¿Lago subterráneo encontrado en Marte? Conoce los hechos

El depósito de agua, de poco más de 19 kilómetros de ancho, podría resolver uno de los grandes enigmas de este planeta, así como brindar un nuevo objetivo en la búsqueda de vida extraterrestre.

Por Nadia Drake
Publicado 25 jul 2018, 14:19 GMT-3
En la imagen se aprecia una vista orbital del casquete polar sur de Marte, en el ...
En la imagen se aprecia una vista orbital del casquete polar sur de Marte, en el que un grupo de científicos podrían haber detectado, mediante un radar, un depósito de agua subterráneo.
Fotografía de Science History Images, Alamy Stock Photo

El agua líquida es muy abundante en las lunas del sistema solar externo, pero hasta ahora había sido sorprendentemente difícil encontrar cantidades confiables en Marte.

Los escaneos de radar de la superficie del planeta rojo sugieren que existe un depósito estable de agua líquida y salada, de aproximadamente poco más de 19 kilómetros de ancho, a casi un kilómetro y medio debajo del polo sur de dicho planeta. Además, es poco probable que ese lago subterráneo sea el único.

“Hay otras áreas que parecen ser similares. No existe ninguna razón para afirmar que esta es la única”, sostiene Elena Pettinelli de la Roma Tre University (Universidad de Roma Tres) de Italia, una de las coautoras del ensayo que informó el descubrimiento, publicado el día de hoy en la revista especializada Science.

De confirmarse su existencia, el cuerpo de agua subterráneo podría responder algunas preguntas sobre qué ocurrió con los antiguos océanos de Marte, así como proporcionar un recurso para futuros asentamientos humanos. Y un aspecto que resulta incluso más interesante para los astrobiólogos es que dicho lago podría ser un hábitat ideal para formas de vida extraterrestre.

“En los ambientes de este tipo que conocemos en la Tierra, ubicados en la Antártida, existen bacterias”, indica Pettinelli. “Pueden estar enterradas en el hielo”, agrega.

“Marte se estremecerá ante mis poderes botánicos”

Hace miles de millones de años, probablemente, Marte era cálido y estaba cubierto por mares, como su vecino más grande y más azul. Sin embargo, el planeta Marte de la actualidad es un desierto árido y tóxico, y durante décadas, los científicos han intentado descifrar lo que ocurrió con el agua que alguna vez empapó, salpicó y se derramó sobre sus arenas.

Hasta la fecha, los científicos han encontrado agua en Marte en diversas ocasiones, pero la realidad es que es demasiado efímera o inaccesible, ya sea porque está suspendida en la atmósfera, atrapada en el permahielo o en los casquetes polares, o porque tal vez se desliza según la estación por las pendientes de los cráteres. Y la cantidad que se ha encontrado no llega exactamente a llenar aquellos mares de Marte antiguos, ni hacen que las técnicas de cultivo sean particularmente sencillas.

“Sabemos que había mucha agua en la superficie de Marte, y no podemos dar cuenta de toda ella en la actualidad”, explica Bobby Braun de la University of Colorado (Universidad de Colorado) en Boulder. Por lo tanto, los científicos elaboraron la hipótesis de que parte del agua perdida podría estar atrapada en los acuíferos subterráneos que contienen grandes reservas de líquido.

“Tendré que usar la ciencia para resolver esto”.

Sin embargo, los seres humanos no lanzaron una nave espacial capaz de descubrir agua enterrada sino hasta comienzos de este milenio.

Una de ellas, la nave espacial Mars Express de la European Space Agency (Agencia Espacial Europea), ha orbitado alrededor del cuarto planeta desde el Sol desde 2003; a bordo viaja un instrumento llamado MARSIS, que usa pulsos de radar para examinar el nivel subterráneo de Marte. Funciona enviando ondas de radio de baja frecuencia hacia el planeta, que examinan debajo del suelo hasta que rebotan contra los límites y las estructuras geológicas. Al estudiar de qué manera estas ondas se proyectan de regreso hacia la nave espacial, los científicos pueden inferir lo que podría encontrarse debajo de la superficie.

En 2008, el equipo de MARSIS vio destellos de lo que podrían ser algunos reflejos muy brillantes cerca del polo sur del planeta, en un área donde hay capas de hielo congelado apiladas unas sobre otras. En la Tierra, los reflectantes de radar más brillantes son cuerpos de agua salada y, por eso, el equipo decidió inspeccionar la región más de cerca.

Luego de algunos años de recopilar datos que no fueron exactamente útiles, el equipo finalmente comenzó a recopilar suficientes observaciones en 2012 para formular un panorama más amplio. Desde entonces, debieron pasar otros tres años y 29 pasadas de nave espacial hasta que los científicos tuvieron información suficiente con la que trabajar.

“Sabíamos que había algo allí, y teníamos curiosidad por saber qué había debajo de esa área”, recuerda Pettinelli. “Y éramos lo suficientemente obstinados como para hacer el análisis de los datos”.

Clasificar los datos del MARSIS no era sencillo. Durante los siguientes dos años, el equipo compiló y procesó las observaciones, y trabajó muy arduamente para descartar otras posibilidades, como la de capas más profundas de hielo de dióxido de carbono.

Con el tiempo, al comparar los patrones de reflectancia en Marte con aquellos observados en la Tierra, los científicos se convencieron de que habían encontrado un lago subglacial. Quizás de varios metros de profundidad, el lago contiene diversas sales que ayudan a mantenerlo en estado líquido a temperaturas extremadamente frías, especula el equipo.

