
¿Sabías que los dientes de los conejos nunca dejan de crecer? Descubre 5 datos curiosos sobre este animal
Los conejos son animales populares en todo el mundo, con varias especies silvestres y domésticas, como el ejemplar de la foto.
Cada año, el cuarto sábado de septiembre se celebra el Día Internacional del Conejo, una fecha destinada a promover la protección y el cuidado de los conejos domésticos y silvestres. Presentes de forma natural en casi todos los continentes, estos animales llegaron a todos los rincones del mundo gracias a los humanos, que domesticaron varias de sus especies.
Los conejos son mamíferos del orden Lagomorpha (lagomorfos) y de la familia Leporidae; existen varias especies diferentes entre silvestres y domésticos, detalla el sitio web Animal Diversity Web (ADW), una enciclopedia en línea mantenida por el Museo de Zoología de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos.
En esta fecha, National Geographic presenta cinco datos curiosos sobre los conejos, estos pequeños animales peludos y saltarines que encantan a la gente, pero que tienen características muy peculiares.
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Arriba, un conejo doméstico negro (Oryctolagus cuniculus ssp. domesticus) fotografiado en un jardín en Gold River, California, Estados Unidos.
1. Los dientes de los conejos nunca dejan de crecer
Tal como explica un artículo del sitio web estadounidense National Geographic Kids, los dientes de los conejos nunca dejan de crecer. Sin embargo, como sus piezas dentales se desgastan gradualmente a lo largo de su vida al masticar hierba, flores silvestres y vegetales, nunca llegan a ser muy largos.
De acuerdo con el hospital veterinario Long Beach Animal Hospital, en California (Estados Unidos), para que los dientes de los conejos no crezcan demasiado, es importante que se alimenten con una dieta rica en fibra. Un conejo con una mala alimentación no tiene este desgaste normal y puede sufrir de dientes demasiado largos.
Este problema puede ser lo suficientemente grave como para inhibir su capacidad para comer.

Un conejo crème d'argent, una raza rara de gran tamaño, originaria de Francia, conocida por su pelaje de color crema con reflejos anaranjados.
2. Lo parece, pero no lo es: las liebres no son conejos
A pesar de las numerosas similitudes, las liebres no son conejos. Según la ADW, ambos pertenecen al mismo orden (Lagomorpha) y familia (Leporidae), por lo que comparten varias características comunes, como los dientes y la cola corta.
No obstante, ambos animales se diferencian en tamaño, ciclo de vida y hábitat preferido. Según explica la Enciclopedia Britannica (una plataforma de conocimiento), los conejos son más pequeños y tienen orejas más cortas que las liebres.
Además, los conejos que viven en libertad en la naturaleza nacen sin pelo, prefieren hábitats con árboles y arbustos y viven en madrigueras excavadas en el suelo. Las liebres, por su parte, nacen peludas, son más grandes y prefieren áreas abiertas, como praderas, donde hacen sus nidos en pequeñas depresiones abiertas.

Un conejo común (Oryctolagus cuniculus), también llamado “conejo europeo”, es una especie originaria de la Península Ibérica, pero que hoy en día se encuentra en otros lugares, como este, fotografiado en Australia.
3. Las orejas de los conejos pueden medir hasta 10 centímetros de largo
Una característica que también llama la atención en los conejos son sus largas orejas. Tienen, en promedio, seis centímetros, pero algunas especies tienen orejas de hasta diez centímetros de largo, indica el artículo de NatGeo Kids.
Y, curiosamente, los conejos pueden girar sus orejas 180 grados, manteniéndose atentos a los depredadores. El hecho de que tengan orejas tan largas es probablemente una adaptación evolutiva para detectar depredadores, afirma Britannica.
4. Los conejos tienen una visión de casi 360 grados
Los ojos de los conejos están situados a los lados de la cabeza, lo que significa que pueden ver casi todo lo que les rodea, con una capacidad de visión de casi 360º, describe un artículo de BBC Earth (que pertenece a la red de comunicación pública del Reino Unido).
Esto les ayuda a estar siempre atentos a los depredadores que pueden atacarlos desde todas las direcciones, desde aves rapaces que se lanzan en picado desde las alturas hasta visones o comadrejas capaces de acercarse por detrás.

Los conejos son grandes saltadores naturales. En la foto, un conejo saltando sobre una valla de clase fácil en una competición sueca de salto de conejos.
5. Los saltos de los conejos pueden alcanzar los 90 centímetros
Estos adorables mamíferos son atléticos y saltar forma parte de su naturaleza. Son excelentes saltadores y pueden alcanzar grandes alturas, ya que los conejos sanos alcanzan, de media, entre 60 y 90 centímetros, asegura NatGeo Kids.
Sus patas traseras tienen músculos fuertes, lo que les permite realizar saltos impresionantes, y algunos conejos domésticos incluso se entrenan para participar en competiciones de salto.
