
¿Quién fue María Magdalena, una de las mujeres más incomprendidas de la Biblia?
La Magdalena penitente, de Guido Reni. Según la tradición cristiana, después de conocer a Cristo, María Magdalena se arrepintió de sus antiguos pecados. Esta mujer es uno de los personajes más reconocibles y malinterpretados de la Biblia. Los estudiosos han pasado cientos de años revisando textos religiosos y excavando ciudades antiguas en busca de pruebas de su vida.
María Magdalena es uno de los personajes más reconocidos de la Biblia. Se la ha llamado mujer poseída por demonios, trabajadora sexual y esposa de Jesús.
Su historia se ha escrito y reescrito innumerables veces en los 2000 años transcurridos desde que fue seguidora de Jesús de Nazaret, pero aún así, gran parte de la vida de María Magdalena sigue envuelta en misterio. A veces se la confunde con María de Betania, otra figura bíblica, y se cree que escribió un evangelio. Hay dudas sobre su verdadero nombre, cuándo y dónde nació y cómo murió.
¿Qué hay de cierto sobre ella y qué pruebas arqueológicas tienen los estudiosos sobre su vida y su mundo?
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La historia de María Magdalena
Las pruebas textuales sobre María Magdalena provienen en gran parte de los evangelios canónicos atribuidos a Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estos la identifican como parte del círculo de Jesús y como la persona que descubre su tumba vacía. También es la mujer que unge su cuerpo la mañana de Pascua.
Sin embargo, no siempre coinciden en los detalles sobre su vida. Lucas, por ejemplo, afirma que estaba poseída por demonios, mientras que otros sostienen que fue testigo de la crucifixión de Jesús.
Además, los evangelios no canónicos (escritos cristianos primitivos que no forman parte del Nuevo Testamento) ofrecen diferentes relatos sobre la relación de María con Jesús, incluyendo indicios de un fuerte vínculo entre ambos.
Algunos de estos textos señalan que "los discípulos varones la desprecian por ser mujer", indica James R. Strange, profesor de Nuevo Testamento Charles Jackson Granade y Elizabeth Donald Granade en la Universidad Samford de Alabama.
¿Qué otra información pueden extraer los estudiosos de estos textos? Elizabeth Schrader Polczer, profesora adjunta de Nuevo Testamento en la Universidad de Villanova, observa que "María Magdalena nunca es mencionada en relación con un hombre, como ocurría con muchas otras mujeres. Esto sugiere que María era una mujer independiente".

La lamentación de Cristo, un óleo de Sandro Botticelli, representa a María Magdalena a los pies de Cristo tras su crucifixión. Los Evangelios discrepan sobre si ella realmente presenció la crucifixión, y la ausencia de pruebas sobre su vida ha dado rienda suelta a la imaginación de los artistas.
Esta falta de certeza en los textos bíblicos sobre la vida de María Magdalena ha alimentado mitos, conceptos erróneos y especulaciones. El principal de ellos: que era una trabajadora sexual. Este mito se remonta al año 591, cuando el papa Gregorio I confundió erróneamente a María con un personaje que el Evangelio de Lucas identificaba como "pecadora". No hay pruebas de que eso sea cierto, pero la idea ha sido difícil de desmentir.
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Investigando el lugar de nacimiento de María Magdalena
Sin embargo, los estudiosos no solo se basan en pruebas textuales para examinar el pasado. La arqueología ha proporcionado importantes descubrimientos sobre el mundo descrito en la Biblia, aunque también plantea retos.
Según Strange, "las pruebas arqueológicas de la existencia de una figura antigua tienen que ser inscripciones, por ejemplo, en el suelo de mosaico de una sinagoga o en un sarcófago. Como se puede imaginar, normalmente encontramos nombres de personas ricas o poderosas, o ambas cosas, inscritos en objetos antiguos".
¿Ha habido algún descubrimiento de este tipo sobre María Magdalena?
El punto de partida lógico para explorar el mundo de María sería excavar el lugar del que procedía.
Tradicionalmente, muchos han asumido que el nombre "Magdalena" hacía referencia al lugar donde nació María: Magdala. Como resultado, a menudo se la conoce como "María de Magdala". ¿Dónde estaba exactamente Magdala? Los primeros teólogos no lo sabían con certeza.
