¿Qué es un agujero de gusano? El concepto, que surgió de la teoría de la relatividad de Albert Einstein, prevé los viajes en el tiempo
Nacido en la física, el concepto sobre estas estructuras ha inspirado libros y series de ciencia ficción. Pero, ¿qué es exactamente un agujero de gusano?

Aunque los científicos trabajan desde hace años para comprender a los agujeros de gusano, estos no son más que una posibilidad teórica, ya que hasta ahora no hay pruebas de que realmente existan.
Un agujero de gusano se define como “una estructura hipotética asociada a un espacio-tiempo cuya topología es múltiplemente conexa”. En palabras más simples, se puede identificar como una estructura parecida a un agujero, en el cual la entrada y la salida están vinculadas a través de un túnel que “actúa como una deformación del espacio-tiempo”, detalla un artículo de National Geographic España.
De acuerdo con la Enciclopedia Britannica (una plataforma de conocimiento en inglés), una analogía útil para comprender este fenómeno es imaginar una hormiga que camina sobre una hoja de papel desde un punto A a un punto B. Si se curva el papel hasta superponer ambos puntos, el insecto puede pasar directamente de un punto al otro, evitando hacer un recorrido largo.

Un agujero de gusano visualizado como una superficie bidimensional. La ruta (a) es el camino más corto a través del espacio normal entre los puntos 1 y 2; la ruta (b) es un camino más corto a través de un agujero de gusano.
Agujeros de gusano y viajes en el tiempo: ¿Realmente existen?
El concepto de agujeros de gusano se remonta a las ecuaciones de la teoría de la relatividad general del físico alemán Albert Einstein, señala NatGeo, y ha llevado a pensar en la posibilidad de materializar los viajes en el tiempo.
Sucede que, tras los planteos de Einstein, la comunidad científica comenzó a trabajar con asombro sobre sus cálculos y teorías. Así, surgieron soluciones novedosas, como las formuladas por los físicos estadounidenses John Wheeler y Charles Misner, “que presentaban regiones del espacio-tiempo que conectaban dos ubicaciones distantes a través de un túnel hipotético”.
Aunque sus desarrollos teóricos no fueron considerados más que una curiosidad matemática durante algunas décadas, “a mediados del siglo XX, los físicos Kip Thorne y Michael Morris fueron capaces de refinar esas ecuaciones, proponiendo un modelo mucho más estable para aquellos fenómenos, a los cuales se empezó a conocer como ’agujero de gusano Morris-Thorne’”, continúa NatGeo España.
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Tal como explica la Enciclopedia Britannica, los agujeros de gusano resultan atractivos para la ciencia ya que ofrecerían la posibilidad de acortar enormes distancias entre estrellas, por lo que serían útiles para los viajes espaciales. A su vez, “dado que el túnel conecta momentos en el tiempo y lugares en el espacio, también se ha argumentado que una estructura de este tipo permitiría viajar al pasado”.
No obstante, aclaran las fuentes, la viabilidad de estas estructuras es cuestionada por su inestabilidad intrínseca y por la necesidad teórica de materia extraña para mantenerlos abiertos y no hay pruebas de que los agujeros de gusano existan realmente.
En síntesis, hasta ahora no son más que una posibilidad teórica sobre la que trabajan científicos de todo el planeta y de la cual varios escritores y directores de cine se han inspirado para sus obras, como Contacto, una novela de 1985 del astrónomo y divulgador Carl Sagan, donde los viajes a través de estas estructuras sí son posibles.
