudio reciente.
Hospitales y empresas biotecnológicas de todo el país ya están llevando a cabo ensayos clínicos para trasplantar otros órganos de cerdos modificados genéticamente a seres humanos, como corazones, hígados y riñones.
Los científicos trasplantaron el primer riñón de cerdo modificado a un paciente humano vivo el año pasado, pero ese paciente, Rick Slayman, falleció dos meses después. Otra paciente, Towana Looney, rechazó un riñón de cerdo al cabo de unos cuatro meses.
David Bennett, la primera persona en recibir un corazón de cerdo modificado genéticamente, falleció dos meses después; Lawrence Faucette, que recibió el segundo trasplante de corazón de cerdo modificado genéticamente, vivió seis semanas después de la cirugía. Los científicos también trasplantaron un hígado de cerdo modificado genéticamente a un humano con muerte cerebral en China el año pasado, que pareció funcionar en el cuerpo durante 10 días.
Más de 100 000 personas en Estados Unidos están actualmente en espera de un trasplante de órganos, de las cuales unos cuantos miles esperan un trasplante de pulmón. Los expertos estiman que solo alrededor de una quinta parte de los pulmones donados son realmente viables para los receptores.
“El trasplante de pulmón es el peor en términos de supervivencia a cinco años y, en general, tiene resultados bastante pobres”, sostiene Brendan Keating, profesor asociado del departamento de cirugía de la NYU Langone. La NYU Langone realizó dos trasplantes de riñón de cerdo a seres humanos vivos el año pasado y ha realizado seis trasplantes de riñón de cerdo a pacientes con muerte cerebral desde 2021.
Sin embargo, los expertos consideran que los pulmones pueden ser mucho más complicados de trasplantar que otros órganos, ya que intercambian gases con el medio ambiente, lo que los expone a contaminantes, al tiempo que desempeñan la función crucial de filtrar la sangre. Su tamaño también los hace más vulnerables al rechazo en comparación con otros órganos, dice Bharat.
“Es un estudio positivo, ha demostrado que es posible hacerlo”, dice Keating. Pero “todavía hay bastante biología por descubrir” antes de que se puedan trasplantar pulmones de cerdos a pacientes de forma generalizada, añade, señalando que es necesario realizar más ensayos para examinar la respuesta al trasplante en receptores con muerte cerebral cuyas familias o tutores hayan dado su consentimiento, un paso estándar en la investigación sobre xenotransplantes.

Se fijan finas láminas de tejido orgánico porcino en cera de parafina y se montan en portaobjetos de vidrio. Estos tejidos orgánicos no se utilizaron en el estudio reciente.
Los autores del estudio también reconocieron que varios factores externos podrían haber influido en los resultados: el cerdo había sido modificado genéticamente para reducir el riesgo de rechazo y al receptor se le administró una serie de anticuerpos para suprimir la respuesta inmunitaria. Además, el receptor ya tenía otro pulmón, lo que podría haber influido en la respuesta inmunitaria y en el funcionamiento del pulmón del donante.
El periodo de observación en el estudio de Guangzhou tampoco fue lo suficientemente largo como para determinar si el cuerpo podría rechazar el órgano más adelante, explica Bharat. “Un éxito a corto plazo, incluso si se tiene un pulmón que sobrevive uno o dos días, no se traduce necesariamente en un éxito a corto o largo plazo”, dijo.
No obstante, es probable que el trasplante contribuya a avanzar en el conocimiento científico sobre el xenotrasplante de pulmón porcino, añadió Bharat, que hasta ahora se ha probado principalmente en primates no humanos.
A pesar de los posibles beneficios para los receptores humanos, criar animales en laboratorios únicamente para obtener sus órganos y experimentar con pacientes en muerte cerebral que no pueden expresar su consentimiento plantea complicadas cuestiones bioéticas, reconoce Insoo Hyun, afiliado al Centro de Bioética de la Facultad de Medicina de Harvard. “Es una decisión que debe tomar la institución y los revisores éticos”, subraya.
E incluso si se demuestra que es seguro y viable para los seres humanos, el xenotrasplante podría acabar dando lugar a un “sistema de dos niveles” en el que algunos pacientes recibirían órganos animales y otros, órganos humanos. Y si resulta que hay diferencias de calidad entre los tipos de órganos, señaló, “si [hay] una segunda mejor opción, ¿quién recibe la segunda mejor?”.
