Retratos íntimos de sobrevivientes en lugares en donde el amor es ilegal

En países en donde ser homosexual es ilegal, las parejas LGBTQI resisten el odio que enfrentan con amor y resiliencia.

Por Coburn Dukehart
FOTOGRAFÍAS DE Robin Hammond
Publicado 11 jun 2018, 13:21 GMT-3
Miiro, 25 años (a la izquierda), e Imran, 21 años (no es su nombre real), son ...
Miiro, 25 años (a la izquierda), e Imran, 21 años (no es su nombre real), son una pareja gay que viven juntos en Uganda. La pareja fue echada de su hogar, golpeada y encarcelada, además de quemarle todas sus posesiones, por ser gay.
Fotografía de Robin Hammond, Panos For Witness Change
El fotógrafo Robin Hammond ha dedicado su carrera a documentar los problemas relacionados con los derechos humanos. Su proyecto, “Donde el amor es ilegal”, realiza un abordaje en profundidad sobre el abuso y la intolerancia que sufren las personas LGBTQI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, “queer” e intersexuales) en siete países. Le pregunté por correo electrónico sobre los retratos y las historias que creó en colaboración con 65 personas que experimentaron discriminación y persecución.

COBURN DUKEHART: ¿Por qué fue importante para usted contar historias sobre las personas LGBTQI? ¿Cuál fue su motivación personal para realizar el proyecto?

ROBIN HAMMOND: Pasé la mayor parte de la última década en África. La homosexualidad, como siempre supe, era desaprobada pero pasó de ser un tema muy poco conversado, desde mi perspectiva, a un problema muy candente y hostil. No fueron solo un grupo de extremistas. Los africanos que consideraba como buenos amigos no tenían ningún reparo en contarme lo “malo” que eran los gays y cómo los golpeaban si alguna vez se encontraban con alguno.

Pareja lesbiana: “O”, 27 años (a la derecha), y “D”, 23 años (a la izquierda). Fueron atacadas cuando volvían a su casa después de un concierto por besarse en una parada de subterráneo. “Realmente no tuve miedo por mí, sino por la persona que amo”, dijo O. San Petersburgo, Rusia. Noviembre de 2014.
Fotografía de Robin Hammond, Panos For Witness Change

Viajé mucho y a menudo me encontré con perspectivas que no resistía, y tuve que hacer el mayor esfuerzo que pude para ponerme en el lugar de los demás. Pero encontré que estas afirmaciones de gente inteligente que me caía bien eran muy difíciles de digerir.

Mis proyectos a menudo surgen al experimentar o ser testigo de una injusticia, algo que a veces me enfurece. Se hizo vital para mí contar estas historias, las que todavía no había contado.

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    Ruslan Savolaynen, 25 años, es un sobreviviente de múltiples ataques homofóbicos. Muchos asaltos le han ocasionado daño cerebral, pérdida de la memoria, desprendimiento de la retina y una pierna quebrada. Ahora sufre de frecuentes dolores de cabeza y hemorragias nasales, y los doctores temen que tenga hemorragia cerebral. San Petersburgo, Rusia. Noviembre de 2014.
    Fotografía de Robin Hammond, Panos For Witness Change

    COBURN: ¿Cómo conociste a las personas que fotografiaste? ¿Fue difícil acceder a sus vidas privadas?

    ROBIN: Trabajé en siete países diferentes con personas de 15 nacionalidades. Generalmente había trabajado con la organización no gubernamental local LGBTQI. Lamentablemente, a veces se hacía un poco difícil encontrar personas que quisieran hablar de las historias no reveladas sobre discriminación pero cuando encontré la organización se hizo muy fácil.

    No puedo expresar la miseria que algunas de estas personas han vivido. Por supuesto, fui afortunado de no tener que hacerlo; ellos mismo lo hicieron.

