¿Los animales también sueñan?

Las ratas practican correr a través de laberintos, los gatos imaginan futuras cacerías en sus cabezas. Los científicos están aprendiendo más que nunca sobre los animales soñadores.

Un golden retriever descansa en el Valle de la Luna en el desierto de Atacama, Chile.

Fotografía de Alex Saberi Nat Geo Image Collection
Por Brian Handwerk
Publicado 10 nov 2022, 15:04 GMT-3

Si alguna vez has visto a un perro durmiendo la siesta, probablemente te hayas preguntado si los animales sueñan.

Es una pregunta complicada. Todavía no sabemos exactamente por qué los humanos sueñan, o por qué los sueños pueden ser importantes. Estudiar los sueños de los animales es aún más difícil; los perros no pueden decirnos qué los hizo lloriquear o correr durante una siesta.

Dependiendo de cómo uno los defina, los sueños de los animales podrían tener implicaciones intrigantes. "Creo que soñar nos da una forma de extender una serie de capacidades cognitivas a los animales; eso incluye cosas como las emociones, la memoria e incluso la imaginación", dice David M. Peña-Guzmán, quien estudia filosofía de la ciencia en la Universidad Estatal de San Francisco y recientemente ha escrito When Animals Dream: The Hidden World of Animal Consciousness (Cuando los animales sueñan: el mundo oculto de la conciencia animal, en español).

Sabemos que los primates tienen emociones, pero tengamos en cuenta a las arañas, ya que un estudio reciente sugiere que pueden experimentar un sueño similar al REM (sueño de movimientos oculares rápidos) e incluso sueños visuales. La idea de los sueños de las arañas suena extravagante, pero puede ser cierta.

"Tenemos la idea de que los sueños son una narrativa confabuladora con una especie de elementos locos y vívidos", dice Matthew Wilson, neurobiólogo del MIT. "Pero cuando observamos los modelos animales, simplemente estamos tratando de entender que es lo que sucede durante el sueño que podría influir en el aprendizaje, la memoria y el comportamiento".

Con qué sueñan los gatos

Los gatos domésticos fueron algunos de los primeros animales sometidos a la investigación del sueño. Michel Jouvet, un pionero de los estudios del sueño, descubrió evidencia de sueños felinos en la década de 1960 cuando observó el comportamiento de los gatos mientras dormían y que luego lo alteraban dramáticamente.

En el sueño REM, los músculos humanos no se mueven mucho a pesar de la intensa actividad mental que impulsa nuestros sueños. Este estado de atonía asegura que el cuerpo no actúe durante nuestros sueños sin importar cuán reales parezcan. Jouvet aprendió que, en los gatos, una estructura del tronco encefálico llamada protuberancia parecía regular el sueño REM y producir parálisis parcial.

Sin embargo, al eliminar partes de la protuberancia, Jouvet causó un cambio dramático en el comportamiento. Con sus cerebros estando en la fase profunda del sueño REM, los gatos comenzaron a moverse como si estuvieran despiertos, cazando, saltando, acicalándose y defendiéndose agresivamente contra amenazas invisibles.

Jouvet llamó a este período sueño paradójico, cuando el cuerpo está quieto pero la mente permanece completamente activa. Esto proporcionó una ventana a lo que estaba sucediendo en los cerebros dormidos de los gatos.

"Los gatos tuvieron comportamientos que son muy fáciles de interpretar como un mapeo sobre una experiencia de vigilia", dice Peña-Guzmán.

Las ratas reviven recuerdos de los laberintos

Las ratas, después de correr en un laberinto durante el día, pueden volver a correr la misma ruta mientras duermen, acorde a lo demostrado por la investigación. Al estar despierta, el hipocampo de la rata (que es una parte del cerebro responsable de crear y almacenar recuerdos) recuerda el patrón neuronal de la navegación por el laberinto. Más tarde, cuando duerme, el cerebro reproduce el patrón idéntico, lo que sugiere que la rata recuerda o vuelve a aprender el laberinto de nuevo.

Este hallazgo de 2001 fue uno de los primeros en sugerir que los animales tenían sueños complejos. Y fue solo el comienzo, dice el coautor Wilson, neurobiólogo del MIT.

