Bali lucha contra los desechos plásticos para recuperar sus hermosas playas

La isla está implementando medidas como la prohibición del uso de plásticos de un solo uso y campañas de concientización para preservar sus playas vírgenes y recuperar la industria turística.

Por Amanda Tazkia Siddharta
FOTOGRAFÍAS DE Nyimas Laula
Publicado 23 oct 2019, 10:00 GMT-3
Turistas pasean a caballo por la playa de Kedonganan, Bali, el 27 de enero de 2019. ...
Turistas pasean a caballo por la playa de Kedonganan, Bali, el 27 de enero de 2019. Todos los años, durante la temporada de lluvias, de noviembre a marzo, llegan toneladas de desperdicios hasta la orilla, por lo que la temporada recibe el apodo de “temporada de basura”.
Fotografía de Nyimas Laula, National Geographic
Este artículo fue creado en asociación con National Geographic Society.

¿Qué es lo primero que uno piensa acerca de Bali? Probablemente sus hermosas playas vírgenes. Pero las playas de la isla paradisíaca del archipiélago indonesio cada vez tienen menos conchas marinas y más desechos plásticos.

Los desechos plásticos se han ido acumulando debido a la falta de infrastructura o de un plan oficial estratégico para gestionar la basura. Asimismo, las playas llenas de botellas y bolsas son consecuencia del turismo creciente, las prácticas culturales arraigadas y la falta de conciencia sobre el ciclo de vida del plástico desde que se elimina hasta que llega al mar, y luego se arrastra a la orilla en forma de basura.

En un estudio de 2015, publicado en Science, Indonesia figuraba en segundo lugar entre los 20 principales países con una mala gestión de los desechos plásticos. La nación generó 3,2 millones de toneladas de plástico en 2010, y casi la mitad terminó en el mar. China figuraba en primer lugar, Estados Unidos, en el vigésimo puesto. El gobierno indonesio informó a National Geographic cifras bastante más bajas que las del estudio, pero la conclusión es la misma: en Indonesia, la mayor parte de los desechos plásticos no se gestiona bien.

A menudo, los visitantes traen comida a la playa de Tegal Wangi para disfrutar del atardecer, pero tiran la basura al suelo.
Fotografía de Nyimas Laula, National Geographic

Bali está tratando de hacer frente al problema del plástico, y hay algunos pequeños logros. A finales de 2018, el gobernador balinés Wayan Koster anunció la prohibición de las bolsas de plástico, poliestireno y sorbetes de plástico. El gobierno indonesio ha prometido reducir los desechos plásticos marinos en un 70 por ciento para 2025. Y el gobierno balinés está convirtiendo el vertedero más grande de la isla, el vertedero Suwung de 80 acres en la capital de Denpasar, en un parque ecológico y una planta de energía residual.

El comienzo de un cambio

Los manglares prístinos están contaminados con desechos plásticos cerca de Tahura Ngurah Rai.
Fotografía de Nyimas Laula, National Geographic

Algunos balineses están comenzando a actuar, entre ellos, las hermanas Melati e Isabel Wijsen. Hace seis años, cuando tenían 12 y 10, fundaron Bye Bye Plastic Bags, y la organización se ha convertido en una de las mayores organizaciones ambientales sin fines de lucro de Bali.

“Nuestra meta es cambiar la mentalidad de las personas. Queremos ayudarlas a comprender por qué tienen que decir que no al plástico”, expresa Melati, que hoy tiene 18 años.

Y agrega que desde que aparecieron las bolsas de plástico Bye Bye Plastic Bags, muchos jóvenes en Bali han comenzado a tomar conciencia del problema de los desechos plásticos.

“Hace seis años, hicimos una presentación en una escuela primaria con 150 estudiantes, y notamos que todos estaban muy entusiasmados. Pero cuando hicimos la pregunta, ¿el plástico es bueno o malo? Todos contestaron que el plástico es bueno”, comenta Melati.

Pero hoy, casi todos los niños en los salones de clases reconocen que no deberíamos usar bolsas de plástico. "Realmente el asunto esta presente en la vida cotidiana de los jóvenes y ellos son muy conscientes de esto", agrega. "Y para nosotras es algo grandioso".

Soluciones creativas

Los trabajadores cargan plástico que será lavado y destruido en el centro de reciclaje Re>Pal en Pasuruan, Java Oriental. Las instalaciones reciclan bolsas de plástico, envoltorios de plástico y algunos envases alimentarios y los convierten en palés que pueden sostener hasta una tonelada.
Fotografía de Nyimas Laula, National Geographic

La reciente prohibición del gobierno de las bolsas de plástico de un solo uso suscitó las objeciones de los productores de plástico de Indonesia, quienes están preocupados de que la prohibición ponga un freno a la industria del plástico. Los productores insisten en que se debe mejorar la gestión de residuos, además de reducir el uso. La Asociación Indonesia de Olefinas, Aromáticos y la Industria del Plástico (INAPLAS, por sus siglas en inglés) planteó que, además, la prohibición evitaría que se propongan otras soluciones creativas para el manejo de residuos plásticos.

EcoBali, por ejemplo, es una empresa que ofrece una solución creativa. En Bali, apenas se conoce la separación de basura. Los recolectores de basura en la isla generalmente solo cargan los desechos domésticos, y los llevan directamente al vertedero.

EcoBali fue fundada en 2006 por Paola Cannucciari, quien ha vivido en Indonesia durante más de dos décadas. "Somos uno de los pioneros en la separación de desechos y solo recolectamos productos no orgánicos. En cuanto a lo orgánico, esperamos que las personas comiencen a compostar y puedan usar nuestro sistema de compostaje", explica.

EcoBali recolecta desechos no orgánicos que han sido separados y los lleva a una planta de clasificación en Canggu, y posteriormente, envía el plástico reciclable a centros en Java.

Un palé de plástico recién hecho es inspeccionado en el centro de reciclaje Re>Pal. Re>Pal gestiona 10.000 toneladas de plástico al año, 240 de las cuales proceden de Bali.
Fotografía de Nyimas Laula, National Geographic

Avani Eco, por otro lado, busca la solución a partir de recursos naturales. El fundador Kevin Kumala ha desarrollado una bolsa de plástico biodegradable, un empaque de alimentos y una paja hecha de yuca, un vegetal de raíz con almidón que se puede convertir en una alternativa al plástico. Kumala afirma que su producto es soluble en agua, no tóxico y compostable.

"En verdad creo que existen más Rs además de reducir, reutilizar y reciclar". También tenemos reconversión y reemplazo. Si nos quedamos solamente con la idea de 3R, no alcanza".

"Para que este país se salve de esta epidemia plástica, necesitamos ser más creativos con las soluciones que proponemos”, sostiene Kumala.

National Geographic se compromete a reducir la contaminación por plástico.Esta historia es parte de ¿Planeta o Plástico? nuestro esfuerzo plurianual para crear conciencia sobre la crisis mundial de los desechos plásticos. Aprende lo que puede hacer para reducir tus propios plásticos de un solo uso y asume tu compromiso.
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