Encuentran una nueva especie de dinosaurio que vivió hace 75 millones de años
Sus restos fueron hallados en el sur de Utah, Estados Unidos. Los paleontólogos lo han denominado Akainacephalus johnsoni (“cabeza espinosa de Johnson”).
Hace más de 75 millones de años, un dinosaurio herbívoro con armadura vivió y murió en un continente perdido llamado Laramidia. Ahora, se han hallado sus restos en el sur de Utah, Estados Unidos.
En un estudio publicado días atrás en Peer J, los paleontólogos han bautizado a una nueva especie de anquilosáurido, Akainacephalus johnsoni («cabeza espinosa de Johnson»), a partir de los fósiles descubiertos en el monumento nacional Grand Staircase-Escalante. Los restos hallados son el cráneo y partes del esqueleto del animal, incluida la maza ósea de su cola. El rasgo más distintivo del dinosaurio son unas protuberancias óseas en el cráneo, similares a pirámides.
El dinosaurio vivió y murió en un continente que ya no existe. Entonces, el mar interior convirtió el oeste de Norteamérica en un continente propio, que los científicos denominan Laramidia. El continente subtropical se parecía al actual Mississippi: húmedo, exubertante y atravesado por ríos.
El Akainacephalus johnsoni, del sur de Laramidia, parece guardar más relación con los anquilosáuridos de Asia que con los que vivían en el norte de Laramidia. De ser así, es probable que los anquilosáuridos se extendieran desde Asia a Laramidia en varias ocasiones, esparciéndose por el continente perdido y formando poblaciones distintas en el norte y en el sur.
Los investigadores también aprovecharon el descubrimiento para reconocer el duro trabajo de los preparadores de fósiles, que extraen meticulosamente los huesos de la roca que los contiene. El nombre de esta especie homenajea a Randy Johnson, el preparador de fósiles voluntarios del Museo de Historia Natural de Utah que pasó miles de horas limpiando el cráneo y la mandíbula inferior del dinosaurio.
"Solo cuando los fósiles llegaron al museo y Randy Johnson preparó el cráneo supimos que teníamos entre manos un animal singular", afirma por email el líder del estudio Jelle Wiersma, candidato a doctor en la Universidad James Cook.