En este refugio de vida silvestre, también hay cohetes

La Costa Espacial de Florida es sede de la NASA y, a la vez, hogar de manatíes, tortugas marinas y criaturas que brillan como estrellas.

Por Terry Ward
FOTOGRAFÍAS DE Robert Ormerod
Publicado 27 may 2020, 11:50 GMT-3
En el Centro Espacial Kennedy de Florida, el cohete Falcon 9 de SpaceX y la nave ...

En el Centro Espacial Kennedy de Florida, el cohete Falcon 9 de SpaceX y la nave espacial Crew Dragon aguardan sobre la plataforma de lanzamiento 39A mientras continúan los preparativos para la histórica misión Demo-2 del 27 de mayo. Alrededor del centro espacial, se encuentra el Merritt Island National Wildlife Refuge (Refugio Nacional de Vida Silvestre de la Isla de Merritt).

Fotografía de Bill Ingalls, NASA

¿Acaso la reanudación de los lanzamientos de naves espaciales tripuladas contribuirá al resurgimiento de la Costa Espacial de Florida? Con el lanzamiento de un cohete de SpaceX que transportará a dos astronautas de la NASA, podrían regresar los años dorados de esta extensión de costa de 115 km al este de Orlando.

El sábado 30 de mayo, el cohete Falcon 9 reutilizable lanzará su cápsula Crew Dragon en una misión a la Estación Espacial Internacional. Será el primer lanzamiento con astronautas estadounidenses que se realiza en EE.UU. desde 2011. Cuando despegue, todas las miradas apuntarán al cielo.

Pero también hay un mundo por descubrir aquí más cerca en la tierra. En torno al Centro Espacial Kennedy de la NASA, vuelan aves migratorias y nadan manatíes de las Indias Occidentales. El Refugio Nacional de Vida Silvestre de la isla de Merritt, una extensión pantanosa de 570 km2 que rodea el área de lanzamiento, constituye un hábitat vital para especies amenazadas y en peligro de extinción.

"Se trata de un centro de tecnología de punta, y está justo aquí, en un refugio nacional de vida silvestre", cuenta el conservacionista Duane DuFreese.

Aunque la COVID-19 ha paralizado el turismo en este lugar, muchos esperan que un programa de varios lanzamientos comience a reanudar la actividad. Cuando los visitantes regresen, podrán observar cohetes estridentes y explorar uno de los hábitats más espectaculares de Florida.

El lanzamiento

Si hay un lugar en Florida con gran resiliencia, ese es la Costa Espacial. Después de los años de auge y crisis del programa Apolo de la década de 1960, luego de las fluctuaciones del programa del transbordador espacial (1981-2011), esta área finalmente está resurgiendo gracias a las empresas privadas de vuelos espaciales lideradas por SpaceX, Blue Origin, entre otras.

A pedido de la NASA, la mayoría de las observaciones del despegue se harán de forma virtual. El Centro Espacial Kennedy no permite visitas durante el lanzamiento. Aquellos que decidan observarlo desde lejos deben seguir las reglas establecidas para el condado, como el distanciamiento social y el límite de 10 personas cuando se trata de un grupo.

A lo largo de la Costa Espacial y en otros lugares de Florida, las playas y los parques ya están abiertos. El sábado, los surfistas de Cocoa Beach seguramente se detendrán a mirar desde sus tablas el espectáculo en el cielo. Y antes de las 3:22 p.m. ET, las camionetas ya se habrán ubicado en posición privilegiada a lo largo del río Banana.

En Titusville, al otro lado del río desde Cabo Cañaveral, en lugares como Space View Park, se puede ver el edificio de ensamblaje de vehículos. Sin embargo, uno de los mejores lugares para ver el lanzamiento, la playa de Playalinda, en Canaveral National Seashore (Costa Nacional Cañaveral), permanece cerrada desde el 19 de marzo.

Lisa DiMercurio, residente de Titusville, cuenta que quizá se traslade hasta Satellite Beach para poder observar el lanzamiento. "Siempre prefiero quedarme en Titusville, pero mucha gente ya está anunciando que el tráfico será terrible", expresa. “Este lanzamiento es muy importante. Incluso las personas que viven aquí desde hace mucho tiempo están muy entusiasmadas".

Explorar la Tierra

Muchos verán el lanzamiento desde la playa, con la arena entre los dedos de los pies; aguardarán hasta ver las estelas en el aire, y escuchar los sonidos estridentes.

Sin embargo, la sorpresa de la Costa Espacial no es la NASA, sino la naturaleza. Las áreas protegidas alrededor de las instalaciones espaciales comprenden, no solo el Refugio de la Isla de Merritt, sino también Canaveral National Seashore, la playa natural más grande en la costa este de Florida y el Indian River Lagoon, uno de los estuarios con mayor diversidad biológica en América del Norte. Y los turistas aún no se han percatado de que existen estas atracciones locales.

"Tienes que estar aquí un buen rato para poder ver todo, porque las maravillas se dan a conocer de a poco", explica DuFreese, director ejecutivo del Indian River Lagoon Council, un grupo de conservación.

