3 mitos del antiguo Egipto que te sorprenderán

Los antiguos egipcios creían que el universo surgió de un inmenso océano y que los humanos fueron creados a partir de las lágrimas del dios Sol. Descubre más sobre las creencias de esta increíble civilización.

Por Redacción National Geographic
Publicado 18 may 2023, 08:55 GMT-3
Representaciones de deidades egipcias en la pared norte de la tumba del rey Tut.

Representaciones de deidades egipcias en la pared norte de la tumba del rey Tut.

Fotografía de Kenneth Garrett

Cuando hablamos del Antiguo Egipto, nos referimos a la civilización que prosperó hace unos 4000 años en el noreste de África, a orillas del río Nilo. Sus numerosos logros, conservados en su arte, sus monumentos y su ciencia, ejercen una fascinación que sigue creciendo a medida que nuevos hallazgos sacan a la luz sus secretos.

Aunque gran parte de esta civilización sigue siendo un misterio, algunos aspectos principalmente religiosos que dictaban la vida en el Antiguo Egipto son ya bien conocidos. Esto se debe a que muchos de los documentos hallados por historiadores y arqueólogos, por ejemplo, el Libro de los Muertos, narran la religión, los mitos y las creencias de los antiguos egipcios

1. El mito de la creación

De acuerdo con el Centro Americano de Investigación sobre Egipto (Arce, por sus siglas en inglés), la mitología egipcia cuenta que antes de la creación solo había oscuridad alrededor de un enorme océano primitivo llamado Nun. Entonces, cuando el aliento de vida fue fuerte y estuvo listo, la entidad Atum decidió que era hora de que comenzara la creación. Así, una isla surgió de las aguas para sustentar a esta deidad, que se manifestó en forma de Ra, el dios Sol de Egipto.

En una colina que acababa de emerger, lo que sería la antigua ciudad de Iwn (más tarde llamada Heliópolis por los griegos), Ra creó los primeros dioses a partir de sí mismo. Nacieron entonces el dios Shu (de la aridez y el aire) y su compañera Tefnut (diosa de la humedad), formando la atmósfera. Ellos engendraron otros dioses para completar el Cosmos egipcio: Geb, el dios de la Tierra, y Nut, la diosa del Cielo, completando la formación del mundo. 

Entonces la Tierra y el Cielo engendraron los Principios de la Vida, compuestos por los dioses Osiris, el ser perfecto que acabaría gobernando el resto del mundo, Isis (madre de todos los faraones), Set (dios de las tormentas, el caos y la guerra) y Neftis (comúnmente representada como la señora del hogar y protectora de los muertos).

Los humanos, en cambio, surgieron de las lágrimas de Ra para habitar el mundo. 

Templo de Kom Ombo en el río Nilo en Egipto.

Fotografía de SHUTTERSTOCK

2. El mito de Osiris

Según el Arce, la mitología egipcia cuenta que Osiris asumió el gobierno del mundo después de Ra. Durante muchos años, fue un gobernante bondadoso y sabio que enseñó a los humanos la agricultura y la civilización, siempre con la ayuda de su hermana y esposa Isis, que le ayudó con la creatividad y la magia. 

La posición y el prestigio de Osiris crearon envidia en su hermano Set, conocido por ser indisciplinado. Set envidiaba tanto a Osiris que lo mató para heredar su trono y gobernar Egipto a su antojo. 

Pero, con el uso de la magia, Isis consiguió resucitar a Osiris, que volvió a la vida el tiempo suficiente para fecundar a la diosa. Entonces, dice la mitología egipcia, Osiris partió al más allá para gobernar a los difuntos.

De esta última relación entre Isis y Osiris nació el dios Horus, que crecería para vengar a su padre y recuperar el trono de Egipto. 

3. El mito de Horus y Set

Según la Enciclopedia Británica, la plataforma de datos del Reino Unido para la educación, Horus es un dios de la antigua religión egipcia que adopta la forma de un halcón. Pero el mito más famoso que involucra a este dios narra la batalla contra Set por el trono de Egipto

La mitología egipcia cuenta que Horus y Set reunieron un verdadero ejército para la batalla, y se libraron sangrientos enfrentamientos durante años. En un último combate, Horus encontró a Set en medio de su ejército y lo atacó. Set lo intentó, pero no pudo escapar al ataque de Horus, que acabó sacándose un ojo en la pelea. 

Apiadándose de Horus, Hathor, la diosa del cielo, de las mujeres, de la fertilidad y del amor, restauró el ojo del dios, que se convirtió en una representación de plenitud y curación. Según la enciclopedia, por esta razón, el símbolo del Ojo de Horus se utilizaba a menudo como amuletos de protección, salud y restauración.

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