“Es el espacio. No coopera”.

El equipo de Mars Express compara el descubrimiento con lagos escondidos debajo de capas de hielo en Groenlandia y la Antártida, que a veces son enormes y, ciertamente, son más que capaces de albergar vida tal como la conocemos.

Pero no todos están convencidos de que el “lago” sea realmente un lago. Incluso según el equipo, en vez de eso, podría tratarse de una reserva de lodo húmedo, más similar a sedimentos lodosos que a una cuenca llena de líquido. Determinar la naturaleza exacta de la estructura requerirá un instrumento diferente, comenta Pettinelli.

“No podemos elegir entre uno o el otro. No contamos con suficiente información para afirmar que este es un lago o un sedimento saturado, como un acuífero”, explica Pettinelli. “El lago sería más interesante”, agrega.

Es decir, suponiendo que de hecho se encontrara allí.

“No vemos este reflectante”, comenta Bruce Campbell del Smithsonian’s National Air and Space Museum (Museo Nacional del Aire y el Espacio del Instituto Smithsoniano), que es miembro del equipo que opera un instrumento similar llamado SHARAD en la Mars Reconnaissance Orbiter o MRO de la National Aeronautics and Space Administration (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio) o NASA.

La MRO ha orbitado alrededor de Marte desde 2006, barriendo con su radar grandes franjas de paisaje extraterrestre, que incluye varias pasadas sobre las capas de sedimentos del polo sur, pero no ha descubierto nada que se parezca a un depósito.

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    Las oscuras cuencas y los casquetes polares brillantes están entre las características más distintivas de Marte.
    Fotografía de NASA, Jpl, Usgs

    Esto es probable porque el radar de la MRO utiliza diferentes longitudes de onda que se dispersan por el hielo polar antes de que alcancen la profundidad del posible depósito, expresa Jack Holt de la University of Arizona (Universidad de Arizona). Sin embargo, indica que SHARAD podría identificar todo lo que sea tan reflectante como un lago líquido.

    “Un cuerpo de agua salada es probablemente el reflectante de radar más fuerte que se pueda encontrar, aparte del metal”, expresa. “Un lago implicaría un reflejo liso, similar al de un espejo, que tiene mayores probabilidades de aparecer en el SHARAD, [pero] si se trata de sedimentos saturados, podría consistir en una superficie más rugosa y, por lo tanto, es más fácil que el SHARAD lo pase por alto”.

    En conjunto, los científicos están ansiosos por confirmar el descubrimiento, incluidos los del equipo del MARSIS.

    “Creo que hemos hecho un buen trabajo al tratar de refutar esta idea, en el sentido de que hemos intentado destruir la posibilidad de que se tratara de agua en múltiples oportunidades”, comenta Pettinelli. “Así que estamos bastante convencidos ahora, y esperamos estar más convencidos en el futuro con otros datos”, añade.

    “Lo bueno es que conozco la receta. Tomas hidrógeno, agregas oxígeno, y lo quemas”.

    Si asumimos que está allí, esta pequeña cuenca de agua salada podría ayudar a resolver el misterio de los océanos perdidos de Marte.

    También es una pista sobre el ciclo hidrológico del planeta, acerca del cual se teoriza que implica acuíferos subterráneos alimentados por casquetes de hielo polar derretidos, cuyo volumen de agua corre hacia el norte desde las zonas elevadas del sur, explica Nathalie Cabrol, del SETI Institute (Instituto SETI).

    “Se puede intuir que debería haber, ya sea sedimentos muy húmedos en los polos de Marte, o un prisma de agua líquida”, expresa. “Aquí es donde se espera que esté el depósito”.

    El agua en lugares insólitos no le es desconocida, ya que el trabajo de Cabrol en la Tierra incluye investigaciones de los ambientes análogos de Marte, que a veces requiere sumergirse en lagos que se encuentran bajo los picos de los altos Andes. Ya sea que el hallazgo del MARSIS se trate de sedimentos húmedos o de un lago real, ella afirma que es emocionante.

    “Lo que vemos aquí es posiblemente la presencia de agua, de refugio… y podrás producir nutrientes a partir de los minerales”, expresa. “Lo que se necesita es una fuente de energía… y si hubo volcanes recientes en las regiones polares, entonces este es definitivamente el lugar que se convertirá en la meta de la vida y en un espacio de alta habitabilidad”.

    Por otro lado, indica, “sería un lugar muy problemático al cual dirigirse, porque se encontraría en las regiones especiales debido a la protección planetaria”, comenta en referencia a las reglamentaciones de la ONU orientadas a la prevención de la contaminación interplanetaria de entornos habitables.

    El nuevo depósito es, además, el tipo de recurso del que se aprovecharán los seres humanos interesados en asentarse en Marte, aunque, tal vez, no inmediatamente.

    “Creo que es muy poco probable que los primeros seres humanos que lleguen a Marte hagan excavaciones de varios kilómetros de profundidad”, explica Braun, un asesor de la serie MARS de National Geographic y exjefe de tecnología de la NASA.

    “Pero pienso que probablemente sea cierto que si esto es un lago, existirían otros cuerpos de agua como este que tal vez se encuentren más cerca de la superficie”, comenta, “y si supiéramos que hay un gran cuerpo de agua a decenas de metros de profundidad, eso sería algo que con seguridad querríamos saber si planeamos establecer un campamento base”.

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