"La otra pandemia": el dilema de los plásticos de un solo uso en las playas de Colombia
El fotógrafo Charlie Cordero busca concientizar sobre cómo el creciente consumo y un mal descarte de este material puede afectar al planeta. Este trabajo fue apoyado por el Fondo de Emergencia para Periodistas de National Geographic Society.

"Un habitante de la isla de Tierrabomba viaja a Cartagena en un bote con pasajeros en los primeros días de la reapertura de playas al público en esta ciudad después de la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 en Colombia. Por requerimiento del gobierno nacional, la máscara es obligatoria en todo el territorio (Resolución 666 de 2020 del Ministerio de Salud y Protección Social)", Charlie Cordero.
Estante en una tienda local. Muchos de los elementos de protección contra la COVID-19 están hechos a base de plástico.
"Desde que comenzó la pandemia de la COVID-19, las botellas de alcohol se han vuelto cada vez más comunes entre los plásticos que llegan a los centros de acopio de material reciclable en toda la ciudad de Barranquilla, Colombia", asegura Charlie Cordero.
Mascarillas quirúrgicas de material plástico en un basurero de un edificio al norte de la ciudad de Barranquilla, Colombia.
"Según recomendaciones del Gobierno Nacional (Resolución 666 del 24 de abril del 2020) los tapabocas (mascarillas) y guantes que sean descartables deben ir separados en doble bolsa de color negra. La misma no debe ser abierta por el personal que realiza reciclaje de oficio. Además, deben estar separados de los residuos aprovechables, y ser entregadas al servicio público de aseo. Sin embargo, el riesgo de contaminación cruzada es permanente, ya que durante el proceso de recolección o disposición final pueden quedar expuestos", explica Charlie Cordero.
"Un funcionario de la empresa de acueductos y alcantarillado de la ciudad limpia los desagües y alcantarillas. Barranquilla, la ciudad más grande de la región del Caribe colombiano, padece un problema que todavía parece no tener solución: los arroyos que corren por sus calles con cada lluvia. Este fenómeno provoca que todos los desechos sean arrastrados por estos arroyos hasta los conductos que alimentan el río Magdalena a pocos kilómetros de su desembocadura en el mar Caribe", Charlie Cordero.
Un reciclador con una máscara protectora al final de su jornada laboral.
"Carlos muestra sus manos en medio de la jornada laboral. Uno de sus mayores temores es contraer COVID-19 de las mascarillas faciales que encuentra a diario mientras busca material reciclable en la basura. Confiesa que no suele llevar guantes de protección porque esto dificulta mucho la labor de reciclaje ya que al tacto pueden definir si abren una bolsa o not, o qué material podrían encontrar en su interior", cuenta Charlie Cordero.
Contenedor de residuos sanitarios de pacientes potenciales o confirmados de COVID-19 en la Clínica de la Mujer en la ciudad de Santa Marta, Colombia.
Según los datos de la Asociación Colombiana de Salud Pública, recabados por el fotógrafo documental Charlie Cordero para este proyecto, en el país se desechan en promedio unas 50.000 toneladas de residuos hospitalarios cada año.
Un operador de una empresa especializada en el manejo de residuos se encarga de la recolección y disposición final de materiales considerados peligrosos en la ciudad de Cartagena. En esta imagen está retirando un tanque con desechos de pacientes de COVID-19 en el Hospital de Bocagrande.
Un operador de una empresa especializada en la recolección de residuos almacena los últimos tanques de materiales considerados peligrosos que fueron recolectados en la ciudad de Cartagena, Colombia.
"Así luce la trampa de basura ubicada en el arroyo León en las afueras de la ciudad de Barranquilla, Colombia. El material más común para encontrar es espuma de poliestireno y botellas. El poliestireno es uno de los pocos materiales que no se reciclan en la ciudad, por lo que se convierte en uno de los residuos más contaminantes y fáciles de encontrar en las orillas de las playas de la región", Charlie Cordero.
Espuma de poliestireno se amontona en el arroyo León (que tiene salida al mar), en las afueras de la ciudad de Barranquilla, Colombia. Tal como explica el fotógrafo documental Charlie Cordero, "ha aumentado el plástico en la pandemia porque hay plástico en los elementos de protección individual, pero además, ha aumentado en otras direcciones, principalmente para el almacenamiento y envíos de alimentos de delivery. Es decir: bolsas plásticas, tenedores, pitillos (sorbetes), vasos plásticos, envases de refrescos, tapas plásticas y contenedores de poliestireno expandido". Y agrega "el poliestireno expandido es el único material que ningún reciclador recupera en esta ciudad por que no hay ningún comprador de este material".
Esta es Playa Los Cocos junto a la desembocadura del río Manzanares que recorre de norte a sur la ciudad de Santa Marta, en el Caribe colombiano. "A pesar de los esfuerzos y acciones realizadas desde hace más de 8 años para ser considerada la primera ciudad sin plásticos del país, algunos pobladores aún continúan arrojando sus desechos y basura al río y estos terminan adornando las orillas de las playas con montañas de plásticos y espuma de poliestireno", Charlie Cordero.
Máscara y guantes encontrados durante una jornada de limpieza subacuática en las aguas de la isla Tierrabomba ubicada frente a la Bahía de Cartagena, Colombia.