Día Mundial del Elefante: descubre cómo las “niñeras” cuidan a los bebés elefante cuando la mamá necesita ayuda
Las cuidadoras de elefantes desempeñan un papel importante en su sociedad, consolando y enseñando a los bebés cuando la mamá está ocupada.

Las allomadres, también conocidas como "niñeras", desempeñan un papel importante en la sociedad de los elefantes, consolando y enseñando a los bebés mientras echan una mano a la mamá.
En diciembre de 2023, una elefanta africana de 10 años desapareció de su manada en la Reserva Nacional Samburu de Kenia. Cuando regresó un mes después, iba acompañada de dos hembras no emparentadas, que se cree que tenían unos 10 y 15 años; la más joven llevaba una cría recién nacida.
Según Giacomo D'Ammando, director de investigación de la organización conservacionista Save the Elephants, con sede en Kenia, lo que ocurrió a continuación fue sorprendente.
“La elefanta que acababa de regresar había asumido el papel de cuidadora, ayudando a la joven e inexperta madre a criar a su bebé, como una niñera”, explica D'Ammando.
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Aunque se trata de una historia excepcional, las allomadres (elefantes hembra que ayudan a cuidar de crías que no son suyas) siempre han existido. Desempeñan un papel importante en la sociedad de los elefantes, consolando y enseñando a las crías mientras echan una mano a mamá.
“Son esencialmente niñeras y están presentes en toda la sociedad de los elefantes”, señala Shifra Goldenberg, científica especializada en sostenibilidad de poblaciones de la Alianza para la Vida Silvestre del Zoo de San Diego, que ha estudiado los elefantes salvajes de Kenia.
A veces son hembras mayores, como abuelas o tías, las que desempeñan este papel, “pero lo más habitual es encontrar a este tipo de jóvenes... que se sienten muy atraídas por los bebés, quieren pasar tiempo con ellos y cuidarlos, y eso les reporta muchos beneficios”, explica. La mayoría de las niñeras tienen menos de 15 años y nunca han dado a luz, señala D'Ammando.

Una matriarca elefante es seguida por sus crías.
Las madres más jóvenes adquieren una experiencia vital en la crianza al interactuar con sus crías adoptivas, explica Goldenberg. Además, las madres tienen más ojos para su cría. Como los elefantes tienden a dispersarse para buscar comida, “ayuda tener más patas y trompas alrededor de la cría”, añade.
Según D'Ammando, las niñeras pasan mucho tiempo saludando y tocando al bebé.
También consuelan a las crías angustiadas, a menudo “tocándolas por todas partes” con la trompa, indica la científica. D'Ammando dice que las niñeras intervienen en diversas situaciones de estrés, por ejemplo, si una cría se cae y no puede andar bien, o si se queda atascada en el barro o entra en pánico tras separarse de su madre.
En situaciones de mucho estrés, todas las hembras del grupo se ponen a defenderse en grupo, añade el especialista.


Dos crías de elefante africano juegan cerca de un elefante adulto que pasta.
Un elefante juvenil juega en un río en la Reserva Nacional de Samburu, en el norte de Kenia.


Un elefante recién nacido duerme a la sombra de su madre.
Un elefante joven levanta la trompa.
Por ejemplo, en abril de 2025, un vídeo viral mostró un terremoto de magnitud 5.2 en el San Diego Zoo Safari Park de Escondido (California, Estados Unidos). Tres de las elefantas más viejas del parque se apresuraron a formar un círculo protector alrededor de dos crías de 6 años. Según Mindy Albright, conservadora de mamíferos del parque, las acciones de este vídeo son un buen ejemplo de la dinámica de manada en general.
"La estrategia de supervivencia es la clave, ¿verdad?”, dice. “Y por eso, cada vez que hay algún tipo de señal de peligro, verás a la manada congregarse y a menudo crear estos círculos de alerta en los que las crías están en el centro para que puedan estar más protegidas”.
Sin embargo, Goldenberg afirma que los instintos de cuidado maternal de la elefanta “niñera” también salieron a relucir durante el terremoto. Cuando uno de los elefantes jóvenes se quedó fuera del círculo, su niñera le dio repetidos golpecitos en la espalda y la cara como para animarle a volver.
Según la científica, la relación entre la niñera y el bebé incluye mucho juego, lo que ayuda a las crías a ganar confianza para acabar independizándose de mamá, un proceso que dura años y es diferente para cada elefante, aunque muchos alcanzan la independencia nutricional alrededor de los 4 años. Al final, las hembras permanecen con su grupo natal, mientras que los machos se dispersan gradualmente en torno a los 14 años.
Los elefantes también practican la “alosucción”, en el que las crías se alimentan de las hembras jóvenes más por comodidad que por nutrición.

Una elefanta cuida de dos crías huérfanas por la muerte de sus madres.
“Las hembras suelen probar a dejar que la cría se alimente de ellas aunque no estén necesariamente lactando”, dice Albright sobre la manada del Safari Park. "Así que las ves practicar. Incluso utilizarán su trompa para intentar guiarlas hasta su pezón, como intentando decirles: ‘Yo también puedo consolarte, y soy un recurso para ello’".
El personal del Safari Park también ha sido testigo de pijamadas improvisadas en las que los pequeños elefantes cansados se acercan a las madres mientras éstas buscan comida.
“Se acurrucan con ellos y duermen en estos grandes grupos de crías que cuidan de los bebés mientras las madres pueden ir a buscar comida durante la noche”, dice Albright. “Son realmente adorables”.
