Esta estatua de Vlad III Draculea, o Vlad el Empalador, se encuentra en el parque Chindia ...

Día Mundial de Drácula: cómo la sed de sangre de Vlad el Empalador inspiró la historia del famoso vampiro

La despiadada brutalidad de Vlad III de Valaquia, forjada por el enfrentamiento del siglo XV entre el Reino de Hungría y el Imperio Otomano, inspiraría en parte siglos más tarde la clásica novela de vampiros de Bram Stoker.

Esta estatua de Vlad III Draculea, o Vlad el Empalador, se encuentra en el parque Chindia de Târgoviște (Rumanía).

Fotografía de Paolo Verzone, VU
Por Juan José Sánchez Arreseigor
Publicado 23 may 2025, 15:35 GMT-3

¡Drácula, príncipe de las tinieblas, señor de los no muertos! Este personaje mítico saltó a la luz en la imaginación febril del escritor irlandés Bram Stoker en 1897. Pero la figura histórica que comparte nombre con el ícono literario no era menos temible. Vlad III Drácula fue el voivoda (un líder militar con aspecto de príncipe) de Valaquia, un principado que se unió a Moldavia en 1859 para formar Rumania, de forma intermitente entre 1448 y 1476.

Su biografía podría haber pasado desapercibida para muchos, a no ser por Drácula, una novela de Bram Stoker publicada en 1897. La historia de Stoker se convirtió en un clásico, tanto es así, que cada 26 de mayo se conmemora el Día Mundial de Drácula, en coincidencia con el aniversario de publicación del libro. En esta fecha, conoce más sobre Vlad III y su gobierno del terror.

También conocido como Vlad III, Vlad Drácula (hijo del Dragón) y, más famoso, Vlad el Empalador (Vlad Tepes en rumano), fue un líder brutal y sádico famoso por torturar a sus enemigos. Según algunas estimaciones, es responsable de la muerte de más de 80 000 personas a lo largo de su vida, un gran porcentaje de ellas por empalamiento.

La crueldad de Vlad III era real, pero su fama de villano se extendió por la Europa del siglo XV gracias a la imprenta, cuyo auge coincidió con su reinado. Los panfletos propagandísticos escritos por sus enemigos se convirtieron en best sellers

Siglos más tarde, la siniestra reputación de Vlad el Empalador cobró nueva vida cuando Stoker encontró el nombre de Drácula en un viejo libro de historia, se enteró de que también podía significar diablo” en Valaquia y dio ese nombre a su vampiro de ficción. Hoy Vlad III es una especie de héroe nacional en Rumania, donde se le recuerda por defender a su pueblo de la invasión extranjera, ya fueran soldados turcos o mercaderes alemanes.

A VAMPIRIC RETREAT

El castillo de Bran, también llamado castillo de Drácula, se terminó de construir en el siglo XIV para proteger las fronteras de Transilvania del Imperio Otomano, 60 años antes del reinado de Vlad III. Aunque no guarda ninguna relación con el voivoda, sigue siendo un popular destino turístico que funciona como museo histórico.

Fotografía de Paolo Verzone, VU
Vampire Hunter Kit
The Interrogation Seat
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Equipado con una cruz, una pistola, una estaca de madera y otros objetos, estas herramientas se exponen en una de las salas del castillo de Bran.

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En la Edad Media, estas sillas se utilizaban a menudo durante las investigaciones judiciales preliminares regulares en Europa central. Sujetos y desnudos en el asiento, los acusados soportaban horas de tortura, en las que los pinchos les perforaban la piel.

FOTOGRAFÍAS DE Paolo Verzone, VU

La historia familiar de Vlad III, que inspiró Drácula

Vlad III, el segundo de cuatro hermanos, nació probablemente en 1431 en Transilvania, una parte escarpada y verde de la actual Rumania (oficialmente pasó a formar parte de ese país en 1947). Su madre era la princesa Cneajna de Moldavia. Su padreVlad II, era hijo ilegítimo de un noble valaco que pasó su juventud en la corte de Segismundo de Luxemburgo, rey de Hungría y futuro emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

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    Saddle

    En la imagen, una silla de montar de 1440 con el símbolo de la Orden del Dragón. Se conserva en el Royal Armouries Museum de Leeds, Inglaterra.

