El canibalismo es más habitual de lo que se creía entre las focas grises

Los investigadores presenciaron un ataque entero. Ahora intentan averiguar por qué algunas focas grises recurren al canibalismo.

Por Bethany Augliere
Publicado 29 abr 2019, 13:44 GMT-3
Recientemente se ha visto a una foca gris (“Halichoerus grypus”) atacando y comiéndose a un miembro ...
Recientemente se ha visto a una foca gris (“Halichoerus grypus”) atacando y comiéndose a un miembro más joven de su propia especie, como este cachorro fotografiado en Helgoland, Alemania.
Fotografía de Chris Stenger, Minden Pictures/Nat Geo Image Collection

La mayoría de las veces, las focas grises se conforman con comer peces. Pero una investigación reciente reveló que, de vez en cuando, pueden comer otros mamíferos, incluso miembros de su propia especie.

Un nuevo estudio publicado en el Journal of Sea Research detalla el caso macabro de un macho adulto que captura, mata y comienza a comerse una foca más joven en la costa de la isla alemana de Helgoland.

La investigación constituye el tercer artículo publicado sobre canibalismo entre focas grises. Sin embargo, es la primera vez que los científicos atestiguan de cerca el acto completo, realizan una necropsia, y describen las heridas ocasionadas en detalle.

El caso

A finales de marzo de 2018, Abbo van Neer, de la University of Veterinary Medicine Hannover (Universidad de Medicina Veterinaria Hannover), Alemania, presenció el ataque canibalista en Helgoland.

Van Neer y sus colegas detectaron a un macho de 5 años, identificado más tarde gracias a una etiqueta en la aleta del animal, cuando atacaba a otra foca más joven. Luego, el macho la mordió y la llevó debajo del agua. 

Si bien, en un momento, la foca logró soltarse, no consiguió salir ilesa. Al cabo de unos 10 minutos, el agua se tiñó de rojo y la foca joven dejó de moverse. Luego, durante unos 90 minutos, el macho comenzó a devorarla, desgarrándole la piel para obtener la grasa más energética.

Una vez que la foca estuvo satisfecha, van Neer recogió rápidamente el cadáver para documentar el daño, antes de que pudieran llegar los animales carroñeros. "Esta es la primera vez que vemos la escena completa", comenta.

Esto permitió a van Neer establecer un patrón distintivo de lo que causan las focas cuando se alimentan de la misma especie. Luego de observar una base de datos que registró muertes de focas desde la década de 1990, concluyó que existen otros casos de canibalismo entre focas.

Estas muertes se habían atribuido a ataques de tiburones o colisiones con hélices.

La extensión costera donde se han encontrado cadáveres sugiere que hay un pequeño número de focas caníbales. "Tenemos la hipótesis de que es probable que haya pocos ejemplares especializados", comenta. "No se trata de la mayoría de la población de focas grises".

¿Pero por qué?

El canibalismo ocurre por una variedad de razones. "Nos sorprende de una manera morbosa, porque cuando empiezas a notar este tipo de comportamientos, puedes llegar plantear nuevas preguntas científicas", afirma Amy Bishop, bióloga del Alaska SeaLife Center, en Seward, que no participó en el estudio.

En 2014, Bishop fue testigo de cómo una foca gris atacó a seis cachorros y se los comió. Las focas macho comen a las presas cuando van a la costa para reproducirse; así que, tal vez sea la forma para permanecer más tiempo en la colonia y tener más oportunidades de apareamiento, según comentó Bishop.

Van Neer aún no puede demostrar por qué las focas grises se comen otras focas en Helgoland, pero sospecha que el comportamiento está relacionado con la energía. Por ejemplo, según Bishop, las focas grises tendrían que comer aproximadamente 28 gramos de grasa de foca para obtener la misma cantidad de calorías que proveen 100 gramos de arenque. "Desde un punto de vista energético, esto tiene sentido".

Pero no todos están de acuerdo.

"Me cuesta mucho creer que lo hizo porque tenía hambre", expresa Andrew Trites, biólogo de mamíferos marinos de la University of British Columbia, que no participó en el estudio. Trites cree que, si se hubiese tratado de depredación, el animal habría comido más partes del cadáver e incluso defendido el cadáver del ataque de otros depredadores y carroñeros.

Para él, este macho parece ser el Hannibal Lecter de las focas. Así como los humanos tienen una variedad de personalidades y trastornos de personalidad, lo mismo ocurre con otras especies. "Si las focas grises tuvieran una fuerza policial, este animal estaría preso”.

El estudio se suma a un número creciente de informes de focas que comen otros mamíferos. Varios estudios revelan que las focas grises a veces pueden atacar y comerse a las marsopas y las focas comunes. 

Uno de los ataques a marsopas también tuvo lugar en Helgoland, en 2013.

"Los mamíferos marinos no son tan diferentes a las personas en tanto que ambas especies son mamíferos, tienen un cerebro y no siempre este cerebro funciona correctamente", expresa Trites.

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