Imágenes fluorescentes de esqueletos de animales
Los científicos usan luz fluorescente, tinte rojo y gelatina para obtener imágenes más detalladas y estudiar diferencias en la anatomía de los vertebrados.

Muchos esqueletos, al no tener tejido, suelen ser muy frágiles y resultan difíciles de acomodar para la foto. La gelatina los mantiene firmes y es muy fácil de limpiar.
Durante mucho tiempo, los investigadores han recurrido a la técnica que consiste en quitar los tejidos de las muestras y teñir sus esqueletos, pero la fluorescencia permite un nuevo nivel de detalle, como en el caso de este Cottocomephorus grewingkii.
Los investigadores de vertebrados utilizan imágenes como la de esta lagartija de labios azules para explorar cómo han evolucionado los animales e identificar las características que comparten con otras especies.
Los esqueletos teñidos de rojo, como el de este Pentanemus quinquarius, irradian fluorescencia bajo cierta longitud de onda de luz. Funcionan de modo similar a los juguetes que brillan en la oscuridad, explica Matt Davis, profesor de biología en St. Cloud State University.
EL sapo de espuelas de las planicies se encuentra en el Medio Oeste, desde Canadá hasta México. Los investigadores que desarrollaron esta técnica de fotografía han comenzado a experimentar con diferentes longitudes de onda de luz y filtros para ver qué más pueden revelar los esqueletos.
Una cría de pato joyuyo brilla con un rojo fluorescente. Esta es unas de las aves acuáticas más coloridas de América del Norte.
El sapo cabezón es un tipo de pez sapo bioluminiscente, que habita en el fondo marino y "canta" canciones de amor. La foto muestra el color rojo del tinte y el verde de su fluorescencia natural.
El Eumicrotremus orbis es un pez de aproximadamente 2,5 cm de largo cuyo cuerpo está cubierto de tubérculos espinosos.
El gran murciélago marrón puede tener una envergadura de más de 30 cm.