    Fotografía de Bridgeman, ACI

    El mismo año en que nació Vlad III, su padre fue admitido en la Orden del Dragón. Al igual que otras órdenes caballerescas, esta sociedad militar cristianafundada en 1408 por Segismundo, seguía en líneas generales el modelo de los cruzados medievales; sus miembros eran 24 caballeros de alto rango comprometidos a luchar contra la herejía y detener la expansión otomana

    Al ingresar en la orden, Vlad II recibió el apellido Dracul (Dragón)Su hijo Vlad III fue conocido como Vlad Draculea, o Drácula, “hijo del Dragón”. En 1436 Segismundo nombró a Vlad II voivoda de Valaquia, pero Vlad II no permaneció leal. Pronto cambió de bando y se alió con el líder otomano, el sultán Murad II. Para garantizar su lealtad, Murad exigió a Vlad II que entregara a dos de sus hijos, Vlad III y Radu el Hermoso.

    DIVINE ART

    La Biserica Domnească (Iglesia Principesca) de Curtea de Arges se terminó en 1352. Típica de muchas iglesias ortodoxas rumanas, las paredes están cubiertas de iconos que actúan como representaciones visuales de la Biblia.

    Fotografía de Paolo Verzone, VU

    En 1447Vlad II fue derrocado como gobernante de Valaquia por los boyardos o aristócratas locales, y posteriormente capturado y asesinado. Ese mismo año, el hermano mayor de Vlad III, Mircea II, fue cegado y enterrado vivo. Janos Hunyadi, regente de Hungría, que había instigado el asesinato de Vlad II, nombró nuevo voivoda a Vladislav II, otro noble valaco. Los historiadores no pueden asegurar si estos acontecimientos motivaron la sed de venganza de Vlad III, pero una cosa está clara: poco después de ser liberado del cautiverio otomano, hacia 1447, Vlad III comenzó su lucha por el poder.

    En 1448, con ayuda otomana, Vlad III, que entonces tenía 16 años, expulsó a Vladislav II de Valaquia y subió al trono. Solo duró dos meses como voivoda antes de que los húngaros restituyeran a Vladislav. Vlad III se exilió; poco se sabe de sus siguientes ocho años, en los que se movió por el Imperio Otomano y Moldavia.

    Loyal Tradition

    Celebración del nacimiento de María, protectora de la ciudad de Târgoviște, en el conjunto monumental de Curtea Domneascā, en Târgoviște, Rumania.

    Fotografía de Paolo Verzone, VU
    A ROMAN ORTHODOX PORTRAIT
    A BOLD EXTERIOR
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    El padre Paul Salomon se encuentra en la catedral de Curtea de Arges, construida a principios del siglo XVI. Mircea el Viejo, abuelo de Vlad III, gobernó el principado de Valaquia desde la ciudad de Curtea de Arges.

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    La catedral, que se encuentra dentro del complejo del monasterio de Curtea de Arges, está dedicada a la Dormición de la Madre de Dios.  

    FOTOGRAFÍAS DE Paolo Verzone, VU

    En algún momento de este periodo parece haber cambiado de bando en el conflicto otomano-húngaro, ganándose el apoyo militar de Hungría. Vladislav II también cambió de bando y se unió a los turcos, lo que provocó un enfrentamiento entre los dos pretendientes al trono de ValaquiaVlad III se encontró con Vladislav en las afueras de Târgoviște el 22 de julio de 1456 y lo decapitó en un combate cuerpo a cuerpo. El reinado de Vlad III había comenzado.

    El gobierno del terror de Vlad III de Valaquia

    Valaquia había sido devastada por el incesante conflicto otomano-húngaro y las luchas internas entre boyardos enemistados. El comercio había cesado, los campos estaban inactivos y la tierra estaba invadida por la anarquía. Vlad III comenzó su reinado con una estricta represión del crimen, aplicando una política de tolerancia cero incluso para delitos menores, como mentir. 

    Elegía a dedo a plebeyos, incluso extranjeros, para los cargos públicos, una medida para consolidar el poder creando funcionarios que dependieran totalmente de él. Como voivoda, podía nombrar, destituir e incluso ejecutar a sus nuevos funcionarios a voluntad.

