¿Qué pasa durante la menopausia? Esto descubrió la ciencia

Todas las mujeres que llegan a los 50 pasan inevitablemente por la menopausia. Los expertos comparten las últimas novedades científicas y las mejores formas de afrontarla.

"Recuerdo un sofoco especialmente fuerte, el corazón me dio un vuelco", cuenta Lisa Davis, de 44 años, mientras posa para un retrato en Berkhamsted (Reino Unido). "Una oleada de calor me subía desde el suelo pélvico hasta las mejillas, y continuaba por el estómago... Tenía cambios de humor y el cerebro confuso". Una visita al médico le confirmó que estaba en la perimenopausia y que podría tardar una década en remitir. "Ejerce una enorme presión sobre ti como persona y sobre tu familia. No quiero poner mi vida en pausa durante 10 años".

Fotografía de Elizabeth Dalziel
Por Meryl Davids Landau
Publicado 13 feb 2023, 10:06 GMT-3

Todas las mujeres que llegan a la mediana edad acaban pasando por la transición hormonal que supone la menopausia. 

Sin embargo, este importante acontecimiento biológico se ha mantenido en un discreto segundo plano durante mucho tiempo, se lo ha abordado en voz baja o se ha referido al mismo con eufemismos tales como "el cambio". Solo en los últimos años se ha hablado más abiertamente de la menopausia entre las mujeres y los medios de comunicación, dice Nanette Santoro, catedrática de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado (Estados Unidos) e investigadora de la menopausia desde hace mucho tiempo.

Gran parte de lo que se sabe sobre la menopausia procede del Study of Women's Health Across the Nation (SWAN), una investigación epidemiológica que ha seguido a unas 3000 mujeres en Estados Unidos desde 1994. Es un buen comienzo, pero se necesitan más estudios de cohortes, mucho más amplios, para responder a las muchas preguntas que quedan sin respuesta, afirma Santoro. 

Otros campos han mostrado un seguimiento más exhaustivo, como el del famoso Estudio del Corazón de Framingham, que ha monitoreado a más de 14 000 personas. Fue el SWAN, por ejemplo, el que descubrió que las mujeres con sofocos frecuentes y persistentes tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Y fue el SWAN quien confirmó las observaciones que las mujeres venían haciendo desde hace tiempo sobre la disminución de la masa magra del cuerpo y el aumento de la grasa durante la transición, aunque el peso total no cambie.

Otras investigaciones han permitido comprender mejor la biología que subyace al principal síntoma de la menopausia: los sofocos. Investigadores de la Universidad de Arizona, la Universidad de Carolina del Norte y otros centros han descubierto que la disminución de estrógenos en el hipotálamo cerebral provoca el agrandamiento de ciertas neuronas, lo que agita secciones de esta región cerebral implicadas en la regulación de la temperatura. Se espera que este importante descubrimiento dé lugar a nuevas terapias específicas no hormonales.

(Relacionado: ¿Puede ser curado el envejecimiento? Conoce lo que saben los científicos)

¿Qué desencadena exactamente la menopausia?

Todo empieza con la perimenopausia.

Una niña nace con todos los óvulos que necesitará durante su vida. Alrededor de estos óvulos hay células de la granulosa que producen hormonas, sobre todo estrógenos. En la mediana edad, a medida que los óvulos son menos numerosos y menos viables, disminuye la producción de estrógenos.

Esto, combinado con una menor frecuencia de liberación de óvulos, da lugar a ciclos menstruales irregulares. Cuando varios ciclos se retrasan una semana o más a lo largo de varios meses, se dice que la mujer ha entrado en la perimenopausia.

Esta etapa suele comenzar a mediados de los cuarenta, aunque también puede empezar una década antes o después, y dura entre dos y ocho años. La perimenopausia tardía se produce cuando algunos ciclos se retrasan al menos 60 días. Son los cambios en los niveles hormonales, y no un descenso absoluto, los que provocan los síntomas asociados a la menopausia, afirma Santoro.

La fertilidad disminuye durante esta etapa, aunque la ovulación (y el embarazo) siguen siendo posibles, según la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS, por sus siglas en inglés), razón por la cual el grupo recomienda el uso continuado de anticonceptivos.

¿Qué es la menopausia?

Aunque muchas mujeres etiquetan todo el proceso como menopausia, ese término denota técnicamente el momento en que los niveles de estrógenos han descendido tanto que la ovulación y la menstruación cesan de forma permanente.

