Declaran a las jirafas masái en peligro de extinción

En los últimos 30 años, esta subespecie, que habita en Kenia y Tanzania, ha disminuido en casi un 50 por ciento. Las razones son, principalmente, la caza furtiva y los cambios en el uso de la tierra.

Por Rachel Fobar
Publicado 29 jul 2019, 17:46 GMT-3
En la actualidad, quedan solo 35.000 jirafas masái en su hábitat natural. Su población ha descendido ...
En la actualidad, quedan solo 35.000 jirafas masái en su hábitat natural. Su población ha descendido casi un 50 por ciento en los últimos 30 años.
Fotografía de Sérgio Pitamitz, Nat Geo Image Collection

Los científicos han anunciado que una subespecie de jirafa se encuentra en peligro de extinción.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés), el organismo mundial sobre el estado de conservación de los animales y plantas silvestres, anunció a mediados de julio, que las jirafas masái, una subespecie que habita en Kenia y Tanzania, se encuentra en peligro, principalmente debido a la caza furtiva y los cambios en la explotación de la tierra.

Se estima que quedan unas 35.000 jirafas masái, pero su población ha disminuido en casi un 50 por ciento en las últimas tres décadas. Y la población total de jirafas de África ha disminuido hasta en un 40 por ciento en ese mismo período de tiempo.

Tanya Sanerib, directora legal internacional del Centro para la Diversidad Biológica, sostiene que las jirafas masái son realmente emblemáticas. Al ser una de las subespecies de jirafa más grandes, son el ejemplar "prototípico" que seguramente te representes cuando piensas en una jirafa. El hecho de que esta subespecie se haya declarado en peligro de extinción es una llamada de atención, afirma Sanerib.

"Es una noticia devastadora...Realmente nos pone en aviso", sostiene. "Es una clara señal de que deberíamos estar haciendo más por las jirafas a nivel internacional y con las herramientas que tenemos a disposición".

Esta es la primera vez que la subespecie masái (Giraffa camelopardalis ssp. tippelskirchi) se evalúa por separado; anteriormente, se la había incluido como parte de la lista general de jirafas de la UICN (Giraffa camelopardalis), que considera a las jirafas "vulnerables", una categoría más alejada de la extinción. De las nueve subespecies de jirafas, las masái y las jirafas reticuladas están en peligro, mientras que las nubianas y las de Kordofan se encuentran en peligro crítico.

La caza de jirafas es ilegal tanto en Kenia como en Tanzania, pero así y todo, las cazan de forma furtiva por su piel, carne, huesos y colas. Según la UICN, se calcula que cada año se cazan ilegalmente entre el 2 y el 10 por ciento de la población en el Parque Nacional Serengeti en Tanzania. La caza furtiva ha aumentado debido a los disturbios civiles y la venta emergente de joyas fabricadas con cola de jirafa y las piezas de huesos. Incluso, según indicaron los medios tanzanos, algunos creen que la médula ósea y el cerebro de ciertas jirafas pueden curar el VIH y el SIDA. 

La disminución de jirafas también es hoy mayor porque han crecido las poblaciones humanas y se han expandido a lo que solían ser tierras silvestres; por lo tanto, se ha producido un aumento de daños a los cultivos y hay mayores vehículos en el área. La caza de carne de animales silvestres también supone una amenaza para estas criaturas.

“La megafauna olvidada”

Históricamente, las jirafas han sido poco estudiadas en comparación con otras especies amenazadas. Según el investigador de jirafas Axel Janke, mientras que se han escrito miles de artículos científicos sobre rinocerontes blancos, solo unos 400 tuvieron a las jirafas como tema de estudio. Y en África quedan menos jirafas que elefantes.

"Son la megafauna olvidada, por así decirlo", expresa Julian Fennessy, codirector y cofundador de la organización sin fines de lucro Giraffe Conservation Foundation. "Lamentablemente, han quedado en segundo plano; se ha prestado más atención a los elefantes, rinocerontes, leones y otras especies". 

Sanerib afirma que tenemos mucho que aprender sobre las jirafas y que sería una pena perderlas. Por ejemplo, las jirafas tienen sistemas circulatorios complejos que podrían ayudarnos a comprender la presión arterial alta del ser humano. Los investigadores también encontraron que zumban en la noche y no tienen idea de por qué lo hacen.

"Tenemos esta situación: una especie que se está extinguiendo, de la que podríamos aprender cosas realmente fascinantes, y que aun desconocemos por completo", afirma con entusiasmo.

Aunque durante años el consenso ha sido que hay una especie de jirafa con nueve subespecies, en los últimos años han surgido pruebas de diferencias genéticas, lo que apunta a que en realidad habría cuatro especies de jirafas y que las jirafas masái son una especie en sí misma. Aunque las jirafas masái no han sido reconocidas ampliamente como especie única, Fennessy afirma que clasificarlas como especie podría ser ventajoso desde el punto de vista de la conservación. Por ejemplo, la Ley de Especies en peligro de extinción de los Estados Unidos protege a los animales a nivel de especie, lo que significa que, según estándares estadounidenses, las jirafas no se consideran una especie en peligro de extinción, aunque varias subespecies sí lo están.

Pero en general, Fennessy afirma que esta nueva investigación arroja luz sobre la difícil situación de estos animales.

“Espero que luego de haberse identificado que se encuentran en peligro de extinción, podamos cambiar el rumbo antes de que sea demasiado tarde, con la colaboración de gobiernos y otros organismos”.

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