Este es el nuevo satélite que buscará tierras "alienígenas"

Una vez en órbita, el satélite Transiting Exoplanet Survey (satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito; TESS), descubrirá nuevos mundos a las distancias adecuadas para poder comprobar si hay señales de vida.

Por Nadia Drake
Publicado 16 abr 2018, 17:20 GMT-3
Una ilustración muestra el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito o TESS, que analizará el ...
Una ilustración muestra el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito o TESS, que analizará el firmamento para encontrar planetas alrededor de estrellas relativamente cercanas.
Fotografía de Ilustración por NASA, GSFC

Para este lunes 16 de abril está previsto que el nuevo "cazador de planetas" de la NASA emprenda el vuelo a bordo del cohete de SpaceX Falcon 9, lanzado desde Cabo Cañaveral, en Florida.

Salvo que se produzcan retrasos o averías, el Transiting Exoplanet Survey (TESS), o Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito, se situará en órbita y empezará a buscar planetas alrededor de las estrellas más cercanas y brillantes, aumentando el catálogo de mundos extraterrestres que están lo bastante cerca para poder buscar en ellos señales de vida.

"Unos meses después del lanzamiento de TESS, podremos señalar las primeras de estas estrellas familiares, que tienen planetas que podrían ser como los nuestros", afirma Lisa Kaltenegger, de la Universidad de Cornell.

Si el concepto de nave buscadora de planetas te resulta familiar, probablemente sea por la gran diversidad de mundos descubiertos por el venerable observatorio espacial Kepler. Desde 2009, Kepler ha estado recolectando planetas del cosmos, observando las huellas de estos mundos alienígenas en la luz estelar distante. Kepler puede presumir de más de 2.600 descubrimientos, algunos de los cuales podrían ser planetas rocosos bastante similares a la Tierra.

TESS no hará exactamente lo mismo que Kepler, según explica la científica de la misión Elisa Quintana del Goddard Space Flight Center (Centro de vuelo espacial Goddard) de la NASA. Aquí, te explicamos cómo están conectadas ambas misiones y cómo TESS ayudará a indagar la pregunta constante de si estamos solos en el universo.

¿Por qué necesitamos más de un buscador de planetas en el espacio?

Tras nueve años en órbita, el Kepler se está quedando sin combustible y probablemente dejará de estar operativo en un par de meses. Es algo inevitable para lo que los científicos han estado preparándose, pero eso no facilita el final del telescopio. Nadie quiere perder el que hasta ahora ha sido el buscador de planetas con más éxito de la historia, una misión que ha revelado que hay más planetas que estrellas en el firmamento.

Aunque Kepler tuviera una vida útil más larga, cuantos más exoplanetas, mejor. Es más, TESS buscará tipos especiales de planetas, en lugar de llevar a cabo un censo más amplio de lo que hay ahí fuera.

"Lo que más me emociona es el gran número de planetas que tienen entre el tamaño de la Tierra y Neptuno y que TESS encontrará", afirma Quintana. "Son los tipos más abundantes de planetas y sabemos muy poco sobre ellos, ya que no hay ninguno en nuestro sistema solar", agrega.

¿Cómo descubrirá TESS los planetas?

Al igual que Kepler, TESS buscará planetas que se crucen frente a su estrella desde nuestra perspectiva, haciendo que la luz de la estrella se debilite durante un breve instante. Estas disminuciones de brillo delatoras no solo revelan la presencia de un planeta, sino también su anchura y el tiempo que tarda en completar una órbita alrededor de su estrella.

A diferencia de Kepler, que observó una sola franja del firmamento durante la mayor parte de su misión principal, TESS buscará por todo el cielo. A medida que dé vueltas alrededor de la Tierra, el satélite usará cuatro cámaras para observar un 85 por ciento del firmamento, centrándose en ciertas estrellas durante 27 días como máximo. Su primer año de observaciones se centrará en el cielo del sur y el año siguiente cartografiará el norte.

