
Desde la dificultad para camuflarse hasta la caza furtiva: las amenazas que enfrentan los animales albinos
Los mamíferos no son los únicos animales que pueden ser albinos. Esta rana verde albina reside en el Acuario Nacional de Baltimore.
Aunque son poco comunes en la naturaleza, se han visto animales albinos en todas partes, surcando los cielos o nadando en la profundidad de los océanos.
Estas criaturas únicas tienen una pérdida parcial o total de pigmentación, de ahí su tono de piel pálido en comparación con otros miembros de su especie. Aunque el nacimiento de un animal albino se considera un acontecimiento sagrado o auspicioso en algunas culturas, las investigaciones sugieren que algunos animales albinos tienen dificultades para sobrevivir en la naturaleza.

Este raro canguro gris albino vive en el Zoológico y Acuario de Columbus (Ohio, Estados Unidos).
Qué es el albinismo y por qué se produce en los animales
En los mamíferos, el albinismo se produce cuando un individuo hereda uno o más genes mutados de ambos padres que interfieren en la producción de melanina, el pigmento principal que determina el color de la piel, el pelaje y los ojos. La producción de melanina se produce en los melanocitos, células especializadas que están presentes pero no son totalmente funcionales en los mamíferos albinos.
Los animales no mamíferos también pueden ser albinos, pero como pueden producir otros pigmentos además de la melanina, es posible que no parezcan completamente blancos. Incluso los mamíferos albinos pueden mostrar algo de color si sus genes productores de melanina no han sido totalmente dañados.
Es importante señalar que no todos los animales blancos son albinos. Algunos animales simplemente tienen la piel clara o pueden padecer otras afecciones, como el leucismo y el isabelinismo. Para distinguir entre un animal albino y uno que no padece la enfermedad, hay que fijarse en los ojos: los vasos sanguíneos que normalmente están ocultos por el pigmento se ven en las criaturas albinas, lo que hace que sus ojos sean de color rosáceo.
(Ver también: Qué es el sargazo y para qué sirve)


Un puercoespín albino norteamericano en el Nebraska Wildlife Rehab, Inc. muestra sus púas.
El albinismo se produce cuando un animal hereda de ambos padres genes mutados que interfieren en la producción de melanina. Una serpiente real común albina en el Acuario de Tennessee.
Cómo afecta el albinismo a los animales
Los animales albinos pueden enfrentarse a obstáculos en la naturaleza. A menudo tienen mala vista, lo que les pone en desventaja a la hora de cazar para alimentarse y evitar el peligro. En algunos casos tienen dificultades para encontrar pareja, y su incapacidad para camuflarse les hace vulnerables a los depredadores. Tomemos como ejemplo a los caimanes albinos, que son un objetivo tan obvio para los depredadores que a menudo son devorados antes de alcanzar la edad adulta.
Los animales albinos y otros animales salvajes inusualmente pálidos también son más vulnerables a los cazadores furtivos que buscan sacar provecho de la creciente demanda de mascotas exóticas o productos derivados de criaturas raras. La amenaza para estos animales es tan real que una organización sin ánimo de lucro compró una isla frente a las costas de Indonesia con el único fin de construir allí un santuario para una orangután albina. Muchos animales albinos también son enviados a zoológicos para su protección. Uno de los animales albinos más conocidos de los zoológicos fue Snowflake, un gorila que apareció en la revista National Geographic y que murió de cáncer de piel en 2003.
Además de los cazadores furtivos, algunos cazadores de trofeos también prefieren las especies raras. Los ciervos albinos son tan atractivos para los cazadores, por ejemplo, que varios estados de Estados Unidos prohíben su captura.
Sin embargo, algunas criaturas albinas sí tienen éxito en la naturaleza. En Olney, Illinois, hay una próspera población de casi un centenar de ardillas albinas. La ciudad está tan orgullosa de ellas que anima a los residentes a alimentarlas y ha aprobado leyes para protegerlas de los atropellos.
