¿Cómo resolvió la ciencia el misterio de los pies que aparecen en las costas del Mar de Salish?

Los inquietantes hallazgos al Noroeste del Pacífico generaron diversas conversaciones sobre asesinos seriales, extraterrestres y médiums. Aunque el origen de los pies es aún más sorprendente.

Por Erika Engelhaupt
Publicado 19 mar 2021, 10:04 GMT-3, Actualizado 19 mar 2021, 13:33 GMT-3
salish sea

Esta vista de Howe Sound, que forma parte del Mar Salish al norte de Vancouver, muestra una proyección de las montañas de la isla Gambier y la costa continental.

Fotografía de John Zada, Alamy Stock Photo

El 20 de agosto de 2007, una niña de 12 años encontró una zapatilla de hombre azul y blanca (talle 12 USA) en una playa de la isla Jedediah de la Columbia Británica. Dentro de la zapatilla había un calcetín. Y dentro del calcetín, un pie.

Seis días después, en la cercana isla Gabriola, una pareja de Vancouver que disfrutaba de una caminata junto al mar se topó con otro calzado blanco y negro. Dentro también había un pie en estado de descomposición. Y también era talle 12. Claramente, los pies no eran de la misma persona: los zapatos eran diferentes y las zapatillas eran ambas del pie derecho.

La policía estaba atónita. “Encontrar dos objetos así en un período de tiempo tan corto es muy inusual”, contó Garry Cox de la Royal Canadian Mounted Police al Vancouver Sun. “Un pie ya es algo totalmente fuera de lo común…encontrar dos es una locura. He oído hablar de bailarines que tienen dos pies izquierdos, pero es ridículo".

Al año siguiente, aparecieron cinco pies más en las cercanas playas canadienses. Los hallazgos provocaron gran conmoción en la gente y una enorme especulación en los medios. ¿Se trataba de un asesino serial suelto? ¿Tenía algún problema con los pies?

En el transcurso de los siguientes 12 años, aparecieron 15 pies en las costas de la isla de Vancouver, en una red de vías fluviales conocida como Mar Salish. Y otros 6 se encontraron en Puget Sound, al otro lado de la frontera con Estados Unidos en el extremo sur del mar. Todos los pies excepto uno (que tenía puesta una bota de montaña vieja) tenían zapatillas deportivas. Los pies se hicieron famosos, e incluso ya figuran en Wikipedia. Y obviamente, aparecieron las bromas de mal gusto: zapatos con huesos de pollo o perro, desparramados a lo largo de las costas canadienses.

La policía recibió todo tipo de teorías sobre el origen de los pies. “Nos han sugerido que podría tratarse de asesinos seriales o contenedores cargados de migrantes en el fondo del océano. Incluso nos han hablado de extraterrestres”, dice Laura Yazedjian , antropóloga forense que trabaja como especialista en identificación humana para el Servicio Forense de la Columbia Británica. Y a veces…se habla de médiums. De hecho, casi siempre nos llama un médium para ofrecer ayuda".

Pero este tipo de misterio requiere de investigación científica, más que penal (o esotérica). De hecho, la ciencia puede responder a todas las preguntas más obvias, como, ¿por qué llegan a las costas solo los pies, y no los cuerpos enteros? ¿Y por qué aparecen en este tramo particular de las costas de la Columbia Británica? Pero la investigación de estas preguntas no es nada sencilla. Para comprender cómo aparecieron los pies, tenemos que seguir algunas líneas de investigación inusuales, que implican desde la ciencia del hundimiento hasta la descomposición de los cerdos y los derrames de petróleo.

Caer o flotar

En principio, debemos saber qué le sucede a un cuerpo sin vida cuando está en el agua. 

Una vez en el agua, el cadáver flota o se hunde. Este detalle es fundamental, ya que ayudará a determinar qué sucede después. Un objeto que flota es arrastrado por los vientos y las corrientes superficiales, y puede llegar rápidamente a la orilla. Uno que se hunde, por otro lado, puede quedarse en el lugar o ser arrastrado por corrientes más profundas. Es más, un cuerpo flotante expuesto al aire se descompone de manera diferente a un cuerpo hundido.

Se podría suponer que, si una persona se ahoga, se hunde porque sus pulmones se llenan de agua, y que un cadáver con los pulmones llenos de aire puede flotar. Pero la realidad no es tan sencilla. Utilizando datos recopilados en 1942, ER Donoghue del Armed Forces Institute of Pathology se propuso investigar este tema en un artículo de 1977 titulado “Human Body Buoyancy: A Study of 98 Men” (Flotabilidad del cuerpo humano: un estudio de 98 hombres). Los 98 hombres eran "hombres sanos de 20 a 40 años, integrantes de la Marina de los EE. UU.". Se sumergió a cada uno de ellos en el agua y se los pesó con los pulmones llenos de aire y después de expulsar la mayor cantidad de aire posible. No debe ser nada fácil esperar bajo el agua a que te pesen sin aire en los pulmones, pero bueno, eran hombres de la Marina.

