
En la ciudad de Yongkang, a 563 kilómetros de Wuhan (el epicentro del brote de coronavirus), un voluntario protege la entrada de su aldea. El cartel rojo reza: "La vida es más pesada que el monte Tai, la epidemia está al mando, la prevención y el control es nuestra responsabilidad".
Fotografía de Roban Wang, National GeographicEn Yongkang hay más de 700 aldeas y conforme se extendía la noticia del brote de Wuhan, los residentes empezaron a tomar cartas en el asunto y a aislar sus barrios de los forasteros. Una aldeana de Shuangjin sortea el muro de tierra construido para bloquear la entrada de vehículos a la aldea. La señal dice: "Se prohíbe estrictamente la entrada de personas y vehículos a la aldea".
Fotografía de Roban Wang, National GeographicCon una señal que dice: "Se prohíbe estrictamente la entrada a los no residentes", los aldeanos de Paixi han bloqueado la entrada con desechos de la construcción para interrumpir el tráfico. Solo queda una entrada para que los residentes entren y salgan.
Fotografía de Roban Wang, National GeographicLa aldea de Xinhe colocó barricadas con cinta, postes telefónicos y una señal que dice: "Vuelva después del brote". Los guardas persuaden a los forasteros para que no entren a la aldea.
Fotografía de Roban Wang, National GeographicUn motorista no puede pasar por una barricada hecha de vallas.
Fotografía de Roban Wang, National GeographicLos aldeanos de Shanmen guardan una entrada con una señal que reza: "Se prohíbe estrictamente la entrada a los no residentes".
Fotografía de Roban Wang, National GeographicLa aldea de Gongrui colocó barricadas en la entrada con muebles y una señal que dice: "Prevención y control de la epidemia, se prohíbe estrictamente la entrada de extranjeros y vehículos. Gracias por su cooperación".
Fotografía de Roban Wang, National GeographicLos ancianos de la aldea de Lang guardan las tres entradas al pueblo. Una residente permanece sentada en una de las entradas con barricadas, una bandera china y una señal que dice "Prohibido el paso".
Fotografía de Roban Wang, National GeographicCon una señal que dice: "Se prohíbe estrictamente la entrada a los no residentes", la aldea de Paixi también bloqueó una entrada con restos de la construcción.
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