Día de la Virgen de Guadalupe: imágenes de una celebración diferente en el año de la COVID-19

Los días anteriores a la fiesta de la Virgen de Guadalupe, los peregrinos hacen fila para asistir a la misa de la basílica. Muchos traen estatuillas y pinturas para que las bendigan.
Amalia León Ramírez sostiene una estatua en la Basílica de Santa María de Guadalupe. Viajó desde el estado de Tlaxcala, en el centro de México, para rendirle homenaje a la patrona del país. "Gracias a [la Virgen de Guadalupe], soy muy afortunada porque mis dos padres siguen vivos", cuenta. "No tengo miedo a la pandemia. Por el contrario, nos vamos muy contentos".
Un día antes de que la Basílica de Santa María de Guadalupe cerrara, una familia cantaba "Las Mañanitas", una tradicional canción de cumpleaños mexicana, para la Virgen de Guadalupe. Normalmente, millones de peregrinos cantan al unísono mientras sale el sol el 12 de diciembre.
José Miguel Rosas, de 19 años de edad, posa para un retrato en la basílica. "Después de todo, la Virgen de Guadalupe nos protegerá a todos", sostiene. "Tal vez la pandemia sea algo grave, pero no durará para siempre".
Los empleados de la basílica comenzaron a encender algunas de las 15.000 velas que dejaron los peregrinos antes del cierre por la pandemia de COVID-19. Los vientos y la lluvia hicieron que fuera difícil mantenerlas encendidas.
"Nuestra fe es más grande que esta enfermedad", afirma Leonor Yadira García (derecha), que llegó junto a Bris Ángel Sosa desde Oaxaca. "[El virus] existe, pero sabemos que, ante Dios y por nuestras plegarias y súplicas [a la Virgen], ella nos protegerá".
Las velas simbolizan la presencia de los peregrinos que no pudieron asistir en persona este año. Algunas tenían plegarias escritas o los nombres de aquellos que necesitaban ser sanados.
Samuel Álvarez Morales, de 22 años, posa para un retrato en la Calzada de Guadalupe, la avenida que lleva a la basílica. Morales, especialista en enfermedades respiratorias en un hospital COVID, se sintió obligado a realizar su primera peregrinación. "Mi padre se infectó [de COVID-19]", cuenta. "Estaba preocupado. Quiero agradecerle a mi Morenita [la Virgen] por su salud".
Las velas que los visitantes dejaron en la Basílica de Santa María de Guadalupe antes de su cierre. Las autoridades de la iglesia permitieron a los peregrinos comprar o dejar velas que serían encendidas la noche anterior a la fiesta de la Virgen.
Una mujer lee un libro de plegarias en las vallas que bloquean la entrada a la basílica.
