Descubra el mejor lugar para observar auroras boreales en los Estados Unidos

En el único parque nacional de Minnesota tiene una ubicación ideal para ver auroras boreales, que pueden ocurrir hasta 200 noches al año.

Por Jon Waterman
Publicado 3 dic 2021, 11:06 GMT-3, Actualizado 24 dic 2021, 17:35 GMT-3
Aurora boreal, conocida por la comunidad Ojibwe como “Wawatay”, vista desde el Parque Nacional Voyageurs en ...

Aurora boreal, conocida por la comunidad Ojibwe como “Wawatay”, vista desde el Parque Nacional Voyageurs en el norte de Minnesota, uno de los lugares más oscuros de los Estados Unidos.

Fotografía de Patrick Barron, Alamy Stock Photo

Los editores de la revista National Geographic eligieron los destinos más destacados del planeta para 2022. Conoce "Lo Mejor del Mundo 2022".

Un viaje de invierno al Parque Nacional Voyageurs no es para cualquiera. Pero los turistas que se aventuran en el único Parque Nacional de Minnesota –uno de los menos visitados del país– son recompensados en los meses más fríos con la vista de las mejores auroras boreales en los Estados Unidos.

El espectáculo de luces se puede ver cuando el Sol produce la radiación ideal durante las noches con cielos despejados, en las latitudes más altas del planeta, donde la magnetosfera pierde su intensidad.

Situada sobre la ionosfera, a más de 640 kilómetros sobre la Tierra, la magnetosfera es bombardeada por escombros y radiación solar. El campo magnético de la Tierra desvía estos rayos y las partículas dañinas. Si los terrícolas encuentran la posición correcta en los lugares más oscuros, pueden presenciar este bombardeo conocido como luces del norte o aurora boreal.

En tonos de verde, rosa o azul, las luces forman bandas y cortinas en el cielo, transformándose en haces de focos o brillando como una explosión interestelar. A veces, estas luces toman la forma de una delicada hoja de cedro o de arroyos que chocan contra las rocas. En Voyageurs, —considerado, en 2020, un parque internacional de cielo oscuro o International Dark Sky Park— este espectáculo tiene lugar en hasta 200 noches al año. El parque es una de las muchas razones por las que el norte de Minnesota fue nombrado uno de los mejores destinos del mundo por National Geographic.

Wawatay es el nombre que los ojibwa le dieron a la aurora boreal. Hasta el día de hoy, afirman que los Wawatay son los espíritus de los antepasados que bailan en el cielo para celebrar la vida y recordar a los espectadores que todos somos parte de la maravilla celestial de la creación.

Primeros exploradores

El Parque Nacional Voyageurs está rodeado de bosques estatales y nacionales, como Boundary Waters Canoe Area Wilderness, en Canadá, Quetico Provincial Park y otros. En conjunto, estas áreas protegidas de manantiales y bosques se conocen como “Aguas Fronterizas”.

Los ojibwa (también conocidos como chippewa y anishinaabe) han habitado la región desde al menos principios del siglo XVII, viniendo de la Costa Este en busca de alimento. Recogían arroz en las aguas fronterizas y cazaban animales por sus pieles, cambiándolas, con exploradores francocanadienses que llegaron en 1688, por municiones, rifles de pedernal, mantas y hachas.

El parque lleva el nombre de estos comerciantes francocanadienses conocidos como voyageurs, o viajeros, que deambulaban por los lagos fronterizos interconectados más de un siglo antes de la fundación del país. Estos vigorosos montañeses –famosos por las canciones que cantaban durante sus misiones– remaban en enormes canoas hechas de corteza de abedul, comerciando y transportando pieles desde los confines más lejanos de América del Norte hasta Montreal.

Viajando en brigadas de cuatro a ocho canoas, se dirigieron hacia el oeste en busca de pieles. Los avants (“hombres adelantados”) iban en la vela de proa, mientras que los gouvernails (“timones”) iban nueve metros por detrás en la popa con remos de hasta 1,8 metros. Verdaderos hombres de hierro, los voyageurs solían avanzar a un ritmo de hasta 55 golpes por minuto, sumergiendo los remos en perfecta sincronización mientras cantaban canciones sobre el amor perdido, el tiempo o los animales.

Confiaban en los ojibwa para actuar como guías y fabricantes de canoas, así como como proveedores de medicinas a base de hierbas y asesoramiento espiritual. Pero en 1900, los ojibwa se vieron obligados a vivir en reservas alrededor de la región de los Grandes Lagos en los Estados Unidos y Canadá. Actualmente, viven en siete reservas en Minnesota: Red Lake, Bois Forte, Grand Portage, White Earth, Leech Lake, Fond du Lac y Mille Lacs.

Prácticamente en la misma época, los madereros y los mineros reemplazaron a los viejos voyageurs. Pero cuando terminó el breve período de intensa explotación minera de la región, los mineros locales, los propietarios de tabernas, los comerciantes y otros exploradores abandonaron Rainy Lake City pocos años después de que se establecieran en Northwoods. Este lugar de clima húmedo era muy concurrido y estaba habitado por próximamente 200 personas. Sin embargo, años después, los turistas siguen visitando la silenciosa ciudad fantasma.

Una canoa en tierra en Round Bear Island en el Lago Kabetogama de Minnesota. En invierno, el lago se congela, creando un lugar ideal para la pesca en hielo y motos de nieve en el Parque Nacional Voyageurs.

Fotografía de Raymond Klass, Alamy Stock Photo

Mientras tanto, la industria maderera estaba en auge. Se cortaron árboles y se construyeron presas para permitir un suministro constante de agua a los aserraderos que promovían la deforestación del denso pinar. La tala de madera se detuvo en 1940, cuando todos los árboles fueron talados, pero otras actividades que involucraban otros recursos, como la pesca comercial (principalmente de caviar de esturión), continuaron en medio de un paisaje árido salpicado de tocones de pino, donde crecían nuevos bosques gradualmente.

