Suscríbete al newsletter
Disney+
National Geographic
National Geographic
National Geographic
Ciencia
Animales
Medio Ambiente
Historia
Viajes
Ciencia
Animales
Medio Ambiente
Historia
Viajes
Página del fotógrafo
Diane Cook and Len Jenshel
Los álamos producen nuevos brotes en respuesta al estrés, pero si los herbívoros como los ciervos o el ganado se comen esos brotes, los árboles jóvenes no tienen la oportunidad de madurar.
Un árbol de álamo temblón de Pando, en el Bosque Nacional Fishlake, Utah. Estos árboles son parte de un solo organismo, llamado cuerpo clonal.
Estos álamos temblones en el Bosque Nacional Fishlake, en el estado de Utah, forman conjuntamente el organismo más grande del planeta, pero los ciervos que pastan y el ganado que se alimenta de los árboles recién brotados amenazan la supervivencia del bosque.
El 19 de abril de 1995, una explosión planeada y ejecutada por Timothy McVeigh, un veterano estadounidense, destruyó el edificio federal Alfred P. Murrah de nueve pisos en el centro de la ciudad de Oklahoma, incineró automóviles y se cobró 168 vidas. También quemó el tronco e incrustó escombros en un olmo blancom (u olmo americano) que crecía en un estacionamiento cercano. Hoy, el “árbol sobreviviente” es una extensión del Museo y Monumento Nacional de la Ciudad de Oklahoma y brinda consuelo a familiares y amigos de quienes murieron en la explosión, como Doris Jones, cuya hija Carrie, de 26 años, que estaba embarazada en ese momento, pereció en la explosión. “Es como si ese árbol tuviera la voluntad de sobrevivir”, dice Mark Bays, un guardabosques urbano del estado que ayudó a cuidarlo hasta que se recuperó. “Entendió, cuando ninguno de nosotros entendía, que necesitaba estar cerca”.
Una pareja mira la exhibición de los fuegos artificiales del 4 de julio desde el High Line en Nueva York. El High Line es un antigua línea férrea en desuso que se convirtió en un parque público.
El tocón de un árbol gigante de secuoya, conocido como el "Discovery Tree", localizado en Calaveras Big Trees State Park.
Un estudio de arquitectura en la ciudad de Nueva York tiene un techo verde. Estos jardines en la azotea ayudan a frenar la escorrentía de las aguas pluviales, reducir los costos de energía y disminuir el efecto de isla de calor urbana.