Ficha informativa sobre el Dragón de Komodo

Dieta, reproducción, conservación y curiosidades del lagarto más pesado de la Tierra.

Por Photo Ark

Un dragón de Komodo fotografiado en el zoológico de Houston en Texas (Estados Unidos).

Fotografía de Joël Sartore NATIONAL GEOGRAPHIC PHOTO ARK

Nombre común: Dragón de Komodo

Nombre científico: Varanus komodoensis

Tipo: Reptil

Dieta: Carnívora

Promedio de vida en la naturaleza: Hasta 30 años

Tamaño: 3 metros

Peso: 150 kilos

¿Qué es el dragón de Komodo?

Alcanzando hasta los 3 metros de largo y más de 150 kilos, los dragones de Komodo son los lagartos más pesados de la Tierra. Tienen cabezas largas y planas con hocicos redondeados, piel escamosa, patas arqueadas y colas enormes y musculosas.

Los dragones de Komodo prosperaron en el duro clima de las Pequeñas Islas de la Sonda, en Indonesia, hace millones de años. Prefieren las selvas tropicales de estas islas, pero pueden encontrarse en todas ellas. Aunque estos atléticos reptiles pueden caminar hasta 11 kilómetros al día, prefieren permanecer cerca de su lugar de nacimiento y rara vez se aventuran lejos de los valles donde nacieron.

Reproducción

Una vez al año, cuando están listas para aparearse, las hembras del dragón de Komodo exudan un olor en sus heces para atraer a los machos. Cuando un dragón macho localiza a una hembra, le araña la espalda y le lame el cuerpo. Si ella le devuelve el lametón, se aparean. Los machos a veces también luchan por el derecho a aparearse. Las hembras preñadas ponen unos 30 huevos, que son enterrados por ellas y permanecen allí hasta que eclosionan ocho meses después.

Cuando no hay machos alrededor, las dragonas de Komodo tienen otros medios para reproducirse: como tienen cromosomas sexuales masculinos y femeninos, las hembras pueden reproducirse asexualmente en un proceso llamado partenogénesis.

Dieta

Al ser los depredadores dominantes de las pocas islas que habitan, los dragones de Komodo se alimentan de casi cualquier cosa, incluyendo carroña, ciervos, cerdos, dragones más pequeños e incluso grandes búfalos asiáticos. Cuando cazan, los dragones de Komodo confían en su camuflaje y en su paciencia, esperando a que pase su presa. Cuando la víctima pasa, el dragón salta y utiliza sus afiladas garras y sus dientes aserrados de tiburón para rebanar su comida.

Alimentación

El dragón de Komodo tiene glándulas venenosas cargadas de toxinas que reducen la presión arterial, provocan hemorragias masivas, evitan la coagulación e inducen un shock. Los dragones muerden con dientes aserrados y tiran hacia atrás con los poderosos músculos del cuello, lo que provoca enormes heridas abiertas. Luego, el veneno acelera la pérdida de sangre y hace que la presa entre en estado de shock circulatorio.

Los animales que escapan de las mandíbulas de un Komodo solo se sentirán afortunados. Los dragones pueden seguir tranquilamente a un fugitivo por kilómetros mientras el veneno hace efecto, usando su agudo sentido del olfato para localizar el cadáver. Un dragón puede comer el 80% de su peso corporal en una sola comida.

Amenazas a la supervivencia

Si bien la reproducción asexual permite que las hembras de dragones de Komodo repongan su población (una ventaja evolutiva), tiene un inconveniente importante: este proceso de reproducción solo da como resultado hijos. La escasez de otras hembras dentro de una población ha llevado a la evidencia de endogamia. La renuencia del reptil a alejarse de su hogar exacerba el problema a medida que la población de la especie disminuye y se fragmenta.

Los humanos también han representado una amenaza para la supervivencia del dragón de Komodo. Las personas han quemado su hábitat para cambiar el uso del suelo, mientras que los cazadores furtivos apuntan a este reptil y a su presa. Los turistas también ofrecen comida e interrumpen el proceso de apareamiento de los dragones, lo que llevó al gobierno de Indonesia a considerar un cierre temporal de la isla de Komodo de cara al turismo. Pero los visitantes también son importantes para los esfuerzos de conservación, ya que el impulso económico brinda incentivos a los lugareños para ayudar a proteger al dragón de Komodo.

Conservación

En 1980, Indonesia estableció el Parque Nacional de Komodo para proteger a esta especie de lagarto y su hábitat. Este refugio de 1800 kilómetros cuadrados también es el hogar de especies como la gallina de matorral de patas naranjas y el ciervo de Timor, así como un rico entorno marino que tiene ballenas, delfines, tortugas marinas, tiburones, corales, esponjas, mantarrayas y otras mil especies de peces. Ahora declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Parque Nacional de Komodo ha establecido patrullas para evitar la caza furtiva. También trabaja con las comunidades locales para crear conciencia sobre el animal y la importancia de protegerlo.

 

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