"Antes de saber que había un gran número de planetas diversos y fascinantes ahí fuera, la idea de barrer el cielo y solo observar cada estrella durante un periodo de tiempo breve era demasiado arriesgada", afirma Kaltenegger. "Ahora que Kepler nos ha mostrado cuántos planetas hay ahí fuera, y también cuántos panetas podrían ser como el nuestro, tiene sentido rastrear el cielo", añade.

¿Por que nos importan este tipo de planetas?

La búsqueda de vida más allá de la Tierra está necesariamente limitada por lo que sabemos. La vida tal y como no la conocemos podría estar en cualquier parte, y no le importa que no nos hayamos dignado a imaginárnosla todavía. Para ayudar a acotar la búsqueda, los astrónomos han empezado por observar lo familiar. Sabemos que al menos una vez, la vida evolucionó en un planeta rocoso y cálido que orbitaba alrededor de una estrella relativamente estable.

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    El planeta, llamado Kepler-20f tiene un periodo orbital de 20 días y una temperatura en superficie de 426 grados Celsius, lo que lo hace demasiado caluroso para albergar vida tal y como la conocemos.
    Fotografía de Ilustración por NASA, Ames, JPL-Caltech

    Dicho esto, muchas de las estrellas que vigilará TESS serán más pequeñas y tenues que la nuestra: las enanas M rojizas son el tipo de estrella más común en la Vía Láctea. Los planetas que orbiten alrededor de estas estrellas a una distancia a la que no estén muy calientes ni fríos para que exista agua líquida estarán orbitando lo bastante cerca de sus estrellas para que los científicos los encuentren en escalas temporales de meses.

    Además, los mundos que TESS espera encontrar estarán mejor situados para observaciones que podrían revelar si hay metabolismos extraterrestres revolviéndose en sus superficies, bajo sus mares o en sus nubes.

    ¿Por qué serán los planetas de TESS más fáciles de rastrear en busca de señales de vida?

    Dentro de su campo de visión, el objetivo de TESS serán las estrellas más cercanas y brillantes a la nuestra, es decir, todas las estrellas que vemos en el cielo nocturno y unos cuantos miles más. Este plan de observación permitirá a los científicos encontrar planetas perfectos para observaciones de seguimiento: los que estén relativamente cerca (a 300 años luz de la Tierra) y que orbitan alrededor de estrellas lo bastante brillantes para iluminar una atmósfera extraterrestres.

    La mayoría de planetas de Kepler están demasiado lejos y orbitan alrededor de estrellas demasiado tenues para este tipo de observaciones.

    ¿Cómo funciona exactamente?

    A medida que estos mundos se desplazan y cruzan estas estrellas, la luz estelar de fondo brillará a través de cualquier atmósfera extraterrestre que exista, aportando pruebas sobre su composición y su hinchazón, pero hace falta un telescopio muy sensible para recopilar esas pistas a distancias cósmicas.

    Asumiendo que el telescopio espacial James Webb, que se ha atrasado varias veces, finalmente se lanzará y estará operativo, será el actor principal a la hora de estudiar atmósferas distantes y caracterizar los mundos que revele TESS. Mientras tanto, se usarán otros telescopios para medir las masas de los planetas de TESS, lo que ayudará a los astrónomos a calcular sus densidades y composiciones y a determinar cuándo un planeta pasa de ser rocoso, como la Tierra, a gaseoso, como Neptuno.

    Según Quintana, los telescopios espaciales Hubble y Spitzer podrían llevar a cabo parte de este estudio atmosférico hasta que el Webb esté disponible.

    "El atraso del Webb es desafortunado", afirma, refiriéndose a la nueva fecha estimada de lanzamiento en el 2019. "Sin embargo, significa que TESS tendrá tiempo para cumplir su misión principal y crear un catálogo de planetas desde ambos hemisferios", concluye.

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