Algunos médicos miden los niveles de una hormona (la hormona foliculoestimulante FSH, por sus siglas en inglés), que aumenta a medida que disminuye la ovulación, para determinar si una mujer está en la menopausia. Pero como los niveles fluctúan, no es un marcador exacto, señala Jackie Thielen, directora de la Clínica Especializada en Salud de la Mujer de la Clínica Mayo.

En EE.UU., la edad media para alcanzar la menopausia es de 52 años, aunque se considera normal entre los 40 y los 60. A partir de ese momento, y durante el resto de su vida, la mujer se encuentra en la fase de posmenopausia.

¿Puede adelantarse la menopausia?

Un pequeño número de mujeres tienen la menopausia de forma natural antes de los 40 años, lo que se considera "prematura".

Otras que se someten a tratamientos médicos que extirpan o dañan gravemente ambos ovarios, como la cirugía del cáncer, la quimioterapia y la radioterapia, se convierten inmediatamente en menopáusicas. Debido a los cambios hormonales bruscos, los síntomas de la menopausia inducida suelen ser más graves, según la NAMS.

¿Cuáles son los síntomas comunes de la menopausia?

Sofocos: Hasta el 80% de las mujeres experimentan estos síntomas vasomotores (VMS), cuando una repentina e intensa sensación de calor se eleva en la parte superior del cuerpo, mientras que el ensanchamiento de los vasos sanguíneos trae un rubor a la piel.

Los sofocos suelen durar de uno a cinco minutos y pueden producirse varias veces al día, según la NAMS. Los que ocurren durante la noche y van acompañados de sudoración profusa se denominan sudores nocturnos. Los sofocos pueden terminar cuando la mujer llega a la menopausia, pero también pueden continuar durante una década o más.

A algunas mujeres apenas les molestan los sofocos, mientras que para otras son debilitantes. "Estos síntomas no son triviales. Afectan a la vida de muchas mujeres, a sus relaciones y a su capacidad para desenvolverse en el trabajo", afirma Stephanie Faubion, directora del Centro para la Salud de la Mujer de la Clínica Mayo y directora médica de la NAMS.

Problemas de sueño: Los niveles cambiantes de la hormona reproductiva progesterona pueden impedir la capacidad de conciliar el sueño y permanecer dormida,indica la Oficina de Salud de la Mujer del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Los sudores nocturnos también dificultan el sueño.

Un par de años después de terminar todo su tratamiento contra el cáncer, que probablemente la empujó a la perimenopausia, dormir se hizo más difícil, contó Rachel Woods, de 49 años, en su casa de Berkhamsted, Reino Unido. "El impacto de la falta de sueño en tu cuerpo y tu cerebro se prolonga durante todo el día, no eres capaz de concentrarte, te sientes agotada y no tienes paciencia, lo que afectó a mi familia". Como su cáncer no respondía a los estrógenos, su oncólogo pudo recetarle una terapia hormonal sustitutiva. "Sigo despertándome, pero con la THS vuelvo a tener un sueño más sólido, que no tenía desde hacía probablemente cinco años".

Fotografía de Elizabeth Dalziel

Cambios de humor: Los índices de depresión en las mujeres durante la perimenopausia o la menopausia son casi el doble que en las que aún no se encuentran en esta fase, según ha demostrado la investigación.

No está claro si esto se debe directamente a las hormonas o a la tristeza por la pérdida de fertilidad u otros problemas. Las mujeres que no pueden dormir debido a los sofocos y sudores también son más propensas a deprimirse, sostienen los investigadores.

Otras que no están deprimidas pueden sentirse irritables o tener ataques de llanto inexplicables. Son especialmente propensas las que han experimentado cambios de humor similares antes, en torno a su ciclo menstrual mensual o después de dar a luz.

Cambios vaginales: El dolor y las molestias durante el coito se deben al adelgazamiento del tejido a medida que disminuyen los estrógenos. Junto con una sequedad similar en la vejiga y la uretra, esto se conoce como síndrome genitourinario de la menopausia (GSM, por sus siglas en inglés). La mayoría de los síntomas de la menopausia se resuelven con el tiempo, pero el GSM conlleva cambios fisiológicos duraderos, señala Santoro.

