¿Por qué llevar tus propios cubiertos podría solucionar la crisis del plástico?

Cada año, arrojamos miles de millones de utensilios a la basura, lo que acaba perjudicando el medio ambiente. La tendencia BYO (trae el tuyo propio, por sus siglas en inglés) podría marcar la diferencia.

Por Tik Root
Publicado 12 jul 2019, 18:02 GMT-3

Like many plastic items, cutlery often finds its way into the environment, where it poses dangers for animals and can take hundreds of years to break down.

Fotografía de Hannah Whitaker, National Geographic

Este artículo fue creado en asociación con la National Geographic Society

Los cubiertos de plástico están en todas partes, y la mayoría pueden usarse solo una vez. Cada año se tiran miles de millones de tenedores, cuchillos y cucharas. Y al igual que otros artículos de plástico, como las bolsas y botellas, los cubiertos pueden tardar siglos en descomponerse de forma natural, lo que implica que los desechos de plástico tienen suficiente tiempo para introducirse en el medio ambiente.

The Ocean Conservancy considera los cubiertos como uno de los elementos "más mortales" para las tortugas marinas, aves y mamíferos, y no parece haber muchas alternativas para revertir esta situación.

Una solución lógica es que lleves contigo tus propios cubiertos, aunque es probable que muchos te miren raro. Durante siglos, sin embargo, habría sido un gran error no viajar con un juego de cubiertos.

"Te llevabas un pequeño estuche con tu propio cuchillo y cuchara personal", comenta Sarah Coffin, quien curó la exhibición de 2006 Feeding Desire: Design and the Tools of the Table, 1500-2005 en el museo de diseño Cooper Hewitt de Nueva York.

Cargar tus propios instrumentos para comer no solo era una necesidad de logística (ya que, por lo general nadie te proveía de ellos) sino que también ayudaba a evitar enfermedades. "Si traes tus propios cubiertos", explica Coffin, "no tienes que preocuparte por los gérmenes de otra persona en tu sopa". Los elementos con los que comías también eran un símbolo de estatus. "Era algo así como tener un reloj de bolsillo".

En general, los cubiertos se fabricaban con madera, piedra o conchas. Los juegos más sofisticados podrían estar hechos de oro o marfil, o incluso ser plegables para trasportarlos más cómodamente. A principios de la década de 1900, comenzó a aparecer el material más elegante de acero inoxidable. Y en la Segunda Guerra Mundial, se introduce un nuevo material para los cubiertos: el plástico.

“Los reyes de los desechos”

Al principio, los cubiertos de plástico eran considerados reutilizables. Chris Witmore, profesor de arqueología y clásicos en la Texas Tech University, recuerda que su abuela lavaba su vajilla de plástico. Pero a medida que fue creciendo la economía de la posguerra, los hábitos frugales inculcados por la Gran Depresión y la historia agraria se fueron perdiendo.

"La sobreabundancia de mediados del siglo XX definió cómo comenzó a vivir la mayoría de las personas", sostiene Whitmore. Y afirma que así se forjó la "cultura del desecho".

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    Los historiadores afirman que el hecho de que los utensilios de plástico se fabricaran brillosos los hacía muy populares.
    Fotografía de Hannah Whitaker, National Geographic

    "Los estadounidenses eran los reyes de los desechos", afirma Coffin. Entre otras invenciones se encuentra el “cuchador” de plástico, que The Van Brode Milling Company patentó en 1970. Pero Coffin afirmó que el fanatismo de los franceses por los picnics también ayudó a estimular el auge de los plásticos de uso único.

    El diseñador Jean-Pierre Vitrac, por ejemplo, inventó una bandeja plástica para picnic que tenía un tenedor, una cuchara, un cuchillo y una taza. Luego de usarlos, simplemente debías arrojarlos a la basura. Los juegos incluso estaban disponibles en colores brillantes, lo que, según Coffin, también ayudó a que los plásticos fueran tan populares.

    Esa comunión de cultura y conveniencia llevó a empresas como la firma francesa Sodexo, uno de los proveedores de alimentos más grandes del mundo, a recurrir al plástico. "La conveniencia derivó en que toda esa cantidad de desechos se convirtiera en parte de nuestra vida cotidiana", expresa Judy Panayos, directora superior de sostenibilidad de Sodexo en la gestión de suministros.

    Hoy en día, la compañía compra 44 millones de utensilios desechables por mes solo en los Estados Unidos. A nivel mundial, los cubiertos de plástico son un negocio de 2.6 mil millones de dolares.

    Pero la conveniencia ha tenido un costo. Al igual que muchos artículos de plástico, los utensilios suelen introducirse en el medio ambiente. De acuerdo con los datos de limpieza de playas compilados por la organización sin fines de lucro 5Gyres, los utensilios son el séptimo artículo de plástico que más comúnmente se recolecta en las playas.

