Diez parejas destacadas de la historia
Aprovechando su pasión y ambición, estas diez parejas fueron dominantes en sus tiempos. Construyeron imperios, crearon obras maestras y fueron más allá de los límites.
Publicado 13 feb 2019, 18:50 GMT-2
Estos dos amigos de la infancia, Alejandro Magno (derecha) y su general Hefestión (centro) fueron muy cercanos hasta la muerte. Muchos historiadores creen que eran amantes, pero pusieron fin a su historia amorosa cuando llegó el momento de contraer matrimonio y comenzar una familia. A lo largo de toda su carrera, Hefestión siempre fue uno de los favoritos de confianza de Alejandro. Su repentina muerte en el 324 a. C. afectó profundamente a Alejandro, que lo lloró en público. Se decía que eran tan parecidos que algunos no podían identificar quién era quién.
Fotografía de Ann Ronan, Print Collector, GettyCorría el año 48 a. C. A sus 21 años, Cleopatra luchaba contra su hermano menor por el trono de Egipto cuando Julio César, de 52 años, se presentó para actuar como árbitro. La brillante reina se escondió en una alfombra enrollada que le llevaron al líder romano. Al destaparse, defendió su postura ofreciéndole una alianza: los ejércitos del César podían ayudarla a llegar al trono, y ella, con sus riquezas, podía financiarlo para que recuperara el poder en Roma. Lo cautivó y lo convenció. Julio César no solo la apoyó en su contienda sino que además se convirtió en su amante. La pareja parecía florecer luego de que ella diera a luz a un hijo de él, pero el asesinato del César en el año 44 a. C. puso fin a su historia.
Fotografía de Fine Art Images, Heritage Images, GettyElla, ex actriz. Él, plebeyo. Teodora y Justiniano I llegaron a la cúpula del Imperio Bizantino en el siglo 6 d. C. Teodora se convirtió en una de las mujeres más poderosas de su tiempo, y su esposo confiaba en sus consejos para la mayoría de los asuntos internos. Juntos, pusieron fin a los Disturbios de Niká, promovieron los derechos de la mujer, y construyeron algunos de los edificios más emblemáticos de Constantinopla (por ejemplo, Hagia Sophia).
Fotografía de North Wind Picture Archives, AlamyDurante sus 35 años de casados, Isabel de Castilla y Fernando II de Aragón unieron sus fuerzas para hacer de España una superpotencia del siglo XV. Unieron España en cuanto a lo político y lo religioso; derribaron la última fortaleza musulmana de Europa occidental; e inauguraron la era de la exploración al apoyar a Cristóbal Colón, quien dio el puntapié inicial para crear el Imperio Español.
Fotografía de Science History Images, AlamyEl reinado del emperador mogol del siglo XVII Shah Jahan es famoso por sus triunfos arquitectónicos. El más famoso es el Taj Mahal, construido en honor de Mumtaz Mahal, su tercera esposa. En el año 1612, Shah Jahan se casó con esta mujer que indiscutidamente se convirtió en su compañera favorita. Murió al dar a luz en el año 1631, y el desolado emperador construyó este mausoleo como testimonio de su amor.
Fotografía de Dinodia Photos, AlamyTras un desdichado matrimonio y casi morir en la guillotina, Madame de Beauharnais se sentía afortunada por estar viva en el año 1794. Una década después, sería conocida como Josefina, emperatriz de Francia y esposa de Napoleón Bonaparte. Juntos gobernaron un imperio masivo mientras mantenían una relación tempestuosa. Napoléon se divorció de Josefina en el año 1810 porque ella no podía darle un heredero, pero se mantuvieron en buenos términos. Se dice que, en su lecho de muerte en 1821, las últimas palabras de Napoleón fueron “Francia, el ejército, el jefe del ejército, Josefina”.
Fotografía de Universal History Archive, GettyFrederick Douglass, un destacado abolicionista, halló su propia libertad en los brazos de su esposa, Anna Murray. Anna nació en Maryland, la primera de 12 hermanos en nacer libre (todos hijos de padres que lograron salir de la esclavitud). A la edad de 17 se mudó a Baltimore para forjar su propio destino. En el año 1838 conoció a Frederick, que aún era esclavo. Se enamoraron y ella lo ayudó a escapar a Nueva York y ganar su libertad. Compartieron el dinero y los recursos de Anna (ella le cosió un disfraz de marinero para que pudiera viajar al norte, en donde luego se encontraron y se casaron). Se embarcaron en una larga misión para poner fin a la esclavitud en Estados Unidos (escribiendo y comunicando, y estuvieron a cargo de una de las paradas del Ferrocarril Subterráneo).
Fotografía de (izquierda) National Park Service; (derecha) Corbis/GettyUna sociedad conformada por grandes cerebros y corazones. Marie y Pierre Curie fueron uno de los centros neurálgicos de la ciencia. Se conocieron en 1891 cuando Marie Sklodowska y Pierre Curie cursaban en La Sorbona en París, Francia. Ambos quedaron impresionados por el otro (tanto en lo personal como en lo profesional), y se casaron en 1895. Durante su luna de miel pedalearon por la campiña francesa; y luego volvieron a su laboratorio y continuaron con sus investigaciones. Su trabajo valió la pena: en 1903 fueron merecedores del Premio Nobel.
Fotografía de Bettmann, GettyA principios del siglo XX, los expatriados estadounidenses en París ansiaban ser invitados a las fiestas de Alice B. Toklas (izquierda) y Gertrude Stein (derecha). Estas dos mujeres se enamoraron en el año 1907, cuando Toklas se mudó a Francia. Stein, una conocida dramaturga, poeta y novelista, vivía allí desde 1903. Se mudaron juntas y vivieron en 27 rue de Fleurus. Las reuniones en su casa darían forma a la literatura y al arte modernos. Picasso, Hemingway, Matisse y Fitzgerald fueron tan solo algunas de las celebridades que deseaban estar en compañía de estas mujeres.
Fotografía de Carl Mydans, The Life Picture Collection, GettyDos de los artistas gráficos más importantes del siglo XX, Frida Kahlo y Diego Rivera fueron una combinación volátil de opuestos. Se casaron en 1929, cuando ella tenía 22 años y él, 24. Ella era menudita y él, enorme (la familia de ella, que no aprobaba la unión, los apodó “el elefante y la paloma”). Rivera trabajaba a gran escala: pintó murales y frescos que ocupaban paredes completas. Kahlo hacía trabajos más pequeños, dominaba los detalles y brilló por la complejidad de sus autorretratos. Su relación fue turbulenta, pero ambos admitieron haber sido el amor de la vida del otro.
Fotografía de Bettmann, Getty