Un sacrificio inimaginable
Hace más de 500 años, en lo que hoy es Perú, el pueblo chimú mató a 269 niños y niñas durante un ritual perturbador. La razón aún es un misterio.
Publicado 1 feb 2019, 14:52 GMT-2, Actualizado 21 feb 2019, 12:59 GMT-3

Los restos de dos menores, tal vez niño y niña, yacen lado a lado en un sitio de enterramientos masivos descubierto en la árida costa del norte de Perú. La pareja es parte de los 269 niños sacrificados hacia 1450 d. C. y enterrados en dos sitios próximos a Chan Chan, la antigua capital de la cultura chimú. Casi todas las víctimas fueron inmoladas con una incisión en el pecho –probablemente para extraerles el corazón– y envueltas con mortajas sencillas.
Fotografía de Robert Clark - National GeographicPrieto, explorador de National Geographic y profesor de arqueología en la Universidad Nacional de Trujillo, se encuentra en el sitio de sacrificio de Pampa la Cruz, una colina que domina su ciudad natal de Huanchaco. De niño, Prieto exploraría las ruinas de Chan Chan, la antigua capital de Chimú.
Fotografía de Robert Clark - National GeographicLos arqueólogos Gabriel Prieto (con brocha, apoyado en un codo) y John Verano (extrema izq., con cámara) trabajan con su equipo para excavar las tumbas superficiales de Huanchaquito. Poco después de concluir el trabajo, los arqueólogos descubrieron un segundo sitio de sacrificios infantiles en la vecina Pampa la Cruz.
Fotografía de Robert Clark - National GeographicJohn Verano, antropólogo biológico y experto forense en la Universidad de Tulane, se sienta junto a los restos de uno de al menos 132 niños excavados hasta el momento en Pampa la Cruz. El estudio científico de las víctimas proporciona pistas sobre el origen de los niños y cómo vivieron.
Fotografía de Robert Clark - National GeographicEstudiantes de arqueología de la Universidad Nacional de Trujillo se disponen a limpiar y catalogar los cráneos del enterramiento masivo de Huanchaquito. El clima árido del norte de Perú momificó muchos de los restos, que se encuentran inusualmente bien conservados.
Fotografía de Robert Clark - National GeographicEl segmento central de un esternón infantil no fusionado fue cortado en dos, prueba clara de una muerte ritual y metódica.
Fotografía de Rebecca Hale, National Geographic MagazineUn tocado con plumas de guacamaya corona el cráneo de un niño sacrificado, quien llevaba el cabello hasta los hombros. En opinión de los investigadores, el tocado indica que la víctima pudo haber pertenecido a una familia de la élite.
Fotografía de Rebecca Hale - National Geographic MagazineHallado en Pampa la Cruz, este cuchillo de cobre –el primero en su tipo– incluye un sonajero que habría sonado al deslizar la hoja sobre el pecho de la víctima.
Fotografía de Rebecca Hale- National Geographic MagazineEl dueño de una pizzería local, Michael Spano, sostiene una fotografía del primer niño excavado en Huanchaquito. Spano avisó al arqueólogo Gabriel Prieto que los huesos se erosionaban en un baldío frente a su casa y lo urgió a excavar el sitio. “Será famoso” le dijo Spano según recuerda Prieto.
Fotografía de Robert Clark - National Geographic