Brote de gripe aviar atenta contra la vida silvestre e impulsa la prohibición de la caza en Israel

La ministra de Protección Ambiental, Tamar Zandberg, declaró que este brote de gripe aviar H5N1 es el “peor golpe que ha recibido la vida silvestre” en la historia del país y que “todavía no está en claro” cuál será la dimensión de los daños.

Por Dina Fine Maron
Publicado 13 ene 2022, 10:00 GMT-3
Brote de gripe aviar en Israel

En Israel, debido a un brote de gripe aviar han muerto miles de grullas salvajes y las especies de aves amenazadas pueden estar en peligro. Los trabajadores del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, vestidos con trajes protectores, se han encargado de entrar en aguas fangosas y poco profundas para extraer los cadáveres de las grullas.

Fotografía de Ilia Yefimovich/picture alliance, Getty Images

Israel ha cancelado el último mes de su temporada de caza, de cinco meses de duración, en un intento por contener un grave brote de gripe aviar que ha matado hasta 8.000 grullas silvestres y ha desatado la preocupación por el contagio entre especies de aves amenazadas.

En diciembre, la ministra de Protección Ambiental, Tamar Zandberg, tuiteó que este brote de gripe aviar H5N1 es el “peor golpe que ha recibido la vida silvestre” en la historia de Israel y que “todavía no está en claro” cuál será la dimensión de los daños.

Con la prohibición de la caza en enero, disminuirán las interacciones entre los humanos y la vida silvestre. El ministerio afirma que le preocupa que los cazadores, sin darse cuenta, puedan propagar la enfermedad transportando el virus en sus zapatos, llantas o con los perros que usan para recolectar los patos y las palomas que cazan. Además, otras aves, al sentirse perturbadas por los cazadores pueden huir y transmitir la enfermedad en nuevos sitios. (Se le pidió al ministerio que comentara si hay pruebas de que los cazadores ya hayan contribuido a propagar el virus de esta manera, pero no han respondido).

El H5N1 se detectó por primera vez en granjas avícolas israelíes hace unos dos meses y desde entonces se ha confirmado como la causa de muerte de las grullas comunes; según las autoridades israelíes, una quinta parte de la población de estas majestuosas aves de cuello largo ya se ha infectado.

Cada otoño, las grullas migran de Rusia, Ucrania y Escandinavia a zonas de invernada en Etiopía y otros lugares, como Israel, donde varias miles de aves esperan la primavera; muchas lo hacen alrededor de un lago en el valle de Hula. Allí, en el norte del país, trabajadores con trajes protectores se han estado ocupando de retirar los cadáveres de las grullas del agua y la zona circundante.

Al igual que con los virus de la gripe humana, existen muchas cepas de la gripe aviar, algunas más mortales que otras. El H5N1 es muy dañino esta temporada. Se ha extendido por toda Europa, donde, en Escocia, causó la muerte de miles de barnaclas cariblanca el mes pasado, y recientemente ha llegado a América del Norte.

La gripe aviar también puede enfermar a otros animales, entre estos, los que se comen a las aves infectadas o sus restos. Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en Israel, ya se han sacrificado alrededor de un millón de pavos, patos y gallinas de granja para ayudar a controlar la propagación de esta enfermedad.

Los humanos rara vez han contraído el H5N1 y, por lo general, solo después de una exposición prolongada a aves infectadas. Según los registros, la última infección humana por H5N1 ocurrió en India en julio de 2021. En Israel, por ahora, no se han detectado casos, pero la semana pasada, se informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un caso en el suroeste de Inglaterra, aunque aún no se ha identificado la cepa en particular. Las autoridades del gobierno israelí aseguran que las aves de corral y los huevos pueden consumirse sin riesgo si se cocinan adecuadamente.

La prohibición de la caza es una “medida preventiva” para proteger tanto la vida silvestre como a las personas, dice Yoav Perlman, director de BirdLife Israel, una subsidiaria de la Sociedad para la Protección de la Naturaleza sin fines de lucro en Israel. Su grupo ha estado colaborando con el recuento de los miles de grullas muertas. Perlman dice que ya se ha confirmado el virus en algunas otras aves silvestres, en su mayoría pelícanos, garzas y algunas rapaces.

Las muertes de grullas están disminuyendo, pero “nos preocupa que la gripe aviar pueda afectar a las aves rapaces, sobre todo a las águilas del valle de Hula y otros valles donde se concentran las grullas”, dice Perlman. El valle de Hula es un importante sitio de invernada para las águilas moteadas y las águilas imperiales orientales amenazadas a nivel mundial y para las águilas de cola blanca, que en Israel se considera especie amenazada. Las águilas son carroñeras y, según indica Perlman, se las ha visto comiendo grullas muertas en el valle de Hula.

Otra especie de ave amenazada que en Israel se encuentra en situación de riesgo es la malvasía cabeciblanca (en peligro de extinción): aproximadamente el 10 por ciento de la población mundial, según indicó Perlman, pasa el invierno en Israel en embalses que también frecuentan las grullas y otras aves acuáticas. Además, la hubara de MacQueen, amenazada a nivel mundial, comparte sitios de alimentación y descanso con grullas en el norte de Negev.

Orígenes del virus mortal

El virus H5N1 se detectó por primera vez en 1996 en gansos en China y en humanos en 1997 durante un brote avícola en Hong Kong. En los años siguientes, se ha encontrado en muchos países del mundo: en Israel apareció en marzo de 2006, y desde entonces, ha regresado todos los años. Según las autoridades israelíes, el brote actual es diferente, porque está causando tasas de mortalidad descomunales entre las aves infectadas.

“Nadie sabe por qué esta vez es tan grave —dice el ornitólogo Yossi Leshem, profesor emérito de la Universidad de Tel Aviv—. Los humanos pueden haber ayudado a impulsar la transmisión”. Como parte de un programa gubernamental de alimentación de aves, creado para evitar que las grullas se coman los cultivos de los granjeros, los trabajadores les ofrecen maíz, lo que provoca densas concentraciones de aves en un área pequeña. “Seguramente, eso aumentó las tasas de infección de este brote de gripe aviar”, agrega Perlman.

Para el futuro, “las autoridades de conservación y las partes interesadas deberán prestar mucha atención a la alimentación y el rol de la alimentación”, dice Perlman. Pero por ahora, están atentos a descubrir más síntomas del H5N1. “Esta es, por lejos, la mayor manifestación de gripe aviar en grullas a nivel mundial. No tiene precedentes, y debemos investigar lo que pasó”, expresa.

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