Una raya enorme bate nuevo récord mundial por ser el pez de agua dulce más grande

Luego de una búsqueda de décadas, hallaron un pez gigante de río que pesa más de 300 kilogramos.

Por Stefan Lovgren
Publicado 24 jun 2022, 08:45 GMT-3
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Una raya gigante de agua dulce de 700 libras, vista sobre el agua para ser pesada en esta imagen, es aclamada como el pez de agua dulce más grande jamás registrado. La población de la región y los investigadores lo midieron rápidamente, incluso arrojando agua durante el procedimiento.

Ilustrado por National Geographic

CAMBOYA, RÍO MEKONG- Moul Thun sabía que la raya gigante enganchada en el extremo de su línea era más grande que cualquier pez que hubiera visto en su vida. Lo que no sabía el pescador de 42 años de Kaoh Preah (una isla remota en el río Mekong, al norte de Camboya) era que, más tarde, la raya se consagraría como el pez de agua dulce más grande del mundo.

Para Zeb Hogan, que lleva casi dos décadas registrando grandes peces de río, el descubrimiento de la raya (que se devolvió al río sana y salva) fue muy esperanzador. 

“Es una prueba de que todavía hay ejemplares de estas bestias submarinas, que están en peligro crítico”, dice Hogan, biólogo de peces de la Universidad de Nevada en Reno, y explorador de National Geographic.

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    La raya gigante es medida en una lona verde en el agua, que la retiene y, a la vez, le da acceso al agua dulce.

    Fotografía de S. Ounboundisane FISHBIO

    Megafishes Project, la iniciativa de Hogan para buscar peces grandes que recibe apoyo de la National Geographic Society, comenzó en 2005 cuando un grupo de pescadores del norte de Tailandia sacaron un pez gato de más de 290 kilos del río Mekong. Hogan, quien había pasado años en el sudeste asiático estudiando dicha especie, concluyó que ese era el más grande, es decir, el pez de mayor peso que jamás se había capturado en la zona. Pero luego se preguntó: ¿existirán peces de río aún más grandes en otros lugares?.

    Para averiguarlo, el explorador comenzó a rastrear las cuencas hidrográficas de todo el mundo, en ocasiones, bajo su rol de presentador del programa Monster Fish de National Geographic. Pero la respuesta a su pregunta resultó más difícil de lo que esperaba. Los pescadores no sólo tendían a exagerar los relatos, sino que también habían problemas logísticos como la falta de información científica sobre los peces de agua dulce y la existencia de pruebas que eran imposibles de verificar, como dibujos y fotografías antiguos. 

    Si bien encontró numerosos peces gigantes, como el arapaima (Arapaima gigas) que respira aire atmosférico (en el Amazonas) y el siluro (Silurus glanis), que se alimenta de palomas (en Europa), no pudo encontrar registros oficiales de capturas de un pez de agua dulce más grande que el que había impulsado su búsqueda.

    Eso fue hasta la semana pasada, cuando Wonders of the Mekong, el equipo de investigación que dirige Hogan en Camboya y que financia la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), recibió una llamada de Moul Thun. El pescador le contó a un miembro del equipo que, por casualidad, había atrapado una raya gigante de agua dulce “mucho más grande” que cualquiera que hubiera visto antes. Dijo que era tan grande que incluso podría tratarse de una especie diferente.

    Al llegar a Kaoh Preah, el equipo determinó que el pez de Thun, una hembra que se veía saludable, era la misma especie de raya que se encontraba en el Mekong. Sin embargo, el pescador tenía razón sobre su enorme tamaño: más de 4 metros de largo. Después de maniobrar al pez gigante para ubicarlo sobre tres balanzas contiguas, los investigadores se sorprendieron al conocer su peso: 300 kilos, lo que estableció un nuevo récord mundial.

    Peces gigantes de agua dulce en peligro de extinción

    El objetivo original del Megafishes Project era encontrar, estudiar y proteger a los peces de agua dulce más grandes del mundo. El proyecto se centró en especies que pudieran alcanzar, al menos, el tamaño de un humano (1,8 metros de largo como mínimo o más de 90 kilogramos) y que vivieran solo en agua dulce. (No se consideraron peces como el esturión beluga, que alterna entre agua dulce y salada). Antes de comenzar con la iniciativa, Hogan elaboró ​​una lista de unas 30 especies en las que se enfocaría. 

    Enseguida se dio cuenta de que muchos de estos peces son difíciles de encontrar. Viven en lugares remotos e inaccesibles y, algunos, en aguas turbias. Incluso, puede ocurrir que personas que han vivido toda su vida cerca del hábitat de los “megapeces” nunca hayan oído hablar de las criaturas, y mucho menos, que las hayan visto. Al principio de la búsqueda, pocos científicos se dedicaban a estudiarlos.

    Lo que estaba claro era que el número de peces gigantes de río era cada vez menor debido a una serie de factores como la sobrepesca, las especies invasoras que competían con ellos por los alimentos, la contaminación del agua y la presencia de represas, que impiden que los peces migratorios completen sus ciclos de vida.

    Según las investigaciones, las poblaciones globales de megafauna de agua dulce han disminuido el doble que las poblaciones de vertebrados en tierra o en los océanos, lo que indica que muchas especies de peces gigantes están en peligro crítico. El pez espátula chino (Psephurus gladius), un fuerte competidor por el título del pez de agua dulce más grande del mundo, se extinguió mientras Hogan cursaba las primeras etapas de su búsqueda.

