Los rinocerontes usan los estercoleros como una red social

Adiós Facebook: según un nuevo estudio, a los rinocerontes les llegan sus chismes olfateando las heces en una letrina comunal.

Por Carrie Arnold
Publicado 21 dic 2017, 19:45 GMT-2
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Rinoceronte blanco macho oliendo materia fecal de una hembra en un estercolero en Sudáfrica.
Fotografía de Courtney Marneweck

Desde ir a tomar un café hasta las reuniones de los fines de semana, la gente siempre se ha reunido para mantenerse al tanto de lo que ocurre. Resulta que, los rinocerontes blancos hacen lo mismo, sólo que su lugar de reunión es una enorme montaña de heces.

Según los resultados de un nuevo estudio, las partículas químicas encontradas en las heces de los rinocerontes blancos les proporcionan a otros rinocerontes que visitan la letrina comunal, también llamada estercolero, información acerca de edad, sexo, salud general y estado reproductivo.

“Nosotros vemos al excremento únicamente como un producto de desecho, pero en realidad es una muy buena forma de comunicación para los animales. Hay tanta información ahí que aún no hemos descubierto”, apunta la líder del estudio, Courtney Marneweck, una estudiante de doctorado en Ecología de University of KwaZulu-Nata en Sudáfrica.

Mediante el olfateo de las partículas químicas en las heces, muchos animales pueden para saber qué pasa con otros miembros de su especie. Es por eso que, por ejemplo, los perros constantemente huelen los postes/árboles.

Lo que diferencia a los rinocerontes de los perros olfateadores es que los rinocerontes defecan en el mismo lugar.

Ya era sabido que otras especies también se enteran de lo que pasa en los estercoleros, especialmente los mamíferos que viven en grandes grupos sociales, como las gacelas, los monos y los conejos, pero con este estudio es la primera vez que se confirma tal comportamiento en los rinocerontes.

Heces falsas

En Sudáfrica, Marneweck y sus colegas rastrearon a más de 200 rinocerontes blancos (uno por uno) de distintas poblaciones y tomaron muestras de su materia fecal después de que éstos habían ido a los estercoleros, lo cual les saber de qué animal en particular era cada muestra de excremento.

Encontrar los estercoleros fue sencillo, ya que los corpulentos mamíferos pisotean el pasto por los concurridos caminos donde pasan y, cuando la naturaleza hace su trabajo, éstos no se alejan demasiado. Es más, a 20 metros, es “difícil que no los veas”, afirma Marneweck. (Sorprendentemente, agrega, los estercoleros no huelen tan mal, pues la mayor parte del estiércol es pasto seco).

Posteriormente, los científicos analizaron la composición química del estiércol de estos animales y descubrieron que las heces de distintas edades y sexos, como las de animales jóvenes, machos dominantes y hembras en celo, contienen químicos distintivos.

Posteriormente, los científicos analizaron la composición química del estiércol de estos animales y descubrieron que las heces de distintas edades y sexos, como las de animales jóvenes, machos dominantes y hembras en celo, contienen químicos distintivos.

Después, los científicos crearon heces falsas de pasto y lodo, y las rociaron con los mismos compuestos encontrados en el estiércol de los tres grupos antes mencionados. Colocaron este excremento falso en ciertos estercoleros y observaron cómo reaccionaban los machos dominantes al mismo.

El equipo descubrió que los machos reaccionaron bastante bien al estiércol falso que contenía químicos de hembras que estaban en calor. Estos machos olfatearon las heces más tiempo que otros rinocerontes, fueron más veces al estercolero, y defecaron arriba del estiércol falso, según el estudio publicado el 11 de enero en Proceedings of the Royal Society B.

La respuesta que estos rinocerontes machos tuvieron muestra que estaban recolectando información de los químicos en el estiércol, afirma Marneweck.

Vigilancia constante

Los estercoleros proporcionan muchos beneficios a un grupo de animales, argumenta Madlen Ziege, estudiante de doctorado de la University of Frankfurt en Alemania.

“Es importante que todos los miembros de un grupo estén al tanto de lo que está pasando. Si sabes cómo se encuentra cada quien, no necesitas buscarlos o comenzar a pelear”, señala Madlen.

También son importantes para comunicarse con otras poblaciones de la misma especie, pero que están separadas. Por ejemplo, muchos estercoleros están situados al borde del territorio de un grupo y éstos sirven para reforzar sus límites, según Ziege.

De esta investigación se puede aprovechar más que hacer bromas de los animales y sus redes sociales. La líder del estudio, Marneweck, dice que aprender cómo se comunican los rinocerontes blancos podría ayudar a mantener vivas a las bestias gigantes.

Artículo publicado el 10 de enero de 2017.

Carrie Arnold es una periodista científica independiente y frecuente colaboradora de National Geographic en línea.

Sigue a Carrie Arnold en Twitter.

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