COP30 en el Amazonas: temperaturas extremas y más alertas climáticas ya previstas para el futuro del planeta
National Geographic aprovecha la llegada de la COP30 a Brasil para enumerar las llamadas “anomalías climáticas” que ya se esperan como consecuencia del calentamiento global.

En octubre de 2023, el Río Negro alcanzó su volumen más bajo en 121 años.
¿Seguirá aumentando la temperatura de la Tierra? ¿Qué podemos esperar del clima hasta 2030? La Organización Meteorológica Mundial (OMM), una agencia especializada de las Naciones Unidas (ONU) que proporciona información autorizada sobre la atmósfera terrestre, el clima y los recursos hídricos, planteó estas preguntas y elaboró su informe anual alertando sobre el cambio climático y sus impactos, que se debatirán en la COP30 de Brasil a partir del 10 de noviembre en la ciudad de Belém, en Pará.
Uno de los temas principales de la primera COP celebrada en Brasil, y en territorio amazónico, debe ser renovar el consenso sobre el objetivo de aumento de la temperatura para este siglo, que ya ha alcanzado los 1,5 °C previstos en el Acuerdo de París (que entró en vigor en noviembre de 2016). “Es probable que las temperaturas medias globales se mantengan en niveles récord o cercanos a ellos durante el quinquenio”, advierte el documento.
Para saber un poco más sobre lo que cabe esperar, National Geographic se ha sumergido en el informe y presenta tres anomalías climáticas que tienen muchas posibilidades de producirse y que podrán observarse en la naturaleza como consecuencia de las acciones humanas que modifican el equilibrio de la temperatura del planeta.

Una madre y su hija en un terreno seco de la región de Adís Abeba, capital de Etiopía. Aunque 2024 ha sido el año más caluroso jamás registrado en el planeta desde que se empezaron a realizar mediciones, se estima que entre 2025 y 2029 habrá algún otro año que superará ese récord.
1. Las temperaturas globales extremas deben continuar
Según la OMM, es muy probable, es decir, con más del 80 % de posibilidades, que “al menos uno de los años entre 2025 y 2029 sea más cálido en comparación con el año más cálido jamás registrado, que actualmente es 2024”.
Cabe destacar que en 2024, la temperatura media global cerca de la superficie se estimó en 1,55 °C, es decir, “alrededor de 0,13 °C por encima de la línea de base de 1850-1900”, según el documento. “Las anomalías de calor fueron particularmente grandes en los trópicos, América del Norte, el norte de África, Europa y partes de Asia”, continúa.
El informe refuerza que “existe una probabilidad (1 %) de que al menos un año supere los 2 °C de calentamiento por encima de los niveles preindustriales (1850-1900)”, lo que supondría un enorme riesgo para la vida en el planeta.

Los científicos tienen una vista infinita de hielo, mar y agua derretida en la región del Ártico, donde el océano debería permanecer congelado durante los meses más fríos del año. El calentamiento de esta región del planeta puede alcanzar los 2,4 °C —«más de tres veces y media el calentamiento medio global»— en los próximos cinco inviernos, según el informe de la OMM.
2. Continúa el calentamiento acelerado del Ártico
El informe llama la atención sobre algo que ya se puede ver a simple vista en el Polo Norte del planeta, como informó la navegante brasileña Tamara Klink al cruzar el Paso del Noroeste, en el Ártico, en septiembre de 2025.
Las placas de hielo que se forman en el mar, en esta región, hacían imposible el tránsito de barcos hace algunas décadas, e incluso los buques rompehielos no podían navegar durante algunos momentos del año.
Según el documento de la OMM, “se prevé que la anomalía de la temperatura media en el Ártico durante los próximos cinco inviernos (es decir, de noviembre a marzo) sea de 2,4 °C, más de tres veces y media el calentamiento medio global”.
Para el mes de septiembre, por su parte, “se prevén grandes reducciones en todas las regiones que normalmente tienen hielo marino en esta época del año en el Ártico”.

La selva amazónica sufrió una grave sequía entre 2023 y 2024. Según las previsiones del informe de la OMM, esta «anomalía climática», que puede causar un enorme desequilibrio en la selva, tiene muchas posibilidades de repetirse en los próximos años, hasta 2030.
3. Las intensas sequías en la Amazonía siguen en el radar con grandes posibilidades
La Organización Meteorológica Mundial explica que habrá “condiciones anormalmente secas para esta estación en la Amazonía” para los períodos de mayo a septiembre de 2025-2029, “en relación con el promedio de 1991-2020”.
En otras palabras, es muy probable que se repitan los períodos de sequía extrema que sufrió la región entre 2023 y 2024, cuando varios ríos amazónicos —incluidos algunos de los más caudalosos, como el Río Negro, que alcanzó su volumen más bajo en 121 años— casi desaparecieron.
“Los patrones de precipitación (es decir, la cantidad de lluvia) previstos para los próximos cinco inviernos muestran una reducción de las precipitaciones en los subtrópicos, especialmente en el hemisferio sur”, afirma el informe anual de la entidad.
Por el contrario, “los patrones de precipitación previstos se muestran excepcionalmente húmedos” para el norte de Europa, Alaska, el norte de Siberia y la región africana conocida como Sahel (franja de tierra semiárida que se encuentra entre el desierto del Sáhara, al norte, y las sabanas más fértiles al sur, que se extiende a lo largo de unos 6000 kilómetros de oeste a este, desde el océano Atlántico hasta el mar Rojo).
Las proyecciones contenidas en el informe completo de la OMM publicado este año se basan en datos y modelos predictivos elaborados por 14 institutos diferentes, entre los que se incluyen cuatro centros globales de producción de información climática: el Centro de Supercomputación de Barcelona, en España; el Centro Canadiense de Modelización y Análisis Climático (en Canadá), además del Servicio Meteorológico Alemán (Deutscher Wetterdienst) y la Oficina Meteorológica (Met Office), institución meteorológica de Inglaterra.