    Mili, 35 años, Sudáfrica. En abril de 2010, Milli fue a quedarse con una amiga. El propietario la estranguló con un cable. Le gritó: “¡Piensas que eres un hombre! Voy a embarazarte y matarte”. Entonces la violó durante horas. Fue arrestado pero fue liberado bajo fianza de 40 dólares y no apareció en la corte. Eventualmente, fue localizado un año después.
    Fotografía de Robin Hammond, Panos For Witness Change

    Aunque para algunos fue demasiado. Milli me contó sobre la “violación correctiva” a la que sobrevivió pero no pude hacer que ella escribiera sobre ello. Ella simplemente escribió:

    “No quiero escribir.
    Porque no quiero
    recordarlo porque
    me enoja mucho. Pero lo más
    importante es que quiero
    salir adelante”.

    Me conmovió muchísimo la experiencia de escuchar estas 65 historias. Siempre las recordaré a todas.

    Tiwonge Chimbalanga de Malawi. En 2009, Tiwonge y su esposo Steven fueron arrestados y acusados de sodomía y prácticas indecentes entre hombres. Fueron sentenciados a 14 años de prisión. El caso generó la indignación internacional y ambos fueron perdonados después bajo la condición de que nunca tendrían que volver a verse. Temiendo por su seguridad, Tiwonge se fugó a Sudáfrica.
    Fotografía de Robin Hammond, Panos For Witness Change

    COBURN: Cuéntame sobre las sesiones de retrato. ¿Cómo fue tu proceso?

    ROBIN: Le dije a cada persona que me contara sobre su historia de supervivencia y que escribiera algo sobre sí mismo. La intención fue que estos testimonios le dieran forma a la construcción del retrato: la manera de vestirse, de posar, etc.

    Fue una colaboración diferente a todas las que hice y me sentí partícipe. Le pregunté cómo querían que se los viera. Cómo querían pararse.

    Fue un riesgo y a veces conseguí resultados inesperados. Gran parte del discurso sobre los derechos de LGBT ha sido sobre los miembros de la población LGBT pero no desde su testimonio. Quería que las personas tuvieran la oportunidad de decir lo que quisieran decir y que se los viera como deseaban ser vistos. Esto no siempre se alineó con mis propias expectativas.

    Jessie, 24 años, es una mujer transgénero palestina que nació en un campo de refugiados en el Líbano. Nació como hombre pero siempre se sintió mujer, desde pequeña. Su tío la violó repetidamente y su padre y su hermano la atacaron e intentaron matarla en numerosas oportunidades. Al no poder completar su formación como enfermera por la discriminación, tuvo que recurrir a realizar trabajos sexuales.
    Fotografía de Robin Hammond, Panos For Witness Change

    Por ejemplo, Jessie es una mujer transgénero de un campo de refugiados palestinos en el Líbano. Se la ha expulsado del colegio y ha sido atacada por su padre y su hermano. Su historia es trágica. Quería hacer un retrato que reflejara esa historia. Pero claramente ella no. Posaba como una mujer joven y sexy.

    Fotografié a las 65 personas, una por una, usando una película de tipo Polaroid sobre una cámara de campo de formato amplio. Hice un trato con cada uno: si pensaban que la foto los pondría en peligro, la destruiría. Tener una foto física les daba esta opción.

    Buje (no es su nombre real) es gay. En diciembre de 2013 fue llevado de su casa en Nigeria por un grupo vigilante que lo golpeó con cables eléctricos. Estuvo en prisión por más de 40 días. Hizo muchas apariciones en la corte sharia y se lo azotó 15 veces con una fusta. La sodomía tiene pena de muerte según la ley sharia, pero necesita cuatro testigos.
    Fotografía de Robin Hammond, Panos For Witness Change

    COBURN: ¿Qué encontraste personalmente como un desafío al trabajar en este proyecto?

    ROBIN: La mayor parte de mi trabajo se enfoca en los problemas relacionados con los derechos humanos. Eso significa contar historias que a veces la gente poderosa no quiere que se cuenten y también compartir las experiencias de las personas que han sido víctimas de abusos. Estas personas a menudo tienen una vida difícil y son reacias a hablar sobre esto, tienen miedo a la persecución. Tomar las imágenes a veces es una parte muy pequeña del trabajo, el final de un largo proceso de encontrar a las personas y obtener su confianza. Este trabajo no fue diferente.

