Brasil participa en la prueba final de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford contra la COVID-19
Los brasileños representan el 10% de los voluntarios en el estudio clínico, que puede registrarse en el Reino Unido a finales de este año.

En Brasil, la fase final de los estudios clínicos del candidato a la vacuna ChAdOx1, desarrollado por la Universidad de Oxford, se lleva a cabo en tres centros de investigación: en la Universidad Federal de San Pablo y en la sede del Instituto D'or de Investigación y Educación en Río de Janeiro y de Salvador, Bahía.
En la investigación clínica de la vacuna Oxford, los voluntarios se dividen aleatoriamente en dos grupos: uno recibe ChAdOx1; el otro, una vacuna de control. Es un estudio aleatorizado y doble ciego: ni los investigadores ni los voluntarios saben quién tomó qué fórmula. En el estudio clínico en Brasil, 5.000 personas serán vacunadas.
Antes de la pandemia de Sars-CoV-2, la Universidad de Oxford en el Reino Unido desarrolló una vacuna de vector viral para otro tipo de coronavirus, el MERS. El conocimiento adquirido en las fases preclínica y clínica sirvió de base para el comienzo de los estudios de ChAdOx1, contra Covid-19. Según la OMS, esta es la investigación más avanzada del mundo.
La investigación clínica de ChAdOx1 llegó al país gracias al trabajo de Sue Ann Costa Clemens. La médica, radicada en Italia, fue invitada para ser investigadora del estudio por Andrew Pollard, investigador del grupo de la Universidad de Oxford. Hoy, ella coordina las pruebas de Brasil, que se realizan en San Pablo, Río de Janeiro y Salvador.
La doctora Sue Ann Costa Clemens (en la foto frente al equipo) coordina hoy las pruebas con la vacuna Oxford en Brasil, que se realizan en San Pablo, Río de Janeiro y Salvador.
Andréa Barbosa cumplió con los criterios de selección y, después de las pruebas serológicas y la evaluación médica, finalmente se vacunó el 9 de julio.
La oftalmóloga Andréa Barbosa, de 46 años, decidió postularse como voluntaria para recibir la vacuna Oxford, tan pronto como supo que la investigación se llevaría a cabo en Río de Janeiro. Para ser aceptado, el candidato necesita ser un profesional de la salud, estar expuesto al nuevo coronavirus en su vida diaria y tener entre 18 y 55 años de edad, además de tener comorbilidades controladas.
En los primeros meses de la pandemia, disminuyó el movimiento en clínicas oftalmológicas y hospitales donde trabajaba Andréa Barbosa. En julio, sin embargo, el número de consultas diarias aumentó nuevamente. La alta exposición diaria es uno de los requisitos para ser voluntario, y un lugar común para los profesionales de la salud.