Con los pulmones completamente llenos de aire, todos los hombres flotaron. Pero cuando vaciaron sus pulmones (como sería el caso de un cadáver) la mayoría se hundió en el agua dulce; sólo el 7 por ciento flotó. Sin embargo, en el agua de mar, la flotabilidad aumenta: Donoghue calculó que el 69 por ciento de los hombres de la Marina flotaría si fueran arrojados desnudos al mar. Pero con un poco más de peso, como ropa pesada o agua en los pulmones, el cuerpo se hunde. Entonces, los datos sugieren que, en general, los cadáveres tienen más probabilidades de hundirse que de flotar, y las personas que se ahogan son las más propensas a hundirse.

Es más, una vez que un cuerpo se hunde, tiende a ir directamente al fondo. A veces, un cadáver en el agua acaba hinchándose, al igual que un cuerpo en la tierra, y emerge a la superficie. Pero eso no siempre sucede, dice Yazedjian, investigador del Servicio Forense. En un lago u océano profundo, es posible que nunca vuelva a subir. Por un lado, el frío en aguas profundas inhibe la descomposición, y, por el otro, la mayor presión del agua también evita que los gases se expandan y permitan que los cuerpos floten. Más bien, actúan otros procesos microbianos que convierten los tejidos de un cuerpo sumergido en adipocira, "un tipo de tejido ceroso, similar al jabón", explica. La adipocira puede perdurar durante años, incluso siglos, en un entorno con poco oxígeno.

Y eso es exactamente lo que encontró Yazedjian en los pies que examinó del Mar Salish. Estaban cubiertos de adipocira, lo que sugiere que los cadáveres se hundieron y se descompusieron debajo del agua. Eso podría dar cuenta, entonces, del sitio en que estuvieron los restos: se hundieron y quedaron bajo el agua.

Pero, ¿por qué los pies no se quedaron con sus respectivos cuerpos?

Pies que se van

Para entender cómo los pies abandonan los cuerpos, es necesario saber cómo se descompone un cuerpo humano bajo el agua y si sus pies pueden desprenderse y flotar. Los científicos estudian el proceso de descomposición de cadáveres humanos en varios sitios de investigación forense de EE. UU., pero todos están en tierra; nunca se animaron a arrojar un cuerpo al océano. 

En el verano de 2007, la científica forense Gail Anderson de la Universidad Simon Fraser llevaba a cabo un estudio para el Centro de Investigación de la Policía Canadiense que tenía por objeto saber qué tan rápido se descompondría en el océano el cuerpo de una víctima de homicidio. Como por cuestiones éticas no se pueden usar cuerpos humanos, utilizó un cerdo muerto. Los cerdos suelen ser utilizados en la investigación forense para reemplazar el cuerpo humano; son relativamente comparables en tamaño y similares biológicamente.

Anderson realizó su estudio en el Mar de Salish, cerca de donde se encontraría el tercer pie humano seis meses después. Una vez arrojado al agua, el cerdo enseguida se hundió más de 90 metros hasta el fondo del mar. Lo que sucedió a continuación no fue nada agradable. Una horda de camarones, langostas y cangrejos devoró el cadáver del cerdo, comenzando por las “típicas zonas, la región del ano y los orificios faciales", informó Anderson. Era como si un bufé de Red Lobster se hubiese vengado con este cerdo.

Desde entonces, Anderson ha arrojado más cerdos en zonas más profundas en el Estrecho de Georgia, un canal del Mar Salish, y descubrió que en algunos casos los carroñeros pueden pelar un cadáver en menos de cuatro días.

Pero, ¿qué pasa con los pies? Resulta que los carroñeros submarinos como los crustáceos carcomen los huesos y otras zonas difíciles, y prefieren separar los tejidos más blandos. Y a diferencia de las articulaciones esféricas entre piernas y cadera, en nuestros tobillos, tenemos principalmente componentes blandos: ligamentos y otros tejidos conectivos. Por lo tanto, es probable que, si los animales carroñeros mastican el cadáver con zapatos hundido en el mar de Salish, en poco tiempo, puedan desarticular los pies del resto del cuerpo.

Y, como cuenta Yazedjian, todos los pies del Mar Salish parecen haber sido separados de sus cuerpos a partir de procesos naturales, como la búsqueda de alimento de los carroñeros y la descomposición. “Por favor, no les digamos 'pies amputados”, advierte. Amputados significaría que alguien los cortó, explica, y el Servicio Forense no ha encontrado marcas de corte en ninguno de los huesos.