    "Los envases de alimentos y bebidas están en la lista de los principales desechos", anunció Anna Cummins, directora ejecutiva de 5Gyres.

    Cummings sostiene que el intento por parte de los ambientalistas de concentrarse en artículos individuales, ya sean bolsas, sorbetes u otros, no está funcionando y que el sector debe abordarse de manera más integral. "Un enfoque en productos individuales, si bien es importante, no va a hacer un cambio sustancial como el que necesitamos".

    Reducir los desechos

    En enero, un avión Hi Fly despegó de Lisboa con destino a Brasil. Al igual que en otros viajes de la aerolínea portuguesa, los asistentes sirvieron bebidas, comida y bocadillos, pero con una novedad. Según la aerolínea, este fue el primer vuelo de pasajeros en el mundo en el que no hubo ni un solo plástico de único uso.

    Hi Fly utilizó una gama de materiales sustitutos, desde papel hasta envases desechables de materia prima vegetal. Los cubiertos estaban hechos de bambú reutilizable, que la aerolínea devolvería a sus instalaciones para que se lavaran unas 100 veces.

    Según la aerolínea, con este vuelo se dio el primer paso para lograr el objetivo de eliminar todos los plásticos de un solo uso para fines de 2019. Otros han seguido su ejemplo; Las aerolíneas etíopes celebraron el Día de la Tierra en abril con un vuelo sin plásticos.

    El caso de los cubiertos forma parte de una reacción más amplia en contra de los plásticos. En 2016, Francia fue el primer país en prohibir los cubiertos de plástico. En todo el mundo, se están poniendo en marcha alternativas al plástico que van desde almidón de papa y hojas de areca, hasta cubiertos comestibles hechos con granos.

    Las ventas de dichos sustitutos plásticos siguen siendo relativamente bajas, y se ven limitadas por los costos más altos y, a veces, beneficios ambientales cuestionables. Las denominadas opciones bioplásticas, por ejemplo, con materiales de origen vegetal, pueden requerir de condiciones específicas para descomponerse, e incluso necesitan energía y agua para producirse. Pero el mercado para ellos y para otras formas de cubiertos biodegradables se encuentra en crecimiento.

    Nuevas tendencias 

    Una gran cantidad de empresas están fabricando utensilios a partir de materiales vegetales, como la madera. Algunos de ellos obtienen materiales de árboles de rápido crecimiento como el abedul o el bambú; para sus utensilios, la marca canadiense Aspenware utiliza el sobrante de madera proveniente de la industria maderera.

    Un ejemplo de esto es la línea de cubiertos de madera desechables Clickeat. Se trata de un juego de utensilios delgados (tenedor, cuchillo y una cuchara opcional) unidos por el mango, que deben partirse para obtener cubiertos separados, y se desechan después de ser utilizados.

    "Son compostables y biodegradables", afirma el fundador Steven Adler.

    Adler se dio cuenta de la magnitud del problema de los residuos plásticos hace unos 10 años, mientras estaba practicando surf con un amigo en Chile. La playa estaba llena de basura plástica. Alarmado, Adler comenzó a hablar con otras personas para ver cuál era la mejor manera de abordar el problema.

    "Todos hablaban de las bolsas de plástico y botellas, pero nadie mencionaba los utensilios", recuerda. Se propusieron diseñar una alternativa, y fundaron su empresa, Simplo.

    Si bien Adler considera que Clickeat es preferible a muchas otras opciones, especialmente los bioplásticos, insiste en que no quiere evitar que las personas busquen otras soluciones, como llevar consigo sus propios cubiertos; simplemente intenta ofrecer mejores opciones.

    "Nuestro objetivo no es reemplazar las cosas reutilizables", sostuvo. "Estamos tratando de redefinir el concepto de un solo uso".

    En China, los ecologistas han realizado campañas para que las personas lleven consigo sus propios palillos. El mercado en línea Etsy tiene una sección completa dedicada a los cubiertos reutilizables. Y el movimiento de los cubiertos BYO parece estar teniendo éxito.

    "Los llevo en mi mochila", comenta Panayos refiriéndose a sus cubiertos reutilizables.

    Sodexo se ha comprometido también a eliminar las bolsas de plástico de un solo uso y los envases de espuma de poliestireno. Además, hará que los sorbetes sean un artículo "a demanda".

    Pero Panayos confiesa que es cierto que los utensilios de plástico son muy difíciles de reemplazar a gran escala. Entre los puntos problemáticos podemos mencionar las instalaciones con capacidades limitadas de lavado de vajilla, y los lugares como prisiones, que necesitan opciones más flexibles y menos peligrosas.

    Chris Whitmore, profesor de Texas Tech afirma: "Cuando los plásticos simplemente están por todas partes y se consumen a gran escala, la única alternativa viable es la reducción".

    National Geographic se compromete a reducir la contaminación de los plásticos. Aprende lo que puede hacer para reducir tu propio consumo de plásticos de un solo uso, y asume tu compromiso.

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