    En cuanto a los boyardos (las figuras de alto rango que habían asesinado a su padre y a su hermano mayor), Vlad III tenía un plan de venganza. En 1459 invitó a 200 de ellos a un gran banquete de Pascua, junto con sus familias. Allí mandó apuñalar y empalar a las mujeres y los ancianos; a los hombres los obligó a trabajar como esclavos. Muchos de estos trabajadores morirían de agotamiento mientras construían el castillo de Poenari, una de las residencias favoritas de Vlad III.

    Para sustituir a los boyardos, Vlad III creó nuevas élites: los viteji, una división militar formada por campesinos que se habían distinguido en el campo de batalla, y los sluji, una especie de guardia nacional. También liberó a los campesinos y artesanos de Valaquia de los tributos que pagaban al Imperio Otomano.

    Esto no quiere decir que la política interior de Vlad III fuera benévola. La brutal justicia aplicada a sus enemigos se aplicaba a veces también a su propio pueblo. Para deshacerse de vagabundos y mendigos, a los que consideraba ladrones, invitaba a un gran número de ellos a una fiesta, cerraba las puertas y los quemaba vivos. Exterminó a los romaníes o los alistó a la fuerza en el ejército. Impuso fuertes cargas fiscales a la población alemana y bloqueó su comercio cuando se negaron a pagar.

    Demonizing Dracula

    Las denuncias de Vlad III (como en este panfleto de 1488) solían proceder de los detractores y enemigos políticos del voivoda, ya fueran fuentes alemanas o la corte de Matías I, rey de Hungría.

    Fotografía de Rue des Archives, ALBUM

    Muchos de los alemanes bajo la égida de Vlad III eran sajones. No hay que confundirlos con los anglosajones de Inglaterra; eran emigrantes alemanes que se habían asentado en Transilvania en el siglo XII, después de que la región fuera conquistada por Hungría. En su mayoría eran comerciantes acomodados, pero para Vlad III eran aliados de sus enemigos.

    En los años siguientes, Vlad III arrasó pueblos sajones enteros y empaló a miles de personas. En 1459, cuando la ciudad sajona transilvana de Kronstadt (hoy Brasov) apoyó a un rival de Vlad III, la respuesta del voivoda fue salvaje. Tras imponer inicialmente restricciones al comercio de productos sajones en Valaquia, hizo empalar a 30 000 personas y, al parecer, cenó entre ellas para presenciar personalmente su sufrimiento. También incendió Kronstadt. De vuelta a Valaquia, empaló a los mercaderes sajones que violaban sus leyes comerciales.

    Aunque Vlad siguió identificándose con la prestigiosa Orden del Dragón, firmando como Wladislaus Dragwlya (“hijo del Dragón”), sus enemigos le dieron el sobrenombre menos noble de Tepes, “el Empalador”.

    Vlad III organizó varios ataques sangrientos contra comunidades católicas y contó con el apoyo de muchos de los suyos que, como cristianos ortodoxos, se sentían discriminados por los húngaros y los católicos sajones de Transilvania. Ciudades como Sibiu, Tara Barsei, Amlas y Fagara fueron atacadas y sufrieron muchas pérdidas antes de rendirse en 1460. Estas represalias llamaron la atención del papa Pío II, que elaboró un informe en 1462 en el que afirmaba que Vlad III había matado a unas 40 000 personas.

    La política exterior de Vlad III difería de la de su padre y de la de muchos otros líderes de la época. Nunca dejó de oponerse a los turcos, para lo que contó con el apoyo de Matías Corvino, alias Matías I, hijo de Janos Hunyadi y rey de Hungría.

    Las tácticas de Vlad III, tanto dentro como fuera del campo de batalla, contra los turcos fueron extraordinariamente brutales. En 1459, Mehmed II envió una embajada a Vlad III, reclamando un tributo de 10 000 ducados y 300 jóvenes. Cuando los diplomáticos se negaron a quitarse los turbantes, alegando costumbres religiosas, Vlad III saludó su devoción clavándoles los sombreros en la cabeza. En 1461, los turcos se ofrecieron a reunirse con Vlad para negociar la paz; en realidad pretendían tenderle una emboscada. Vlad III respondió con una incursión en los dominios turcos al sur del Danubio.

