Imágenes asombrosas: cría de camaleón no sabe que rompió el cascarón

El reptil recientemente nacido y enroscado firmemente en una bola con forma de huevo brinda una percepción poco común de la vida de un reptil en desarrollo.

Por Maya Wei-Haas
FOTOGRAFÍAS DE Nick Henn, Canvas Chameleons
Publicado 19 feb 2020, 02:34 GMT-3
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Apenas más grande que una moneda, el camaleón recién nacido tiene su cola por encima de su hombro.
Fotografía de Nick Henn, Canvas Chameleon

Parece que alguien necesita una llamada de atención: esta cría de camaleón recién nacida todavía no se percató de que ya salió de su cascarón.

Nick Henn, propietario de Canvas Chamaleons en Reading, Pensilvania, recientemente tomó fotografías del camaleón pantera después de ayudarle a salir de su caparazón. 

Con la ayuda de un par de tijeras para cutículas, Henn extrae delicadamente el cascarón del huevo y espera a que la cría salte.

Como pensaba que seguía en el cascarón, el reptil del tamaño de una moneda se quedó acurrucado en una bola con forma de huevo, con la cola por encima del hombro; esto nos da un pantallazo poco común del mundo de un camaleón en desarrollo.

Normalmente “uno no consigue atrapar ese momento cuando salen por primera vez”, expresa Henn maravillado.  

No se sabe por qué el reptil bebé no se percató de que era hora de despertar, según los expertos.
Fotografía de Nick Henn, Canvas Chameleons

Cómo criarlo

A medida que crecía, Henn siempre anhelaba un camaleón pantera color azul, una especie nativa de Madagascar. “Fue como mi objetivo en la vida”, expresa, riendo. Una vez fuera, de la universidad, Henn comenzó a reproducir y criar camaleones, en particular, sus queridos camaleones pantera.

Bajo la estricta vigilancia de Henn, los huevos del camaleón pantera crecen en sus duros cascarones durante siete u ocho meses. Cuando llega el gran día, el camaleón utiliza su diente especial “para cascarón” que tiene en la mandíbula superior para cortar la membrana interior de los huevos, que luego contrae.  

Es “como un nadador que se quita un traje de baño húmedo”, asegura Robin Andrews, un biólogo de la Universidad Virginia Tech.

La cría entonces puede romper (o quitar) el extremo del huevo cerca de su cabeza para moverse libremente. Todo el proceso puede tardar hasta un día.

Los camaleones pantera por lo general son un grupo resistente, explica Henn, pero esta cría en particular pudo romper el lateral de su huevo y se atascó mientras salía. En la naturaleza, si un camaleón no es lo suficientemente fuerte como para liberarse de su huevo, muere.

Luces, cámara, acción

Afortunadamente, Henn vino al rescate. Pero ¿por qué el camaleón no se despertó de inmediato? Nadie lo sabe a ciencia cierta.

Es posible que no haya habido mucha luz en ese momento. Según la experiencia de Henn, cuando los camaleones en cautiverio están expuestos a la luz, “se despiertan y saben que es hora de entrar en acción”, agrega Henn.

Los camaleones, fanáticos de tomar sol, son muy sensibles a la luz y dependen del sol para ganar temperatura corporal y configurar sus relojes internos. Los reptiles perciben la luz a través de un receptor que tienen en la cabeza. “Es algo así como una ventana para ellos. Les permite detectar la hora del día y los ciclos de luz”, explica Brett Baldwin, gerente a cargo del cuidado de animales en el zoológico de San Diego.

En general, incubar huevos de camaleón en cautiverio es un proceso “muy difícil y complicado”, explica Baldwin. Las crías en desarrollo son sensibles a los leves cambios que se producen en la humedad y temperatura.

En la naturaleza, sin embargo, los camaleones bebés rompen el cascarón en madrigueras subterráneas oscuras, por lo que la luz no debe importar, e incluso puede impedir que se rompan fuera del cascarón, explica Andrews.

“Con sólo mirar las imágenes”, dice Baldwin, “habría pensado, ‘Oh, esa cría murió en el huevo”.

Eso es lo que sucede en la naturaleza: Muchos animales ponen un gran número de huevos porque la mayoría de sus crías no sobrevivirán. Los camaleones diminutos en particular son sabrosos bocados para los depredadores.

En el caso de este camaleón pantera, está sano y salvo después de su calvario. A veces todo lo que se necesita es una mano amiga.

Siga a Maya Wei-Haas en Twitter.

Artículo original publicado el 19 de junio de 2015.

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