Décadas más tarde, el Servicio de Parques Nacionales de los Estados Unidos compró la mayoría de las propiedades, aunque el Parque Nacional Voyageurs tenga más de 400 hectáreas de terrenos privados. El Servicio de Parques Nacionales es actualmente responsable del mantenimiento de las presas, así como de más de 50 campamentos de pesca y edificios históricos, como el pub Rainy Lake City.

Libres de carreteras intrusivas, los campings en Voyageurs sólo son accesibles en barco y, por lo tanto, son populares entre pescadores, remeros y pilotos de lanchas a motor. Los lagos del parque están cerrados a los botes privados para evitar la propagación de especies invasoras, pero el Servicio de Parques Nacionales ofrece excursiones y alquiler de botes. Una variedad de animales –como águilas pescadoras, águilas calvas, esmerejones, grandes garzas azules, somormujos, cormoranes, pelícanos y nutrias que se encuentran en el parque– pescan los abundantes peces de los lagos.

Presión ambiental

En la actualidad, la mayoría de los visitantes van a Voyageurs en los meses más cálidos para practicar la pesca deportiva.

Sin embargo, la salud de los peces y de quienes se alimentan de ellos está en riesgo debido a la presencia de mercurio. El mercurio vertido en el agua se convierte en una sustancia tóxica, el metilmercurio, cuando el pequeño plancton lo consume. Los peces pequeños que se alimentan de plancton sirven, a su vez, de alimento para depredadores más grandes, incluidos los humanos.

Todo el ciclo de vida se ve afectado: las aves contaminadas con mercurio ponen cada vez menos huevos y más pequeños. Las salamandras se debilitan. En todos los vertebrados, la intoxicación por mercurio en grandes cantidades afecta la función renal, así como los sistemas neurológico y hormonal.

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    Cuatro patos se alinean en un lago al amanecer en el Parque Nacional Voyageurs. El parque alberga una gran variedad de vida silvestre, desde águilas calvas hasta nutrias y lobos.

    Fotografía de Richard Olsenitus, Nat Geo Image Collection

    Los científicos enumeran las chimeneas de las plantas de carbón como la principal fuente de contaminación en las Aguas Fronterizas. Emiten mercurio en forma de vapor, que llega al suelo durante las lluvias. Debido a que las Enmiendas a la Ley de Aire Limpio de 1990 requirieron “purificadores” y otras técnicas para reducir las emisiones de las plantas en los EE. UU, los investigadores que estudiaron las Aguas Fronterizas documentaron una disminución del 20% en la deposición de mercurio entre 1985 y 2011.

    Existen procesos para reducir los niveles de mercurio en el Parque Nacional Voyageurs. Sin embargo, la contaminación es duradera y las emisiones globales están aumentando. En 2003, los investigadores descubrieron que las presas causan fluctuaciones en el nivel del agua y esto aumenta la proliferación de bacterias, intensificando la metilación del mercurio en los lagos. A medida que el parque estabilizó los niveles de agua, la contaminación por mercurio disminuyó.

    En 2012, el mercurio en el agua del lago y en los tejidos de la perca amarilla disminuyó en dos de los cuatro lagos analizados en Voyageurs. A pesar de esto, todos los lagos del parque sometidos a pruebas de mercurio por la Agencia de Protección Ambiental siguen figurando como “contaminados”. El Departamento de Salud de Minnesota publica regularmente advertencias específicas sobre qué peces y lagos deben evitarse en el Parque Nacional Voyageurs.

    Si bien las consecuencias tóxicas parecen manejables, pero aterradoras, no es el único problema ambiental al que se enfrentan los Voyageurs. Los proyectos de minería de sulfuros en el norte de Minnesota –así como las plantas de energía de la región que liberan mercurio al aire– pueden dañar aun más las aguas del parque.

    A medida que las empresas mineras explotan los depósitos de mineral de sulfuro para extraer cobre, oro y níquel, se producen otros contaminantes, como ácido sulfúrico, que pueden filtrarse en las aguas que bordean la región. La contaminación fluye río abajo y es absorbida por todos los manantiales. Esto nos da una idea de cómo las demarcaciones de los parques a veces solo ofrecen una seguridad ilusoria.

    Un mundo de maravillas en invierno

    Si bien los inviernos del norte de Minnesota pueden ser duros, el parque no cierra cuando llega la nieve. Las rutas de senderismo en verano se convierten en 25 km de pura diversión invernal, con esquí y raquetas de nieve. De los tres centros de visitantes, solo Rainy Lake se abre (3 de diciembre de 2021 al 26 de mayo de 2022). Durante este período, se ofrecen gratuitamente a los visitantes botas de nieve y esquí de fondo. Consulte el horario de las caminatas guiadas.

    Los conductores pueden utilizar motos de nieve para recorrer más de 170 kilómetros de senderos señalizados. Los senderos incluso llevan a los visitantes a los lugares favoritos de pesca en hielo. Cuando el hielo se vuelve lo suficientemente grueso, se trazan dos caminos sobre los lagos en el parque. Uno comienza en el Centro de visitantes de Rainy Lake Center y brinda acceso a múltiples ubicaciones según las condiciones. El otro conecta los centros de visitantes del Lago Kabetogama y del Río Ash.

    Una versión de este artículo apareció originalmente en el Atlas de los Parques Nacionales de National Geographic, que lleva a los lectores a un viaje épico a través de las características extraordinarias y únicas que distinguen estas áreas silvestres.

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