¿Cómo sobrevivió la gente a la tragedia de los Andes?
En medio de las mayores adversidades posibles, como heridas y temperaturas de -30ºC, un grupo de jóvenes sorprendió al mundo tras el accidente aéreo en los Andes con su unidad, organización y ganas de vivir
La portada de un periódico de la época del accidente aéreo es uno de los objetos del Museo Andes 1972, una institución dedicada al accidente situada en Montevideo (Uruguay).
El 13 de octubre de 1972, un grupo de 45 personas que viajaba de Montevideo (Uruguay) a Santiago (Chile) junto a jóvenes de un equipo escolar de rugby, sus familias y amigos para disputar un partido en la capital chilena, sufrió una tragedia que ha dejado su huella en la historia de la aviación mundial - y en la memoria de muchos en Sudamérica.
El avión fletado de la Fuerza Aérea Uruguaya en el que viajaban se estrelló al chocar contra la cordillera de los Andes, sometiendo a sus supervivientes a la radical experiencia de intentar sobrevivir a toda costa.
Descubra cómo 16 personas sobrevivieron al accidente aéreo en los Andes en 1972, tal y como se cuenta en el libro "La sociedad de la nieve", publicado en 2008 y escrito por Pablo Vierci, amigo de la infancia de los supervivientes.
Tragedia de los Andes: ¿Cómo se estrelló el avión uruguayo en la cordillera?
El día del viaje de los uruguayos a Chile presentaba unas condiciones meteorológicas terribles, muy mala visibilidad y fuertes turbulencias. Como consecuencia, el vuelo 571 se estrelló trágicamente contra una montaña de la cordillera de los Andes, a unos 3.500 metros de altura, cuando los pilotos bajaron la altura porque pensaban que ya habían superado las imponentes cumbres, según un artículo de la revista española National Geographic.
Justo en el momento del accidente, al bimotor se le desprendieron las dos alas y la cola, lo que provocó la muerte inmediata de 12 personas. Los 33 pasajeros restantes vivieron un auténtico drama durante los días en los Andes, y muchos no sobrevivieron: sólo 16 consiguieron ser rescatados 72 días después de la tragedia, en diciembre de 1972.
Enterate qué les ocurrió a estos pasajeros del vuelo 571 y quién desempeñó un papel clave durante los días en que el grupo tuvo que luchar por su vida en las gélidas montañas del Valle de las Lágrimas, en Mendoza (Argentina), a unos 1,2 kilómetros de la frontera con Chile.
Tragedia de los Andes: sobrevivir al frío y al hambre en la cordillera
Inmediatamente después del accidente, el número de heridos graves era elevado, y muchos quedaron atrapados entre los restos del avión. El dolor de las heridas, el intenso frío de la región (alrededor de -30ºC por la noche) y la falta de alimentos fueron los principales elementos que provocaron la muerte de varios pasajeros, poco a poco, con el paso de los días.
Los cadáveres se amontonaron dentro y fuera de lo que quedaba del avión. Según un artículo de la revista española National Geographic y el libro biográfico "La Sociedad de la Nieve", el décimo día después del accidente aéreo marcó el punto de inflexión en esta impactante historia.
Y es que los que aún estaban vivos escucharon, a través de una pequeña radio encontrada entre los restos del avión, la noticia de que se había suspendido la búsqueda.
Teniendo en cuenta el tiempo transcurrido desde el accidente y la temperatura de la zona, los gobiernos de Chile, Argentina y Uruguay habían dado por muertos a todos los pasajeros.
Uno de los principales factores que mantuvo con vida al grupo fue su capacidad para organizarse. Con mucho diálogo y reglas, crearon una especie de "sociedad", ya que tuvieron que aprender a recoger agua en la zona y a construir precarios refugios con fundas de asientos, como cuenta la página web del Museo Andes 1972, situado en Montevideo y creado en honor a todos los ocupantes del vuelo 571.
Con un único objetivo en mente -la supervivencia-, uno de ellos sugirió que la única opción viable que les quedaba en ese momento era practicar el canibalismo como forma de obtener las proteínas que necesitaban comiendo la carne de los cadáveres de sus amigos y familiares muertos. Al fin y al cabo, los supervivientes se encontraban en una región inhóspita, rodeados de nieve y sin ninguna fuente de alimento.
Aun con dilemas morales y religiosos y muchas discusiones, varios de los supervivientes empezaron a alimentarse de esta manera. A pesar de todo este esfuerzo sobrehumano, tras unas cuantas avalanchas de nieve -que sepultaron casi por completo los restos del avión bajo la nieve- murieron más personas y sólo quedaron 17.
Pablo Vierci, el autor del libro, es amigo de la infancia de los supervivientes.
Lo que hicieron Nando Parrado y Roberto Canessa para salvar al grupo tras el accidente en los Andes
Finalmente, en diciembre de 1972 y tras la muerte de uno de los amigos más resistentes y dedicados del grupo (Numa Turcatti), dos jóvenes que se encontraban en mejores condiciones físicas -Nando Parrado y Roberto Canessa- decidieron arriesgarse en una misión decisiva: emprendieron una escalada heroica a través de las gélidas montañas de los Andes en dirección a Chile en busca de ayuda.
Tal y como cuentan el libro y la web del Museo de los Andes 1972, tras 10 días de agotadora caminata, los dos llegan a un valle y allí se encuentran con el vaquero Sergio Catalán, que llama a las autoridades chilenas para -por fin- rescatar a los demás supervivientes 72 días después del accidente aéreo.
