#NGXplorers: imágenes de la caravana migrante por Tomás Ayuso
El fotógrafo hondureño y explorador de National Geographic Tomás Ayuso viajó con la caravana de migrantes, presenciando el amor y la comunidad incluso en las condiciones más desalentadoras.
Publicado 20 dic 2018, 18:15 GMT-2, Actualizado 2 ene 2019, 15:03 GMT-2
Las niñas a bordo de un autobús escolar flamean banderas estadounidenses cuando se mudan a un campamento más grande en el este de Tijuana. A pesar de la respuesta poco acogedora de los funcionarios estadounidenses, muchos miembros de la caravana siguen buscando asilo.
Fotografía de Tomás AyusoCon la puesta de sol detrás de ellos, las personas en el primer campamento que surgió a lo largo de la frontera en el norte de Tijuana esperan a que se distribuya la comida. El intervalo entre el establecimiento de líneas de suministro para más de 5000 personas en el momento de mayor ocupación del campamento y su llegada, dejó innumerables alimentos o agua durante días. Y aún así, sus espíritus permanecieron fuertes un mes en su asentamiento en Tijuana.
Fotografía de Tomás AyusoUn grupo de caridad arroja bolsas de productos de higiene a una multitud en el refugio. Las donaciones se reparten lentamente a lo largo del día, con ropa abrigada, mantas y alimentos que escasean. Sin sistemas establecidos para garantizar una distribución justa a las personas, las donaciones se otorgan por orden de llegada. Esta dinámica a menudo deja a algunos sin comida ni suministros.
Fotografía de Tomás AyusoUn barbero de San Pedro afeita a un joven de Tegucigalpa antes de su gran entrevista de trabajo. Él estaba proporcionando sus servicios de forma gratuita. Una cola de diez personas hacían bromas a los que esperaban su turno. Como una barbería en casa, hubo discusiones, debates y bromas divertidas a costa de cada uno. Se logró una sensación de normalidad en la peluquería hondureña más improbable que existe.
Fotografía de Tomás AyusoUna niña espera a que su madre y su tía recojan sus pertenencias del autobús. Los viajeros cansados, aturdidos por el viaje y la llegada abrupta, se organizaron rápidamente en sus respectivas colas para el refugio lleno: familias, mujeres y hombres.
Fotografía de Tomás Ayuso17 autobuses que transportaban a casi 2000 personas llegaron a Tijuana desde Mexicali a las 2 AM. Los pasajeros se sentaron en la vereda fría esperando que los oficiales del campamento procesaran su llegada. La mayoría de las personas no vestían ropa de abrigo y tuvieron que soportar la noche fría hasta que se les permitiera entrar al amanecer.
Fotografía de Tomás Ayuso