    A TIMELY DEFENSE

    La Torre del Reloj de Sighisoara, en la foto, se erigió en el siglo XIV para vigilar la entrada principal a la ciudadela. Vlad III nació probablemente en Sighisoara, una pequeña ciudad medieval fundada por colonos sajones en la región de Transilvania, en la actual Rumanía. El centro de la ciudad está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

    Fotografía de Paolo Verzone, VU

    En la primavera de 1462Mehmed II reunió un ejército de 90 000 hombres y avanzó sobre Valaquia. Tras llevar a cabo una serie de incursiones nocturnas y una guerra de guerrillas, Vlad III empleó su táctica característica: empaló a más de 23 000 prisioneros con sus familias y los expuso a lo largo de la ruta enemiga, a las afueras de la ciudad de Târgoviște. 

    El historiador francés Matei Cazacu escribe: “Había niños atados a sus madres en las estacas, y los pájaros habían hecho sus nidos en sus entrañas”. El espectáculo era tan espantoso que Mehmed II, tras ver el “bosque” de muertos, dio media vuelta y regresó a Constantinopla. Vlad III escribió a Matías I explicándole que había “matado a campesinos, hombres y mujeres, viejos y jóvenes. Matamos a 23 884 turcos, sin contar a los que quemamos en las casas ni a los turcos a los que nuestros soldados cortaron la cabeza”. Para demostrar la veracidad de sus palabras, presentó sacos llenos de narices y orejas cortadas. Como reconoció el propio Vlad III, la mayoría de las víctimas eran simples campesinos: cristianos serbios y búlgaros sometidos por los turcos.

    Dracula's nemesis

    El archienemigo de Vlad III, el sultán Mehmed II, mandó pintar este retrato en 1480 a Gentile Bellini, pintor italiano de la escuela veneciana. Ahora se encuentra en la National Gallery de Londres.

    Fotografía de Mary Evans, AGE FOTOSTOCK

    Al final, los turcos se impusieron porque los boyardos valacos habían desertado a favor de Raduhermano de Vlad III. Radu garantizó a la aristocracia que, al ponerse del lado de los otomanos, recuperarían los privilegios que Vlad III les había arrebatado. Radu atrajo el apoyo de la población rumana, cansada de la sed de sangre de Vlad III.

    El poder, el dinero y las tropas de Vlad III habían menguado tanto que Matías I pudo hacerlo prisionero en 1462Vlad fue encarcelado en Hungría durante 12 años, mientras el poder cambiaba de manos varias veces en Valaquia. 

    Hacia 1475 Matías I envió a Vlad III a recuperar Valaquia para Hungría. En noviembre de 1476, Vlad III obtuvo una primera victoria, pero un mes después sufrió una brutal derrotaSu rival, apoyado por tropas otomanas, le tendió una emboscada, lo mató y lo decapitó. Según la mayoría de los informes, su cabeza cortada fue enviada a Mehmed II en Constantinopla para ser expuesta sobre las puertas de la ciudad.

    A pesar de todo, Vlad III podría haber sido una mera nota a pie de página de la Edad Media de no ser por un libro publicado en 1820Escrito por William Wilkinson, cónsul británico en Valaquia, An Account of the Principalities of Wallachia and Moldavia: With Various Political Observations Relating to Them se adentra en la historia de la región y menciona al famoso Vlad el Empalador.

    Bram Stoker nunca visitó la patria de Vlad, pero se sabe que conoció el libro de Wilkinson en 1890. Después escribió lo siguiente: “Voivode (Drácula): Drácula en lengua valaca significa diablo. Los valacos acostumbraban a darlo como apellido a cualquier persona que se hiciera notar por su valor, sus acciones crueles o su astucia”. Mientras que la vida de Vlad el Empalador había terminado hacía tiempo, la perdurable leyenda de Drácula no había hecho más que empezar.

    La inspiración de Bram Stoker para escribir Drácula

    ¿Fue Vlad Drácula la única inspiración para el vampiro superventas de Bram Stoker?

    El escritor irlandés Bram Stoker publicó en 1897 una novela ambientada en Transilvania, con un misterioso vampiro como hipnótico villanoDrácula entusiasmó a los lectores, que empezaron a especular sobre la fuente de inspiración de Stoker. Muchos teorizaron que la sangrienta vida de Vlad el Empalador, el gobernante medieval de Valaquia también conocido como Drácula, fue la única base de Stoker para el personaje, pero Stoker se basó en muchas fuentes para su creación más infame.

