Brasil: la tragedia de Brumadinho en imágenes - Parte I
Publicado 29 ene 2019, 13:11 GMT-2, Actualizado 31 ene 2019, 19:19 GMT-2

Habitante de la Comunidad de Parque da Cachoeira, en el municipio de Brumadinho (Minais Gerais), observa el paso del río de lodo tras el rompimiento de la represa.
Fotografía de Lucas NinnoSe estima que más de 12 millones de metros cúbicos de desechos minerales han caído después de que una represa de la minera Vale se rompiera en Brumadinho (MG).
Fotografía de Isac Nóbrega, PR, Agência BrasilDe acuerdo con Carla Sási, miembro de la Comisión de Desastre del Consejo Regional de Medicina Veterinaria, dos animales aislados por el rompimiento de la represa en Brumadinho tuvieron que ser sacrificados porque estaban sufriendo y no tenían posibilidad de ser rescatados. El Consejo coordina un equipo de voluntarios que está ayudando en la búsqueda y el tratamiento de los animales afectados por la tragedia.
Fotografía de Carlos FabalLos perros ayudan en la búsqueda de cuerpos después de la ruptura de la represa en Brumadinho.
Fotografía de Carlos FabalEl presidente Jair Bolsonaro sobrevuela la región afectada por el rompimiento de la represa en Brumadinho el 26 de enero.
Fotografía de Isac Nóbrega, PR, Agência BrasilLos bomberos tenían esperanzas de encontrar supervivientes en este autobús tragado por el lodo tras la ruptura de la represa en Brumadinho, pero no tuvieron éxito.
Fotografía de Carlos FabalCasa en la calle São Matheus, en Brumadinho, engullida por el lodo tras la ruptura de la represa del arroyo de Feijão.
Fotografía de Lucas NinnoLos Brigadistas buscan sobrevivientes tras la ruptura de la represa del arroyo de Feijão en Brumadinho.
Fotografía de Carlos FabalEntrada de la granja Sonho Meu, en la Comunidad de Parque da Cachoeira, completamente sepultada por el lodo tras la ruptura de la represa en Brumadinho.
Fotografía de Lucas NinnoDespués de la ruptura de la represa en Brumadinho (MG), el arroyo del Feijão que tenía una anchura máxima de 4 metros, se transformó en un río de lodo de unos 50 metros de ancho.
Fotografía de Lucas Ninno