    Dado el gasto de la película, a veces tomaba solo tres imágenes. En algunas ocasiones, daba mucho trabajo solo tomar esas tres imágenes.

    El hombre trans Mitch Yusmar (de 47 años), junto a su pareja por 17 años, Lalita Abdullah (39), y sus hijos adoptivos, Izzy (9) y Daniya (3), en su casa en las afueras de Kuala Lumpur, Malasia. Su relación no está reconocida legalmente y viven con la inseguridad de que su familia se destroce si algo le pasa a Lalita, que es la única familiar reconocida.
    Fotografía de Robin Hammond, Panos For Witness Change

    COBURN: ¿Hubo algo que te sorprendiera al trabajar en este proyecto?

    ROBIN: Me sorprendió lo visualmente cultas que eran estas personas. Realmente entendían el poder de las imágenes y cómo querían ser retratados. Creo que gracias a los medios sociales estamos obteniendo más influencia en el lenguaje de la fotografía.

    También estoy seguro de que se debe en parte a que muchas personas con las que trabajé son muy conscientes de su aspecto. Por un lado, porque forma parte de cómo quieren que se los identifique y, por otro lado, porque su aspecto podría revelar su identidad.

    Muchas personas LGBT del mundo sienten que están solas. O que están rodeadas de personas que les dirían que algo está mal en ellos. Desafortunadamente, lo creen.

    Abinaya Jayaraman, mujer transgénero, de 33 años. Su familia rechazó su identidad de género y ella tomó un cóctel de pastillas para dormir y calmantes en un intento por acabar con su vida. Pasó tres meses en el hospital y después fue expropiada y echada de su casa. Ahora realiza trabajos sexuales en Malasia para sobrevivir.
    Fotografía de Robin Hammond, Panos For Witness Change

    COBURN: ¿Qué espera que los espectadores sientan al ver sus imágenes?

    ROBIN: “Donde el amor es ilegal” marca un cambio en mi carrera. Siempre quise hacer un trabajo que resultara significativo. Y siempre he esperado que haga la diferencia.

    Esa es la razón por la que he creado un pequeño grupo sin fines de lucro, Witness Change, que se formó para respaldar “Donde el amor es ilegal”.

    Nuestro objetivo es producir un relato altamente visual sobre abusos de derechos humanos escasamente abordados. Estamos creando proyectos que amplían las voces de quienes han sobrevivido al abuso, que documentan las historias de quienes no han sobrevivido y que procuran detener las violaciones de los derechos humanos para las próximas generaciones.

    Simon, 22 años. Fue arrestado mientras tenía sexo con su novio en Uganda. Ellos fueron golpeados, arrastrados desnudos en el pueblo y encarcelados sin tratamiento médico. Escaparon después del hospital cuando un doctor, que había sido novio de Simon, se apiadó de ellos. Simon se fugó a la capital de Uganda, Kampala. No se ha visto con su novio desde entonces.
    Fotografía de Robin Hammond, Panos For Witness Change

    COBURN: ¿Qué pueden hacer los espectadores para ayudar si se sienten conmovidos por sus imágenes?

    ROBIN: La intolerancia crece donde las personas discriminadas son silenciadas. El objetivo es que las personas que participan en este proyecto sean vistas y escuchadas, y recaudar fondos para las organizaciones comunitarias de LGBT que trabajan en países en donde ser LGBT es ilegal o está sujeto a la discriminación masiva. 

    Para ver más fotos e historias de este proyecto, visita el sitio web “Donde el amor es ilegal”. También puedes compartir tus propias fotos e historias y seguir “Donde el amor es ilegal” en Facebook, Twitter, Instagram y Tumblr.

    * Artículo publicado originalmente el 27 de julio de 2015.

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