Es más, los pies con zapatillas deportivas fabricadas en la última década casi seguro flotarían. Además de los componentes con aire que se han vuelto comunes en las suelas de las zapatillas (y que se observan en algunas de las zapatillas del Mar de Salish), en esa época, las espumas utilizadas en las suelas comenzaron a ser mucho más livianas, con más aire mezclado. Es decir, las propiedades permitirían mayor flotabilidad.

Ir con la corriente

Entonces, tenemos un pie navegante, en zapatillas y listo para zarpar. Pero, ¿por qué el Mar de Salish? Si es común que los pies se desprendan de los cadáveres, ¿por qué no aparecen pies en todas las playas?

Posiblemente, quien más sabe sobre cómo y dónde terminan las cosas en el Mar Salish es Parker MacCready, profesor de oceanografía en la Universidad de Washington en Seattle. Ha construido una simulación por computadora en tres dimensiones de las costas del noroeste del Pacífico, incluido el Mar de Salish. "Todo es realista, es decir, tiene mareas, vientos, ríos y condiciones del océano realistas". La simulación se llama Live Ocean, y mientras hablamos por teléfono, ambos la vemos en su sitio web: el agua de colores brillantes se mueve por un mapa configurado con las condiciones del tiempo y las mareas del día.

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    MacCready usa el modelo para predecir hacia dónde iría un derrame de petróleo en el transcurso de tres días. En la pantalla, aparecen manchas negras cerca de Seattle y Tacoma, simulando el hipotético derrame de petróleo, e inmediatamente comienzan a fluir al norte hacia Puget Sound, en remolinos de todos los colores que representan aguas que fluyen con salinidades diferentes. Las manchas se separan en finas serpentinas y puntos, que se esparcen en todas las direcciones a medida que las mareas y las corrientes las empujan.

    Live Ocean revela una de las claves del misterio: por qué aparecen tantos pies en este lugar en particular. ¿La respuesta? El Mar de Salish reúne una cantidad de propiedades para retener pies.

    Se trata de varias razones. Primero, es una masa de agua interior muy grande y compleja, que actúa como una trampa. Como muestra el modelo de MacCready, una vez que algo entra en el agua, puede llegar a la orilla en muchos lugares, pero no en el Mar Salish. En segundo lugar, los vientos predominantes son del este, por lo que traen cosas hacia el océano, en lugar de llevárselas. Y finalmente, hay algo que el modelo de MacCready no muestra, pero sugiere. En la playa en el noroeste del Pacífico, hay mucha gente en zapatillas porque suelen caminar por las rocas resbaladizas. En suma, todos estos factores, más las frías aguas profundas y las poblaciones sanas de carroñeros, explican por qué el Mar Salish es un imán de pies.

    Pero, ¿quiénes eran los dueños de los pies del Mar Salish? El primer lugar donde los investigadores buscaron fueron los informes de personas desaparecidas. El Servicio Forense ha comparado el ADN de cada pie con una base de datos de más de 500 personas desaparecidas en la Columbia Británica, además del nuevo Programa Nacional de ADN de Personas Desaparecidas de Canadá, lanzado en 2018.

    A partir del ADN, el equipo vinculó nueve de los pies a siete personas desaparecidas. (Para dos de ellas, se encontraron ambos pies; la mayoría hacía un año o más que estaba desaparecida). De la persona desaparecida por más tiempo no se sabía nada desde 1985; su pie fue hallado en 2011 dentro una bota de montaña. El pie más reciente sería el de un joven que desapareció en 2016, y llegó a una isla en Puget Sound en 2019.

    El Servicio de Forenses en Columbia Británica informa que ninguno de los casos canadienses hasta ahora son producto de un homicidio. En algunos casos, se supo que la persona había muerto por accidente o suicidio, como el caso de una mujer que saltó de un puente. En otros casos, las circunstancias eran más confusas: el pie de un joven, hallado en Puget Sound en 2019, suscitó muchas dudas y no se pude descartar ni el homicidio ni el suicidio. Y en los casos en que no se cuentan con testigos, es casi imposible deducir la causa de la muerte a partir de un pie solamente.

    Al momento en que se escribió este artículo, hay cinco pies en Columbia Británica que no se han identificado.

    Resulta interesante que la naturaleza nos aporte pistas sobre un caso que de otro modo, probablemente, siguiese sin resolverse y hubiera sido dejado en el olvido. Una persona desaparecida puede hallarse muchos años más tarde, si se investiga su muerte, con el aporte de campos tan diversos como la fisiología del pie, el comportamiento de los animales carroñeros y la tecnología del calzado.

    A veces, si estamos predispuestos y tenemos paciencia y valentía para seguirlas, las pistas más inesperadas nos pueden llevar a lugares a los que nunca imaginamos llegar. Y a veces lo hacen con las zapatillas puestas.

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