    A medida que el trabajo de Hogan fue avanzando, el interés se centró en la conservación. “Nunca se trató solo de encontrar el pez más grande”, advierte el explorador, y continúa: “sino de buscar formas de proteger a estos animales extraordinarios que, en algunos casos, han estado en la Tierra durante cientos de millones de años y, ahora, corren peligro de extinción”.

    Observa la colorida variedad de peces de agua: 

    ¿Por qué son tan buscadas las rayas gigantes?

    Durante mucho tiempo, Hogan pensó que el gigante de río más grande podría ser una especie de raya, ya que muchas de ellas son de agua dulce. En una expedición a Argentina que realizó para Monster Fish, el especialista atrapó una raya de río de cola corta que pesaba alrededor de 180 kg. Pero sabía que esta especie de agua dulce del sudeste asiático (Urogymnus polylepis) podría alcanzar un peso mucho mayor que ese.

    Durante varios años, junto a un equipo de investigadores tailandeses, Hogan estudió las rayas de dos ríos no muy lejanos a Bangkok. Durante este período, el equipo capturó varias rayas que parecían competir en tamaño con el pez gato gigante del Mekong (el cual batió el récord en 2005) pero Hogan y sus colegas nunca pudieron confirmar ningún peso.

    Luego, en 2016, un derrame químico en el río Mae Klong de Tailandia provocó la muerte de unas 70 rayas gigantes. Dos años después, cuando los científicos regresaron al lugar, encontraron muchas menos rayas en general y casi ninguna grande.

    Desde hace poco, el proyecto de Wonders of the Mekong ha impulsado la investigación en el norte de Camboya, donde el río Mekong está bordeado por bosques que reciben abundante agua, contiene una gran biodiversidad y se cree que genera hasta 200 mil millones de peces al año. También se cree que la región es un importante refugio durante la estación seca para muchos de los megapeces del Mekong, incluidas las rayas gigantes.

    En conjunto con las comunidades locales, el equipo de investigación ha construido una red de pescadores que se comprometen a informar sobre las capturas de rayas y otros peces en peligro de extinción antes de devolverlos al río. Aunque es legal pescar a estas especies en Camboya, los pescadores no suelen interesarse en ellas porque no se consideran "buenos" como producto de consumo. Sin embargo, las rayas suelen engancharse por accidente, como sucedió con la hembra que estableció un nuevo récord y que fue capturada durante la noche del 13 de junio. 

    Después de recibir la llamada de Thun, los miembros del equipo, que residen en Phnom Penh (capital de Camboya) corrieron hacia la orilla del río. Allí, se sumó otro equipo de científicos estadounidenses que trabajaban en el área, quienes enseguida insertaron una etiqueta acústica en la base de la cola de la raya. Con ese dispositivo, los investigadores esperan aprender más sobre el comportamiento de la escurridiza especie: dónde se alimenta, hacia dónde se dirige y dónde da a luz a sus crías.

    “El hecho de que (Thun) nos llamara da cuenta de la importancia de trabajar con las comunidades locales”, destaca Hogan. “Los pescadores realmente pueden ayudar a proteger a estos animales”.

    Cuando devolvieron el animal al río, se había reunido una multitud de personas, entre las que se encontraban funcionarios de pesca de Camboya y aldeanos interesados en la conservación. Muchos de ellos fotografiaron a la criatura gigante, a la que los científicos llamaron “Boramy” (o luna llena en el idioma jemer) porque el pez de aspecto redondo fue liberado durante dicha fase lunar. El nombre también suele usarse para describir a una mujer hermosa.

    (Contenido relacionado: Un pez de 112 años bate récord de longevidad)

    Un mensaje optimista

    Para Hogan, el tramo del río Mekong donde se encontró la raya, no solo es un potencial refugio para este tipo de especie, sino también una fuente de esperanza para los peces gigantes que viven bajo amenaza. Porque según el explorador, a pesar de la terrible situación que enfrentan muchos de los gigantes de río en todo el mundo, aún hay motivos para ser optimistas.

    En América del Norte, por ejemplo, los esfuerzos de conservación han ayudado a recuperar las poblaciones de varias de las especies de peces de agua dulce más grandes, como el pez caimán y el esturión de lago. Lo mismo ocurre con los arapaimas en el Amazonas, donde las comunidades indígenas han restringido la captura del pez gigante que respira aire atmosférico.

    “Cuando las personas se informan sobre la existencia de estos animales, comienzan a apreciar sus increíbles atributos y a fomentar cambios”, dice Hogan. “Recuerdo el pez que batió el récord en 2005, al que mataron y vendieron como producto de consumo. Ahora estamos buscando al pez de agua dulce más grande del mundo. Es un gran contraste. Quiere decir que no todo está perdido”, agrega.

    La National Geographic Society, una organización que trabaja para visibilizar y proteger las maravillas de nuestro mundo, financió el trabajo del explorador Zeb Hogan. Obtén más información sobre el apoyo de esta asociación a los exploradores que destacan y protegen especies críticas. Hogan y Stefan Lovgren son coautores del libro Chasing Giants: In Search of the World's Largest Freshwater Fish, que saldrá a la venta próximamente. 

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