Es posible que estuviera cerca del mar de Galilea. La arqueóloga Marcela Zapata-Meza, directora del Proyecto Arqueológico Magdala de 2010 a 2024, señala que "hay historias de peregrinos que afirman haber estado en la casa de María Magdalena a orillas del mar de Galilea", la región donde Jesús desarrolló su actividad.
En el siglo VI, los primeros cristianos comenzaron a referirse a un lugar específico como "Magdala", en las ruinas de una antigua ciudad situada en la orilla occidental del mar de Galilea.
Sin embargo, Schrader Polczer, junto con la historiadora Joan E. Taylor, profesora de Orígenes Cristianos y Judaísmo del Segundo Templo en el King's College de Londres, ha argumentado que no hay pruebas de que este lugar fuera el hogar de María.
"Durante el primer siglo, este lugar era conocido como [su nombre griego] ‘Tarichaea’", detalla Schrader Polczer. "No se conocía como Magdala durante la vida de Jesús".
Añade: "Es un error referirse a ella como ‘María de Magdala’, porque ningún autor de los evangelios se refiere a María Magdalena de esta manera. Más bien, los autores de los evangelios la llaman sistemáticamente ‘María la Magdalena’ o ‘la Magdalena María’. ‘Magdalena’ también podría indicar un título honorífico (‘María la Torre’) en lugar de su ciudad natal".
Las pruebas arqueológicas podrían, en teoría, zanjar estas cuestiones. Las excavaciones en Magdala revelan información útil sobre el mundo de María. En 2009, los investigadores descubrieron allí una antigua sinagoga, junto con una piedra tallada que representaba una menorá, lo que ilustra cómo los habitantes de Magdala del siglo I podían haber practicado la religión.
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También han encontrado instalaciones de agua escalonadas en espacios públicos y privados, que podrían haber sido utilizadas para la purificación ritual en la comunidad judía y que sin duda habrían sido un lujo. "Todas estas instalaciones reciben agua subterránea, lo que las convierte en las más puras de todo Israel", describe Zapata-Meza.
Sin embargo, "no hay pruebas arqueológicas sobre María Magdalena", aclara la investigadora. Aunque otros investigadores han afirmado haber localizado los restos de María en Francia o en una tumba del siglo I en Jerusalén, estas afirmaciones tienen poca credibilidad en la comunidad académica.
Llenando los vacíos de la vida de María Magdalena
No obstante, los estudiosos continúan descubriendo pistas tentadoras sobre la vida y obra de María Magdalena a medida que salen a la luz textos antiguos perdidos hace mucho tiempo. La publicación de P.Oxy 5577, un fragmento de papiro procedente de Egipto, puede revelar información crucial.
"María Magdalena bien podría haber sido una de las discípulas más cercanas a Jesús", considera Schrader Polczer, "y este fragmento de papiro respalda esta posibilidad, ya que Jesús instruye a una mujer llamada María sobre cómo convertirse en "una imagen de la luz eterna e incorruptible"".
Sin embargo, el papiro no identifica explícitamente a la mujer como María Magdalena.
Aun así, añade Schrader Polczer, los detalles básicos de su vida siguen siendo desconocidos. "Hay muchas cosas que nunca se sabrán sobre María Magdalena. No podemos estar seguros de dónde nació, quién era su familia, su edad en el momento de la crucifixión o qué le sucedió después de los acontecimientos de la mañana de Pascua".
Entonces, ¿por qué los investigadores siguen investigando el misterio de María Magdalena? Porque su historia ofrece una visión de la historia del cristianismo y porque fue incomprendida durante mucho tiempo.
Aunque la escasez de pruebas sobre su vida ha permitido que los mitos proliferen durante cientos de años, Schrader Polczer indica que "el lado positivo es que María ha sido la santa patrona de las trabajadoras sexuales y las ‘mujeres caídas’ a lo largo de los siglos".
De hecho, María Magdalena se ha asociado con personas que han sido marginadas históricamente, como los leprosos. Los hospitales medievales y modernos para leprosos a veces llevaban su nombre. Muchos siguen viéndola como alguien que representa a aquellos a quienes la sociedad descuida, rechaza o ignora.
"María Magdalena tiene un gran impacto en muchas personas que sienten que sus voces y sus historias no han sido escuchadas ni valoradas", afirma Schrader Polczer. Al sacar a la luz la historia de María Magdalena, "podríamos estar recuperando aspectos cruciales y olvidados de la visión de Jesús sobre la humanidad".