
Orangutanes de Borneo huérfanos juegan sobre el pasto en el Centro de Rehabilitación de Orangutanes de Sepilok, en la porción malaya de Borneo. Fundada en 1964, esta reserva es ahora el hogar de entre 60 y 80 orangutanes, y otros 25 orangutanes huérfanos están bajo el cuidado de guarderías.
Fotografía de Frans Lanting, National Geographic CreativeUna familia de orangutanes de Borneo se divierte en el Campamento Leakey, en el Parque Nacional de Tanjung Puting, en Borneo, Indonesia. En este campamento, que ocupa 49 kilómetros cuadrados (19 millas cuadradas), se han realizado investigaciones en orangutanes durante más de 40 años.
Fotografía de Ralph Lee Hopkins, National Geographic CreativeAzy es un orangután de 38 años de edad nacido en el Parque Zoológico Nacional Smithsoniano en Washington D.C. Desde entonces, ha formado parte de las investigaciones sobre conocimiento y lenguaje de señas.
Fotografía de Ian Nichols, National GeographicTras una tormenta, un orangután de Borneo se aferra a un árbol en el Campamento Leakey.
Fotografía de Ralph Lee Hopkins, National Geographic CreativeUn orangután de Borneo multifunción carga a su bebé, con la boca llena de alimentos, sobre una plataforma de alimentos del Campamento Leakey.
Fotografía de Ralph Lee Hopkins, National Geographic CreativeLa intimidad de los orangutanes en una turbera en el Centro de Rescate de Orangutanes en Borneo, Indonesia. Actualmente, este centro tiene alrededor de 600 orangutanes en rehabilitación con el fin de devolver algunos de ellos a la selva.
Fotografía de Mattias Klum, National Geographic CreativeEn una selva del Borneo Malayo, dos orangutanes usan hojas de enredadera para moverse de árbol en árbol. Por ser los mamíferos más grandes que habitan entre los árboles, los orangutanes dependen cien por cien de la existencia de selvas abundantes en vegetación.
Fotografía de Konrad Wothe, Minden Pictures, National GeographicUn orangután bebé se posa sobre una rama en el Campamento Leakey. Los orangutanes dan de mamar hasta que las crías tienen alrededor de seis años y, durante la adolescencia, las hembras suelen permanecer cerca de sus madres a fin de aprender las conductas maternas.
Fotografía de Thomas Marent, Minden Pictures, National GeographicLos orangutanes realizan una gran variedad de vocalizaciones, tal como vemos en esta hembra y su bebé en el Campamento Leakey. Pueden producir docenas de sonidos para comunicar desagrado, atracción sexual e incluso su ubicación geográfica.
Fotografía de Thomas Marent, Minden Pictures, National GeographicComo parte de su proyecto Photo Ark, el fotógrafo Joel Sartore hizo esta toma de un orangután de Sumatra macho en el Zoológico de Rolling Hills de Salina, Kansas. Las almohadillas de las mejillas de los machos, llamadas bridas, son el resultado de mayores niveles de testosterona y resultan atractivas para las hembras.
Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Photo ArkUn orangután de Borneo mira a sus alrededores en el Campamento Leakey. A pesar de que los tigres y las pitones son predadores ocasionales, los seres humanos son la peor amenaza para los orangutanes.
Fotografía de Ralph Lee Hopkins, National Geographic CreativeUn orangután descansa sobre un árbol en el Centro de Rescate de Orangutanes en Borneo. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza estima que, para el año 2050, los orangutanes podrían perder la mitad de lo que queda de su hábitat si las tendencias en deforestación se mantienen.
Fotografía de Mattias Klum, National Geographic CreativeUna madre y su bebé abrazados en el Campamento Leakey. Estas tan inteligentes criaturas comparten casi el 97 por ciento de sus genes con los seres humanos.
Fotografía de Thomas Marent, Minden Pictures, National Geographic