De acuerdo al estudio SWAN, la mayoría de los síntomas aparecen o se intensifican en la última fase de la perimenopausia. Pero también pueden aparecer pronto, incluso antes de que cambie una sola regla, según los resultados de una encuesta en línea publicada en 2021. "Ese estudio validó la sensación de tantas mujeres de que algo está sucediendo a pesar de que todavía están menstruando regularmente", dice Faubion, que no participó en la investigación.

¿Cuáles son los tratamientos eficaces para los efectos de la manopausia?

Los cambios básicos en el estilo de vida ayudan a muchas mujeres a sobrellevar la situación. Los sofocos se toleran mejor vistiéndose en capas y respirando hondo y despacio y bebiendo agua fría en cuanto empiezan. Dado que el aumento de la grasa corporal está relacionado con el empeoramiento de los sofocos, las personas obesas o con sobrepeso pueden beneficiarse con una reducción de peso. Fumar también está relacionado con la intensidad de los sofocos.

Mejorar el sueño requiere seguir un horario regular, evitar las siestas a última hora de la tarde y evitar la cafeína y el alcohol a última hora del día.

Se ha demostrado la eficacia de varios métodos mentales y corporales, como la hipnoterapia, que disminuye significativamente los sofocos intensos, y la terapia cognitivo-conductual (TCC), que reduce su frecuencia.

Múltiples estudios han demostrado que las hierbas y otros remedios promocionados para aliviar la menopausia "tienen pocas probabilidades de aliviar los sofocos", según la NAMS.

Los síntomas que afectan gravemente a la vida de una mujer requieren tratamiento médico, especialmente las hormonas estrógeno y progesterona. A las mujeres aún perimenopáusicas se les prescriben anticonceptivos, porque necesitan niveles más altos de estas hormonas para evitar el embarazo. A las mujeres que ya han pasado la menopausia se les prescribe terapia hormonal menopáusica (THM), normalmente en forma de parches o píldoras, precisa Faubion de la NAMS.

Riesgos de los tratamientos para los efectos de la menopausia

Muchos médicos temen recetar terapia hormonal para la menopausia debido a los resultados ampliamente difundidos en 2002 de la Iniciativa para la Salud de la Mujer (WHI, por sus siglas en inglés), que reveló un mayor riesgo de cardiopatías, cáncer de mama e ictus en las mujeres que tomaban estrógenos y progesterona, sobre todo pasada la menopausia, dice Faubion. Pero ese estudio no se diseñó para determinar si las mujeres más jóvenes en plena fase de síntomas se beneficiaban del tratamiento, y solo se incluyó a un pequeño porcentaje de ellas. Las reevaluaciones posteriores de los resultados del WHI han rechazado su conclusión de que la THM no es segura para este grupo, afirma.

"Si una mujer tiene menos de 60 años y está a menos de 10 años de la menopausia, los beneficios de la terapia hormonal tienden a superar los riesgos", afirma Faubion. Tal vez no sea el caso de las mujeres con antecedentes de cáncer de mama, cáncer de útero, enfermedades hepáticas, cardiopatías, derrames cerebrales, coágulos sanguíneos o tabaquismo, que deberían hablarlo directamente con su médico.

Otros fármacos prescritos para la menopausia que han demostrado cierto beneficio son la clonidina (un medicamento utilizado para tratar la hipertensión) y la gabapentina. Con el descubrimiento de las neuronas cerebrales como causa de los sofocos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) está revisando actualmente un tratamiento específico no hormonal, el fezolinetant. En una investigación inicial, el fármaco redujo los sofocos semanales en un 45%.

Los síntomas del GSM pueden tratarse con una crema hidratante vaginal o con estrógenos administrados por vía vaginal, que parecen ser más seguros que las hormonas sistémicas, afirma Thielen, de la Clínica Mayo. La fisioterapia del suelo pélvico y los tratamientos vaginales con láser (para estimular el flujo sanguíneo) también merecen la pena, según MyMenoPlan, un sitio web destinado a personalizar los consejos de tratamiento que fue desarrollado por una red de investigadores de la menopausia y financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).

Dado que los síntomas de la menopausia pueden durar años, un afrontamiento eficaz también implica aceptar una nueva normalidad, aseguraThielen. "El proceso de perder estrógenos y aprender a vivir con niveles erráticos y luego bajos es en lo que consiste la experiencia de la menopausia".

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