Y las sorpresas deben buscarse a lo largo de la arteria comercial frente al mar de Cocoa Beach, A1A, bordeada de surf shops y tiendas de recuerdos, iglesias y moteles, casas de empeño y bares de desnudistas. Detrás de todo este cemento, se encuentra esta parte salvaje de Florida.

En las playas de Canaveral National Seashore, cada año hay un promedio de 6.000 nidos de cuatro de las siete especies de tortugas marinas del mundo. Solo durante la temporada de anidación de 2019, se registraron 13.383 nidos de tortugas a lo largo de los 38 km de playas que tiene el parque. La anidación ya comenzó en abril de este año, y todavía no se permiten las visitas; por lo tanto, es esperable que el 2020 traiga mucha abundancia.

Al norte, la ciudad de Titusville es discreta, un poco descuidada y, obviamente, menos interesada en el dinero que puedan dejar los turistas. Durante mucho tiempo, este fue el lugar donde los trabajadores espaciales e incluso los astronautas tenían sus hogares.

Cocoa Beach, en la Costa Espacial, ya volvió a permitir el ingreso de personas. La foto es de junio de 2019.

Fotografía de .

El Moonlight Drive-In (sin horario ni días laborales definidos) es el último vestigio de la era de Apolo y fue nombrado de esa manera para homenajear sus misiones. Aquí puedes tomar un batido y pedir una bandeja de camarones fritos, que te entregan en tu automóvil (la mejor cena con distancia social).

Desde allí, solo hay que hacer unos pocos kilómetros en auto; cruzas el A. Max Brewer Causeway y el Indian River, y llegas al Refugio Nacional de Vida Silvestre de la Isla de Merritt, área que el gobierno federal compró en 1963 durante el desarrollo del Centro Espacial Kennedy y que hoy gestiona el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos.

Laurilee Thompson es residente de la quinta generación de Florida y Titusville, voluntaria para un programa de científicos locales auspiciado por el Marine Resources Council (Consejo de Recursos Marinos), dueña de un popular restaurante Titusville que sirve camarones de roca, y suele ingresar al refugio muy seguido para disfrutar de las aguas de Indian River Lagoon.

"La economía de Titusville prospera o se debilita según lo que ocurra al otro lado del río, en el centro espacial", expresa. "Una vez que terminó el programa Apolo, esta comunidad quedó arruinada, la gente estaba regalando las casas", cuenta Thompson. “Luego apareció el programa del transbordador y nos ayudó a regresar a la normalidad, hasta que eso también terminó. Ahora que otra vez hay movimiento en el centro espacial, estamos progresando nuevamente".

Pero los nuevos desarrollos de viviendas en Titusville que se han gestado como consecuencia de este progreso, son una de las tantas acciones del hombre que afectan el estado de la laguna.

Desde una rampa para botes en Mosquito Lagoon, una de las tres masas de agua del Indian River Lagoon, Thompson usa cubetas y productos químicos para controlar la claridad del agua, los niveles de pH y el oxígeno disuelto. El agua poco profunda a su alrededor se hierve a fuego lento, y en ella se observan insectos, lisas y otras formas de vida. "Ese es un manatí resfriado", explica mientras se oye un sonido.

Thompson mezcla preparados y registra las lecturas de agua del día. "Queremos que haya desarrollo, pero no queremos arruinar la calidad de vida que tenemos aquí", explica. "Y nuestra calidad de vida depende absolutamente de Indian River Lagoon".

La última frontera

Durante los meses de verano, en las cálidas aguas de la Indian River Lagoon, se desarrolla una especie de Vía Láctea. La bioluminiscencia, iluminación que se produce en las aguas, es frecuente en algunas lagunas del Caribe y en otros lugares del mundo, pero casi nadie sabe que también se produce a lo largo de la Costa Espacial.

Los lugareños suelen reunirse aquí en botes para ver una especie de lanzamiento nocturno. “Es como un amanecer, asombroso. Hasta puedes llegar a leer con la luz que se genera”, comenta Chad Baesman, guía nativo de Florida.

Los remeros dejan estelas chispeantes en el agua y los dinoflagelados (plancton bioluminiscente) se iluminan cada vez que se altera el agua con el movimiento generado por los remos.

Las lisas también atraviesan las profundidades, y van dibujando cohetes a su paso. Una noche de verano en la Indian River Lagoon es un espectáculo de salpicones y rayos de luz. Puedes sumergir tu mano en las aguas cálidas, apretar el puño y ver a los dinoflagelados brillar como una radiografía.

Encuentras una galaxia arriba en el cielo y observando la palma de tu mano. No tienes que viajar lejos para experimentar la maravilla de las estrellas. Las cosas más extraordinarias siempre están al alcance de la mano.

Terry Ward es una escritora que reside en Florida; escribe sobre viajes, buceo, aventuras familiares y perfiles. Encuéntrala en su sitio web, Instagram y Twitter.

El fotógrafo Robert Ormerod vive en Edimburgo, Escocia. Síguelo en Instagram.

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