"Hemos realizado otros estudios que sugieren que las formas en que los recuerdos de experiencias pasadas vuelven a surgir en el sueño podrían ser similares a lo que experimentaríamos como sueños".

Esos estudios del cerebro de las ratas muestran que cuando se generan los recuerdos del laberinto durante el sueño, las imágenes visuales que los acompañaban también se reactivan, lo que significa que los roedores dormidos vieron lo que habían visto en el laberinto mientras estaban despiertos. Lo mismo se ha descubierto sobre las áreas auditivas e incluso emocionales que se reactivan cuando la rata vuelve a ejecutar el laberinto durante el sueño REM.

"Muchas cosas sugieren que hay una amplia re-experimentación del estado de vigilia durante el sueño", cree Wilson. "Si queremos llamar a eso sueños, me siento perfectamente cómodo con esa descripción. La parte interesante es, si eso es lo que está pasando, ¿qué significa?"

Los pinzones cebra recuerdan canciones

A pesar de ser conocidos por sus canciones líricas, los pinzones cebra no nacen siendo cantores. Las aves deben aprender escuchando, practicando y, tal vez, soñando.

En el 2000, los investigadores descubrieron que las neuronas del cerebro anterior de las aves se disparan con un patrón distinto mientras cantan una canción, una que los científicos pueden recrear nota por nota. Mientras las aves duermen, sus cerebros reproducen este mismo patrón, replicando la canción que escucharon y cantaron ese día, sugiriendo que las aves recuerdan y practican canciones mientras duermen.

Los autores del estudio sospechan que los pájaros cantores sueñan con cantar. ¿Los pájaros soñadores reviven sus experiencias de vigilia? ¿O los sueños cantados son más como algoritmos que se ejecutan sin darse cuenta? Los científicos pueden estar cada vez más cerca de averiguarlo.

Después de continuas investigaciones realizadas durante dos décadas, los pinzones fueron los primeros no mamíferos en los que se detectó que tenían una estructura de sueño similar a la de los humanos, incluido el sueño REM. Trabajos más recientes muestran que las aves también mueven sus músculos vocales para que coincidan con la música de sus cerebros, y se les puede pedir que canten una canción que se les toca mientras duermen

Los pinzones dormidos también producen variaciones en sus canciones, lo que sugiere que recopilan información sensorial mientras están despiertos y crean cambios adaptativos improvisando nuevas versiones para promover el aprendizaje en un estado onírico.

Durmiendo profundamente con los peces

El pez cebra también experimenta un sueño similar al REM, según el neurobiólogo de Stanford Philippe Mourrain. Mientras duermen, estos peces pierden tono muscular, desarrollan latidos cardíacos arrítmicos y muestran una actividad cerebral que se parece a la de un pez despierto. Una diferencia notable con los humanos, aunque no con todos los demás animales, fue que los peces no movieron los ojos.

El hallazgo sugiere que el sueño REM, el estado en el que ocurren la mayoría de los sueños, puede haber evolucionado hace al menos 450 millones de años, antes de que los animales terrestres y acuáticos divergieran en su evolución.

"Hace veinte años, la gente me decía que los peces ni siquiera duermen", dice Mourrain. "Ahora vemos ... Esas características de comportamiento se conservan desde insectos hasta arañas y vertebrados. Y en el sueño REM, pierdes el control de tus sistemas reguladores más vitales. La evolución no habría conservado un estado tan frágil de no ser importante".

Pero, ¿por qué importa soñar? ¿La conservación del sueño REM a través de la evolución significa que incluso los peces podrían soñar? 

Eso depende de tu definición de soñar. Para Mourrain, soñar se explica mejor como simplemente la mezcla de sinapsis, o en otras palabras, el restablecimiento de las conexiones neuronales que prepara nuestro sistema nervioso para el día siguiente a través de procesos como la consolidación de la memoria y la optimización cognitiva.

"No me sorprendería si se encuentran sueños reales en los animales, y creo que eventualmente podremos demostrarlo científicamente", dice. 

"Hiciste algo durante el día, y tu cerebro lo reproducirá, lo integrará y lo mezclará con otras experiencias. No somos la única especie capaz de recordar y aprender".

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