    Los vampiros estaban de moda a finales de la época victoriana, y es probable que Stoker conociera obras góticas anteriores como el poema de Goethe La novia de Corinto (1797); El vampiro (1819), un relato corto de John W. Polidori; y la novela Carmilla (1872), de Joseph Sheridan Le Fanu. También se han señalado las notables conexiones entre Drácula El capitán vampiro (1879), novela escrita 18 años antes que el libro de Stoker por Marie Nizet, una joven belga de 19 años emparentada con exiliados rumanos.

    PICTURESQUE

    Esta es una vista de la ciudad de Sighisoara desde la ciudadela.

    Fotografía de Paolo Verzone, VU

    Sin duda, Stoker había leído sobre el vampirismo en los Cárpatos, y en 1890 estaba escribiendo una novela titulada Los no muertos, sobre un personaje ficticio al que llamó Conde Wampyr. Durante sus vacaciones de ese año en Whitby, Inglaterra, Stoker encontró en la biblioteca local un libro raro titulado An Account of the Principalities of Wallachia and Moldavia (1820), escrito por el diplomático británico William Wilkinson. En él se mencionaba al voivoda Drácula, explicando en una nota a pie de página que en lengua valaca, dracul significa “diablo”, mientras que en húngaro significa “dragón”.

    Stoker no tardó en transformar su Wampyr en Drácula. En el transcurso de la novela, cuando el personaje titular esboza un panorama histórico a su huésped Jonathan Harker, es seguramente el relato de Wilkinson el que está detrás. Dadas todas estas conexiones, parece muy probable que la vida de Vlad III haya proporcionado material para la novela de Stoker.

    Más recientemente, sin embargo, algunos estudiosos e historiadores han propuesto una intrigante teoría alternativa para la fuente primaria de Dráculauna epidemia de cólera del siglo XIX que mató hasta 1000 personas en la ciudad de Sligo, al oeste de Irlanda. La madre de Stoker, Charlotte Thornley, sobrevivió a ella cuando era una niña de 14 años y más tarde se la describió a su hijo con espeluznantes detalles.

    En 2018 investigadores irlandeses, dirigidos por Marion McGarry, de la Sligo Stoker Society, estudiaron los escritos de Thornley. “Bram de adulto pidió a su madre que le escribiera sus recuerdos de la epidemia”, escribió McGarry, “y él complementó con su propia investigación de la epidemia de Sligo”.

    El brote provocó un pandemónium. Para evitar que la gente huyera de Sligo y propagara la peste, los funcionarios cavaron trincheras alrededor de la ciudad y bloquearon las carreteras. Los cadáveres yacían en las calles. Médicos y enfermeras se llevaban a los enfermos de cólera, bajo el efecto del opio o el láudano, y los colocaban prematuramente en fosas comunes.

    AN EVENING SPECTACLE

    La Torre Chindia, en los monumentos de Curtea Domneascā, es una de las atracciones turísticas más importantes de Târgoviște. Comenzó a construirse durante el reinado de Vlad III, pero no se terminó hasta mucho después. A lo largo de los años, ha servido para muchas funciones, como campanario, defensa y refugio.

    Fotografía de Paolo Verzone, VU

    A Stoker le fascinaba la descripción que hacía su madre de las víctimas del cólera que eran enterradas vivas (un vínculo, quizá, con el estado de no muerto de Drácula). En una rara entrevista sobre Drácula, el famoso y reservado Stoker reconoció que su historia estabainspirada en la idea de que alguien fuera enterrado antes de estar completamente muerto”.

    La novela de terror de Stoker despertó la imaginación, y décadas más tarde, la icónica interpretación de Bela Lugosi del Conde Drácula en la gran pantalla en 1931 convirtió la palabra en sinónimo de vampiro. El acento y el oscuro aspecto del actor húngaro dieron vida al conde de Transilvania e inspiraron innumerables imitaciones.

    Los lugares asociados a la leyenda de Drácula son destinos populares. Algunos, como el castillo Poenari (Rumania), que fue una importante fortaleza del voivoda, están asociados a Vlad III. Otros lugares, como el castillo de Bran (conocido popularmente como el castillo de Drácula), en Rumania, no tienen ninguna relación con Vlad III. Algunos sostienen que el castillo de Bran fue la inspiración de Stoker para la casa de Drácula en la novela, pero Stoker nunca visitó Rumania, por lo que no pudo haberlo visto en persona.

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